Desde el pasado domingo, y hasta el final de esta semana, “Nani” Roma se está entrenando en compañía de su preparador físico, Lluís Capdevila, en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, situado a 2.300 metros de altitud. El piloto Repsol está intensificando el trabajo físico, tanto aeróbico (resistencia) como anaeróbico (fuerza), en la parte final de su preparación para el Dakar 2009. Etapas andinas a más de 4.000 metros, jornadas de ocho o nueve horas al volante y condiciones muy variables de intenso calor durante el día y frío durante la noche harán especialmente importante contar con un buen tono muscular.
El entrenamiento de estos días se ha centrado en dos aspectos. En primer lugar, rutinas en el gimnasio enfocadas a los diferentes grupos musculares que se ven más afectados por la exigencia al volante en una carrera de estas características. Por ejemplo, las cervicales, los abdominales, o la zona lumbar; ya que deben amortiguar la violencia de los constantes golpes a los que se somete el cuerpo dentro del coche, en las rápidas pistas por las que discurre la carrera. Por otro lado, está el trabajo de resistencia física, imprescindible para las largas etapas al volante del Mitsubishi Racing Lancer.
Para ello, el piloto Repsol está subiendo con esquís de montaña a los diferentes picos de Sierra Nevada, y hoy, el objetivo ha sido el pico Veleta, de 3.395 metros de altitud. La elección de un marco como Sierra Nevada para ultimar toda esta preparación no es casual, sino que le sirve a “Nani” Roma para aclimatarse a la altitud, un factor a tener en cuenta cuando se prevén etapas en las que los pilotos estarán a más de 4.000 metros de altitud.
Nani Roma
“Visto el recorrido de esta edición, una cosa es segura: va a ser un Dakar muy exigente, y la preparación física va a ser un aspecto muy importante. Las condiciones son un poco una duda, ya que sabemos que tendremos mucho calor, y también que habrán etapas a mucha altitud, por lo que no está demás prepararse para ello. Además, conducir tantas horas en coche, y amortiguar todos los golpes de los saltos hacen que estar en buena forma sea imprescindible. Son muchos días de competición, y hay que estar al cien por cien todos los días, no se pueden dejar cosas al azar.”