Todo pintaba que iba a ser una carrera buena para los pilotos Repsol. En Portugal habíamos aprendido muchas cosas, tanto Honda como Michelin, y cuando llegábamos a Motegi, donde aparecían ingenieros de HRC hasta de debajo de las piedras, ya íbamos un paso por delante respecto a otros circuitos.
El miércoles por la mañana, nos teníamos que coger el día libre, porque a diferencia de otras carreras, el material no había llegado, por el corto tiempo que tenían la gente de logística y lo exigentes que son los japoneses a la hora de pasar las aduanas. El equipo de Nicky, después de comer en el circuito (muchos prefieren comer allí antes que la comida japonesa) fue de visita al Honda Collection Hall (museo de Honda). Más tarde nos fuimos a hacer unas carreritas con los Karts, también propiedad de Honda, donde antes de poner los ‘bólidos’ en marcha te daban unos 5 minutos de clase teórica.
El viernes, mantenimiento de las motos, settings y desarrollos adecuados para el circuito, y el sábado Nicky en primera fila otra vez y con todo a punto para mejorar la cuarta posición de Estoril. Pero faltaba algo, la lluvia no había hecho acto de presencia en todo el fin de semana y desde que conozco Motegi, no ha habido un solo fin de semana de carrera en que la lluvia no se dejara ver. Pues el domingo amanecimos con lluvia, que en condiciones normales no tendría que ser ninguna preocupación, pero a medida que llegaba la hora para Nicky, veíamos más claro que iba a ser una de esas carreras complicadas ya que no estaba ni mojado ni seco.Y así fue, Nicky salió con los neumáticos de lluvia que destrozaría en unas vueltas, teniendo que entrar de los primeros a hacer el cambio de moto, y saliendo a pista con unos slick rallados, los cuales no había probado nunca, porque como todos sabréis, en el AMA (campeonato americano) de donde viene Nicky, cuando llueve paran las carreras hasta que el circuito está seco, de ahí su poca experiencia en mojado.
El domingo le costó coger el ritmo, lo que hizo que terminara la carrera en una posición de la que no estaba nada satisfecho. Pero aún nos quedaban dos días de entrenamientos por delante para preparar la carrera de Philip Island e intentar acabar el año demostrando por qué estamos aquí.