Entrevista con Marc Coma.
‘Lo que más miedo me da es cometer un fallo’.
¿Ha ido todo como se esperaba?
‘Me esperaba las dunas más difíciles de pasar, pero hemos tenido la suerte de que la arena estaba bastante dura y que la mayoría de ellas las hemos hecho hacia la parte cortada. Esto facilita bastante las cosas. Por lo demás, aparte del día en que se rompió la palanca de cambios y me hizo perder una horita y algo, ha funcionado todo muy bien. Pero tampoco hay que preocuparse mucho por el problema que tuve, porque aquí es imposible acabar el rally sin que te pase algo. Lo que tengo que hacer es mirar para adelante. Nos quedan pocas etapas ya, creo que etapas, verdaderamente etapas, hay tres. Tengo que estar muy concentrado y no cometer ni un fallo de aquí al final, porque esto sería lo peor que a estas alturas nos podría pasar.’
¿Qué es lo que más le preocupa de lo que queda?
‘Lo que más miedo me da es cometer un fallo, después de todo. Tampoco es que esté muy presionado para no cometer este fallo. Yo sé que tengo que ser yo, ser prudente, que si hay una duda tengo que cortar gas y si conduzco como lo estoy haciendo hasta ahora no tiene por qué pasar nada. Lo que pasa es que estamos corriendo una carrera y siempre puede haber algún fallo. Intentaré que no sé pase nada y supongo que no habrá problema.’
¿Qué tal se ha integrado en el equipo?
‘Al principio me fijaba mucho en Nani, porque entiende mucho el rally y tiene mucha experiencia. Sabe cuándo hay que poner las cosas en el avión, cuándo hay que ponerlas en el coche& Esto me ha ayudado mucho. Desde que no está he cogido un poco el aire y lo que no sé se lo pregunto a los compañeros en KTM, que me ayudan mucho, particularmente Cyril Despres, que vive en Andorra y nos conocemos bastante. Me está ayudando mucho. También Meoni, que tengo muy buen rollo con él y, desde luego, con Gio Sala, que es un tipo fenomenal.’
¿Va aprendiendo a correr con el road book?
‘Sí, desde luego que sí. Estoy cogiendo soltura. En los caminos lo empiezo a tener bastante claro. Me empieza a costar menos navegar. Lo que todavía no sé es ir en las dunas, hacer coincidir en road-book en mitad de las dunas. Ahí es más difícil, es fuera pista y me cuesta más. Pero cada día voy a más. A ver si este año puedo practicar bastante y llegar con mucha más soltura el año que viene para no ir tan perdido los primeros días.’
¿Esperaba estar tan arriba?
‘No, no, para nada. La sorpresa la tuve en la primera etapa larga, en la que quedé séptimo cuando aún estaban todos los favoritos. Me quedé muy sorprendido porque me había perdido y no iba ágil con el road-book. Cuando llegué al final de la etapa y vi que había hecho séptimo, me puse muy contento. Pero bueno, yo no he mirado los resultados ningún día, he ido como he podido, como he creído que era conveniente, como me permitía el ritmo de la carrera. En los primeros días de dunas iba detrás de un piloto para ver cómo se tienen que pasar y cuando tenía una duda me paraba, intentaba analizarlo yo mismo y, si no, me metía detrás de un piloto. Esta ha sido mi forma de actuar y el resultado ha estado ahí porque la moto ha ido muy bien y yo de pilotaje me encuentro muy bien. Hemos tenido la suerte de no cometer ningún fallo. Nani e Isidre ya están en casa.’
¿Quiere enviarles algún mensaje?
‘Bueno, el mensaje es triste, porque cuando iniciamos el proyecto estábamos todos juntos y me he ido quedando solo. Me sabe muy mal. Isidre ha sido por la parte técnica, que es muy mala suerte. Nadie se merece lo que ha pasado. Y, sobre todo, Nani. Yo me asusté mucho cuando llegué y lo vi en el suelo, en mitad del desierto. Te da mucho que pensar cuando te sucede algo de esto tan cerca. Pero yo lo que tengo que hacer es mirar por mí mismo, aprender cada día. Este año tengo la suerte de estar yo aquí. Igual otro año soy yo el que está en casa a estas alturas.’
