Marruecos se distingue por la calidez de sus gentes, el colorido de los paisajes, sus antiguas y exóticas ciudades, la belleza cegadora del desierto y por sus extensas playas. Este país, que durante siglos ha atraído a poetas, artistas, escritores y aventureros en busca de exotismo y aventura, representa para muchos el primer contacto con África y la cultura islámica. La experiencia puede resultar chocante por sus innumerables contrastes, paisajes abigarrados, aromas extraños y sensaciones irrepetibles. Marruecos constituye un estimulante y embriagador desafío para los sentidos, además de gozar de una tradición arquitectónica increíblemente rica y una deslumbrante historia cultural.
Estado monárquico de África septentrional, Marruecos está ubicado en la punta más occidental de África del Norte, con unas coordenadas geográficas de 32º 00′ Norte, 5º 00′ Oeste. Limita al sureste con Argelia, al sur con Mauritania, Argelia y el Sahara Occidental, al norte con el Mediterráneo y al oeste con el océano Atlántico. Marruecos se encuentra a sólo 14 Km de distancia de España, cruzando por el estrecho de Gibraltar. El contorno de Marruecos se lo reparten la tierra y el mar prácticamente a partes iguales. La costa marroquí supone 1.835 Km, mientras que la línea de tierra constituye 2.017 Km, de los que la frontera con Argelia representa la práctica totalidad con 1.559 Km Las fronteras con las ciudades de Ceuta (Sebta) y Melilla, situadas en la costa norte y bajo administración española, cubren 6,3 y 9,6 Km respectivamente, mientras que la del Sahara Occidental es de 443 Km
Con una superficie de casi 500.000 Km², el agua sólo ocupa 250 Km2 y el contorno suma un total de 2.017 Km El territorio es predominantemente montañoso, con una altura media de 800 metros sobre el nivel del mar. Existen dos sistemas diferenciados, el Rif y el Atlas. Las Montañas del Rif se extienden a lo largo de la costa norte y encontramos en el Jebel Tidirhine su punto más álgido con 2.458 m. La cordillera del Atlas atraviesa el país por la mitad, desde las llanuras fértiles hasta las playas de la costa Atlántica. El Atlas está compuesto por tres macizos montañosos. Al sur el Gran Atlas, donde la altitud máxima se registra en el monte Toubkal con 4.180 metros; al suroeste el Anti Atlas, al sur del cual comienza el Sahara. La cordillera del Atlas Central, situada al norte, alcanza los 3.290 m. y está cubierta de bosques de pino, roble y cedro, pastizales y pequeños lagos. La mayor parte de los ríos que nacen en el Atlas se pierden en el desierto, pero los ríos más importantes como el Oum-er-Rbia y el Sebou desembocan en el Océano Atlántico, mientras el Mouloya lo hace en el Mediterráneo.
Con la gran diversidad geográfica de la que goza Marruecos, el clima también es muy variado: mediterráneo en la costa, con condiciones más extremadas en el interior. La mayor parte del año es templado por el Atlas y las brisas marinas, que en la costa impiden los calores estivales. En invierno, raramente la temperatura baja de los 10º y las heladas se desconocen. En el interior, el clima es continental; los veranos pueden llegar a ser muy calurosos, así como fríos los inviernos. En primavera y verano, en las llanuras, los días son cálidos o calurosos, alrededor de 30ºC, mientras que las noches son frescas e incluso frías, bajando los termómetros hasta los 15ºC.
Demográficamente, la población marroquí, de casi 30 millones de habitantes, está constituida por beréberes (29%) y árabes (70%), en gran parte mezclados. Con una densidad de población media de 65 habitantes por Km², la población es en un 48% urbana y en un 52% rural. La tasa anual de crecimiento se sitúa sobre el 2,1%, y la esperanza de vida media es de 68 años (la de las mujeres supera la de los hombres). La tasa de natalidad es de 27,39 nacimientos/1.000 personas y la de mortalidad infantil, un indicador relevante en cuanto a desarrollo de un país, ronda los 43,2 fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos.
