A pesar de algunos problemas iniciales, el de Oliana llega a la jornada de descanso como quinto clasificado y con opciones de cara a la victoria final.
Tras un inicio de carrera plagado de infortunios, que le llegaron a situar a más de 18 minutos del líder, el piloto Repsol logró la victoria en la etapa Tidjikja-Atar. Eso le ha permitido llegar a la etapa de descanso a ocho minutos del líder Meoni, mantenerse en el grupo de cabeza y conservar sus opciones de victoria final. Aún queda mucho kilómetros por recorrer y muchos obstáculos por superar, pero Esteve se muestra tranquilo y con confianza después de superar ese momento crítico.
– ¿Cómo has visto esta primera mitad de la carrera?
‘Creo que la nuestra ha sido una primera parte bastante diferente que la de los coches; las motos se han dedicado a controlar la carrera sin que haya habido demasiados problemas. En la clasificación general se ve bastante bien que somos un grupo de ocho pilotos separados por una diferencia máxima de menos de 20 minutos. Será a partir de ahora cuando empiece la carrera de verdad para nosotros.’
– ¿Cómo ves a tus rivales?
‘De todos, yo creo que sólo hay un piloto que realmente marque la diferencia, Meoni. Sólo por el hecho de que él ya sabe lo que es ganar el Dakar. Todos los demás, Caldecott, Fretigne, Marc, Desprès, Ullevalseter, yo mismo… somos pilotos jóvenes que tenemos muchas ganas de hacerlo bien y ganar. Creo que eso es lo que convierte esta prueba en una carrera muy abierta e interesante, en la que cualquiera puede ganar algunas etapas e incluso la carrera. Espero que siga así hasta el final.’
– ¿Te preocupa Cyril Desprès?
‘No más que el resto. Como he dicho, sólo veo diferente del resto a Meoni. Desprès es un piloto joven con ganas de ganar, con más o menos la misma experiencia que nosotros y con nuestra misma moto. Creo que sólo nos diferencia el patrocinador.’
– ¿Cómo ves a tu compañero Marc Coma?
‘Fenomenal, le felicito. Ha hecho una primera mitad de carrera muy buena, sin cometer errores y sin tener problemas. Lo ha hecho muy bien y de hecho está ahí delante.’
– Te ha sorprendido la actuación de Caldecott?
‘No, de hecho el año pasado cuando yo lideré el Dakar durante la primera semana, él era un piloto que estaba conmigo delante. Lo que pasó es que tuvo mala suerte, se le enganchó el pie en una duna y se lo rompió. El año pasado fue muy bien y este año simplemente está ratificando su competitividad.’
– En esta edición te ha tocado superar un momento psicológicamente muy duro, ¿cómo lo has superado?
‘Durante la primera semana, cada día sufrí algún que otro problema que me hizo perder un poco de tiempo cada día. Parecía que no había ningún día en el que las cosas salieran bien, en el que no hubiera problemas. Cuando llegué a Tichit a 19 minutos estaba fatal; me había quedado sin gasolina y había perdido unos diez minutos esperando hasta que llegó Gio Sala. Me pasaron un cúmulo de cosas que me hicieron sentir un poco hundido. Pero por otro lado sabía que la carrera era larga y que aún tenían que pasar muchas cosas. Estaba seguro que todo se arreglaría y que los buenos momentos volverían. De hecho ayer llegó la victoria y eso, además de contribuir a recuperar la confianza, me ha permitido recortar bastante tiempo en la clasificación general y me ha colocado en buena posición de cara a esta segunda mitad.’
– De las etapas que vienen ahora, ¿dónde crees que puedes sacar ventaja?
‘Esta primera etapa será un poco difícil para mí, ya que me tocará abrir la pista, pero tengo bastante confianza en que todo vaya bien. Creo que las tres primeras etapas tras el día de descanso marcarán la diferencia. Cada piloto intentará dar lo mejor de sí mismo para tratar de marcar una diferencia antes de entrar en la zona de la sabana y Senegal.’
– ¿Qué ha sido lo mejor hasta ahora?
‘Sin duda, ganar la etapa. Ganar siempre es magnífico porque es donde se refleja el trabajo que se ha hecho.’
– ¿Y lo peor?
‘Quedarme sin gasolina. Me hizo perder bastante tiempo y me sentí muy impotente. Estaba a 15 Km de la meta y me quedé parado, pero tuve la gran suerte de que Sala no venía muy lejos y enseguida me vio. El también llevaba muy poca gasolina, así que no tuvimos suficiente con desmontar un depósito, tuvimos que sacar los dos laterales traseros. A partir de ahí, los dos tuvimos que ir muy despacio hasta el final; ya no nos podíamos volver a quedar sin gasolina y si eso pasaba, Gio ya no me podría dar de la suya…’