Perfil biográfico de Joan Roma.
La pasión por la competición y una voluntad prácticamente indestructible, marcan el carácter de un piloto singular. Joan Roma, Nani para los amigos, nació en Vic el 17 de febrero de 1972 y tras un fugaz paso por los campos de fútbol, este deporte perdió a un contundente portero cuando en su vida se cruzaron las motos. Se apuntó a su primera carrera falsificando la licencia de un amigo, pecado muy común entre los grandes campeones. Ganó esa carrera y desde entonces no ha dejado de atesorar un impresionante palmarés al que le falta, y en eso está, la joya de la corona, el ParísDakar. En el corazón de muchos aficionados Roma ha relevado a otro ilustre, Jordi Arcarons, y no se entiende un Dakar sin su presencia. Con el paso de los años, la fogosidad va dando paso a la experiencia y sin ninguna dura el piloto de Folgueroles es uno de los grandes favoritos para la victoria en esta edición.
Casado y con dos hijas, Joan Roma consiguió su primer éxito en competición en el Campeonato de España de Enduro Junior de 125 cc en 1991. Desde sus comienzos en competición, su agresividad y su físico no pasaron desapercibidos para nadie y desde ese momento comenzó a coleccionar posiciones de honor en trofeos de Enduro y también en participaciones en los Seis Días. Desde la primera medalla lograda en 1993 hasta el primer título, el Europeo senior, Roma comenzó a consagrarse como uno de los pilotos más destacados de la especialidad y en pleno auge de las competiciones africanas, era un hecho cierto que llegaría muy pronto a los raids. Eso sucedió en el año 1996. Participó en su primer Dakar, y a pesar de su desconocimiento de una carrera tan peculiar, consiguió dos victorias de etapa, toda una hazaña teniendo en cuenta a los pilotos con los que se enfrentaba. Se dio a conocer en los raids africanos de una forma ciertamente espectacular. Todo ello logrando posiciones muy brillantes en los campeonatos nacionales y mundiales de Enduro. La suerte estaba echada y a partir de ese momento, Roma no dejó de participar en pruebas de Enduro de alto nivel, pero su trayectoria deportiva quedó marcada por los raids africanos. Repitió una actuación destacada en el año ´98 cuando era el primer clasificado a mitad de rally, aunque no consiguió terminar. No dejó, sin embargo, de lograr extraordinarios resultados como una medalla de oro en los seis días de enduro o segundas posiciones en los Raids de Egipto y Dubai, además de victorias en las Baja de España e Italia.
El año 2000 fue el de su consagración internacional. Terminó el Dakar en la decimoséptima posición, muy lejos de la cabeza, pero lo hizo como verdadero vencedor moral, extremo que llegó a reconocer públicamente uno de sus mayores admiradores, Hubert Auriol, director de la carrera. Nani había ganado cuatro etapas de la carrera, era sólido líder y tenía la victoria en sus manos. Sin embargo, rompió el motor de su motocicleta a dos jornadas del final tras haber atravesado todo el continente africano. Fue una decepción muy cruel y ese triunfo podría haber dado, ciertamente, un vuelco a su carrera deportiva. A partir de ese momento, la trayectoria de Joan Roma se centró de forma clara en las pruebas más importantes de la temporada de raids, las carreras más selectas del campeonato de Enduro y, por supuesto, el Dakar, que se había convertido en el gran objetivo de su carrera deportiva. Se le resistía, eso es cierto, una y otra vez, pero ya se había consagrado como uno de los pilotos más destacados del panorama del off-road internacional. Había tomado con toda justicia el relevo de Arcarons, y a su estilo agresivo unía una personalidad desbordante y poco habitual en un piloto de raids. Roma se había convertido en un piloto muy querido, siempre accesible y dispuesto a compartir su experiencia con sus colegas de profesión, hombres como Isidre Esteve y el joven Marc Coma, que con el tiempo iban a convertirse en compañeros inseparables de pelea para conseguir la primera gran victoria en Africa. Un triunfo que, ciertamente, se resiste desde la gran decepción del año 2000, cuando Nani pasó una noche entera en el desierto esperando al camión de asistencia. El objetivo era llegar como fuese a Dakar, lo que no pudo ser ni en el 2001, 2002 y 2003. Diversas caídas y accidentes han privado a Joan de lograr el gran objetivo, desgracias deportivas que a causa de la televisión se han vivido casi en directo en todo el mundo, dando a su carrera deportiva una dimensión ciertamente épica.
Su lucha contra el desierto la han sufrido en carne propia miles y miles de aficionados. El no haber podido ganar el Dakar, sin embargo, no debe ser un borrón en una carrera deportiva realmente brillante. Victoria en el Rally de Túnez del 2002 y la Baja Aragón. Todo ello junto a esporádicas participaciones en algunas de las pruebas más destacadas del Campeonato de España de Enduro. También se quedó a un paso de la victoria en el 2003. Fabrizio Meoni era su rival y una caída con fractura incluida le llevó al hospital. Nada grave pero que le dejaba fuera de competición. Desde entonces, hace once meses de ello, Nani se ha preparado a fondo y es justo reconocer que los éxitos han llegado uno tras otro. Segunda plaza en la Baja Aragón, tercer puesto en la Copa FIM de Rallyes TT, tercera posición en el Rally de Túnez, tercera posición en el Rally de Marruecos y victorias en Cerdeña y Egipto.
Con ese historial y estas credenciales, Joan Roma es uno de los grandes e indiscutibles favoritos a la victoria en la 26ª edición del Dakar. Se ha preparado con más intensidad que nunca y llega en un perfecto estado de forma. Dispone de una moto que conoce a la perfección y tiene dos extraordinarios compañeros de equipo. Ahora todo está en sus manos y la respuesta, esperemos que positiva, llegará por su parte el día 18 de enero de 2004.