Hemos vestido a Isidre Esteve, complemento a complemento, pesando uno por uno todos los elementos del equipamiento con el que disputará el Barcelona Dakar 2005.
¿Abrigo o confort, seguridad o comodidad? He aquí algunas de las preguntas que habitualmente se pueden plantear los pilotos del raid más famoso del mundo. Para Isidre Esteve, piloto del Repsol KTM Team y firme candidato a la disputa por la victoria final esta temporada, la respuesta a todos estos planteamientos coincide con la de la mayoría de sus rivales: comodidad y confort, pero con grandes dosis de seguridad. Una caída, sin las protecciones necesarias y sin llevar el equipamiento correctamente colocado, puede acabar en un instante con la actuación de un piloto en el Dakar y ponerlo directamente en el camino de regreso a casa. De ahí que sea tan importante ya no tan sólo la seguridad que los mismos complementos ofrecen, sino también una correcta colocación y sujeción de los mismos.
El piloto suele seguir una liturgia cada vez que se viste para subirse a su moto, ya sea entrenando durante los meses previos a la prueba o en cada una de las etapas africanas. Esta liturgia comienza con la ropa interior, un culotte con pocas costuras interiores que evitará las rozaduras en las etapas de más de 600 kilómetros, rozaduras que en una carrera tan exigente como el Dakar y sin tiempo apenas para la recuperación y el descanso, pueden convertirse en molestas heridas si no se tratan correctamente. Así, lo más cómodo es este culotte sin costuras internas al que nos referimos. A este elemento con nombre de origen francés se le suman unos buenos calcetines gruesos y largos hasta la rodilla-, en el que la transpiración toma un papel importante. Son gruesos para evitar heridas por el roce con el interior de la bota y también para apaliar el frío de las mañanas, porque en Africa por la noche hace bastante frío, sobre todo en el desierto, y los pilotos de motos en muchas ocasiones inician el enlace cuando todavía no ha amanecido. Para completar el conjunto de ropa interior, Isidre incorpora una camiseta aislante de manga larga que mantiene las costuras por fuera para evitar rozaduras en pecho, espalda u hombros del piloto.
Encima de esta primera camiseta le sigue una segunda de resguardo de la primera y sobre la que se acoplará toda la estructura de protecciones superiores realizadas en un plástico especial tratado, muy resistente a las caídas. Gracias a estas protecciones, que vienen correctamente acondicionadas en su interior para ofrecer un buen confort al piloto, el piloto mejora la defensa de sus extremidades superiores para que en caso de caída el mal sea menor. Al igual que es necesaria la protección superior del piloto, no hay que olvidar que una piedra lanzada por otro piloto o un golpe fuerte en una rodilla puede ocasionar serios problemas, así que las dos rodillas también van protegidas por unas estructuras de plástico y carbono que ofrecen resistencia en caso de caída, al tiempo que respetan el confort del piloto.
Una vez completamente vestido por dentro, la liturgia continúa y llega el momento en que los colores toman protagonismo. Primero una camiseta de manga larga por encima de las protecciones superiores con los colores Repsol, seguida por los pantalones de montar en moto, de kevlar y nylon acompañados por tiras elásticas para facilitar su adaptación a las piernas del piloto, siendo complementadas ambos elementos por la chaqueta superior, también de kevlar y nylon, con infinidad de bolsillos, cierres y cremalleras para abrir pequeñas entradas de aire que ventilarán el torso del piloto en las cálidas jornadas por el desierto. En un bolsillo lateral del brazo derecho, no debemos olvidar un pequeño bolsillo en el que ubicamos una brújula manual y unos tapones para los oídos.
Ya uniformado de arriba abajo, llega el turno de las botas y el resto de complementos. Las botas, el elemento más pesado del conjunto con sus más de tres kilos, deben ofrecer seguridad, confort y al mismo tiempo tacto al piloto para poder realizar las operaciones de frenado y cambio de marchas sabiendo lo que hace. Mezcla de piel, plástico especial, kevlar y almohadillado en su interior para un perfecto confort del pie del piloto, es un elemento clave de la vestimenta de cualquier piloto, puesto que los pies sufren mucho durante tantas horas enclaustrados, con altas temperaturas por la cercanía del motor y realizando constantemente cambios de marchas. Una pequeña e insignificante herida en un pie puede acabar convirtiéndose en un tormento para el piloto.
La gorra, utilizada por el piloto para entrevistas y cuando se encuentra expuesto al sol durante los momentos que no se está sobre la moto, el pañuelo para el cuello, el casco fabricado con fibra de carbono-, las gafas, los guantes y el camelback pequeña mochila con depósito de dos litros de agua para poder ir bebiendo-, completan el equipamiento del piloto. En total son 11603 kilos los que pesan el conjunto de complementos que viste el pilotos, a lo que sumado su propio peso, 72 Kg., nos llevan a un total de 83603 Kg., que es el peso de Isidre Esteve completamente equipado.
– Piloto: 72.253 gr. |