Repsol YPF afronta un año más la gran aventura del Dakar.
La 26ª edición del París-Dakar, que comienza el próximo día 1 de enero, contará un año más con presencia de los pilotos Repsol, que estarán de nuevo en el podium de salida del raid más importante del mundo. Han pasado veintiséis años desde que Thierry Sabine puso en marcha la carrera, pero el Dakar mantiene intactas las condicciones de exigencia y sacrificio así como un halo de aventura que resiste el paso del tiempo y los avances tecnológicos. Estos son, sin duda, algunos de los aspectos que mantienen su atractivo en todo el mundo y que han decidido a Repsol YPF a afrontar el reto. Es evidente que los tiempos han cambiado, que los pilotos son muy expertos y las mecánicas mucho más fiables, incluso los satélites ayudan a los participantes a cruzar el desierto como jamás habrían soñado. Sin embargo, el Dakar es una carrera imprevisible, muy dura, y en la que el factor humano cuenta más que en otras especialidades. Para ganar se necesita contar con lo mejor, y como no con pilotos con los nervios muy templados.
El equipo Repsol KTM cuenta con ambos factores y por este motivo su objetivo no es otro que la victoria en una prueba que para la Compañía supone un doble reto. En primer lugar, el puramente deportivo. En este sentido, la categoría y el palmarés deportivo de Joan – Nani – Roma, Isidre Esteve y Marc Coma son una sólida garantía. Y también, por supuesto, la tecnología que KTM ha volcado en sus motocicletas 660 Rally monocilíndricas. En segundo y no menos importante, es la evidencia que una prueba como el Dakar representa la dureza y la exigencia suprema y es un excelente banco de pruebas para los lubricantes y carburantes Repsol. El Dakar es, como saben todos los aficionados, un test durísimo para pilotos y mecánicas y exige la utilización de productos específicos capaces de garantizar la máxima fiabilidad.
Treinta años de presencia en competición avalan al departamento técnico de Repsol YPF, que desde su Centro de investigación y desarrollo ha aprovechado la valiosa experiencia aportada por anteriores ediciones del raid para facilitar a los miembros del equipo Repsol KTM los productos más adecuados que permitan a los motores resistir los enormes cambios de temperatura – hasta 30º C de diferencia entre el día y la noche – del desierto, y de forma especial en esta edición, la extraordinaria dureza de varias de las etapas , que vuelven a recuperar los clásicos recorridos que han elevado a la categoría de mito al Dakar y que con toda seguridad serán claves en el resultado final.
La presencia de Repsol YPF, además, no se limita a las dos ruedas. El reto se multiplica hasta llegar a los tres ejes y 580 CV del camión MAN pilotado por José Luis Criado, Jordi Juvanteny y Rafael Santiveri. El éxito logrado en la pasada edición, en la que lograron la victoria en la categoría 6 x 6, les convierte en uno de los equipos destacados entre los participantes en camiones. El objetivo es repetir victoria en esta clase y alcanzar un puesto destacado en la clasificación general. La participación de camiones es otro rasgo distintivo del Dakar.
Para esta categoría la palabra aventura adquiere su mayor sentido en muchas etapas, cuando han de recorrer de noche, y con las máximas dificultades, zonas que motos y coches pasan a la luz del día. En esas condiciones, la experiencia y la capacidad de no cometer errores, significan el pasar limpiamente una jornada o hundir en una duna un vehículo de once mil kilos. Lejos de una aparente comodidad, la conducción de un camión de competición exige una destreza muy especial. La 26ª edición del París-Dakar arrancará el día 1 de enero de 2004 desde Clermont Ferrand, en el centro de Francia, y disputará una prueba especial el día 3 en Castellón, justo antes de su embarque hacia Africa donde disputará etapas en Marruecos, Mauritania, Mali, Burkina Faso y Senegal. En Dakar, la capital, terminará la carrera el día 18 tras un recorrido de 11.090 kilómetros.