El idioma oficial es el árabe, mientras que, debido a su pasado colonial, el francés es el lenguaje de los negocios, del gobierno y el diplomático. Una minoría importante habla dialectos bereberes, aunque también es frecuente el castellano. Más de la mitad de la población no sabe leer ni escribir, y el analfabetismo es mayor entre las mujeres. La religión que se profesa es mayoritariamente musulmana (98,7%), con minorías judías (0,2%) y cristianas (1,5%).
El Dirham marroquí es la moneda oficial y presenta una equivalencia de 0.09 ¬. La base de la economía está en la agricultura (árboles frutales y cereales), la minería (fosfatos), y la pesca. El suelo es fértil, pero las cosechas son desiguales por las sequías. La industria del país esta en fase de desarrollo (productos alimenticios, fertilizantes, tejidos y turismo). Con un PIB de 31,5 miles de millones de dólares y una inflación del 2%, es uno de los países menos castigados por la deuda externa, que alcanza los 18 billones de dólares. A pesar de ser uno de los países africanos más avanzados, una quinta parte de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Marruecos cuenta con una amplia red de comunicaciones, con casi 60.000 Km de carreteras, 1.893 Km de vías ferroviarias y 23 aeropuertos.
Conocido cono Reino de Marruecos, Al Mamlakah, Al Majhribiyah o Al Magrib, Marruecos consiguió la independencia de Francia el 2 de Marzo de 1956. Actualmente se rige por una Monarquía constitucional, desde que el 10 de Marzo de 1972 se aprobara la Constitución, revisada el 4 de septiembre de 1992. Desde 1999, el Rey Mohammed VI es Jefe del Estado y por ello, también la máxima autoridad religiosa del país. Abderrahmane Youssoufi fue designado por el rey Asan II en 1998 como Jefe del Gobierno, cargo que ocupa desde entonces. El Gobierno está formado por un Consejo de Ministros designado por el Rey, y el sistema legal está basado en las leyes islámicas, francesas, españolas y las propias decididas por las legislaturas de la Corte Suprema de la Cámara Constitucional. La Cámara de Representantes constituye por dos tercios elegidos mediante sufragio universal directo -la edad mínima para votar son 21 años-, y un tercio por sufragio directo de los colegios electorales del Gobierno, de los profesionales y de los sindicatos. Administrativamente, el reino alauita está dividido en 37 provincias y 2 wilayas (Rabat y Casablanca). La capital administrativa está situada en Rabat, al norte, mientras que la capital económica se sitúa en Casablanca, al sur.
La primera presencia documentada a lo largo de la historia demuestra la existencia de comunidades beréberes (berebere significa ser libre), que habitan la región desde hace más de 3.000 años. Durante siglos, los beréberes se mantuvieron impenetrables a la dominación e influencia de otros pueblos expansionistas, como los fenicios y los romanos, que se fueron asentando en sus costas. En el siglo III, la llegada del cristianismo marcó el futuro de otros muchos pueblos cercanos, pero de nuevo la población autóctona berebere se mantuvo en gran medida fiel a sus creencias y cultura tradicionales. Primero los romanos y luego los vándalos, los griegos bizantinos, hasta que finalmente, a finales del siglo VII, fueron los árabes, que se habían extendido por todo el norte de África, los que se asentaron en Marruecos como territorio de influencia. Fue entonces cuando los primeros emigrantes árabes comenzaron a cambiar esta impermeabilidad cultural y, lentamente, el Islam fue imponiéndose como la guía cultural en los siglos venideros hasta la actualidad. Portadores de la nueva cultura, los emigrantes y conquistadores árabes se hicieron con el control político, relegando a la población autóctona a posiciones socialmente menos relevantes.
Marruecos fue una de las últimas zonas de África en atraer el interés de los países europeos que, durante el siglo XIX, pugnaban por hacerse con el mayor espacio africano posible. No será hasta principios del siglo XX cuando, franceses y españoles, se repartan Marruecos. Desde 1912 (Tratado de Protectorado entre Francia y España), el imperio marroquí quedó dividido en tres zonas: la zona francesa, la zona española y la zona internacional. Marruecos logró la independencia en 1956. El primer jefe del nuevo estado fue el Sultán Mohammad V, que cambiaría su título por el de Rey de Marruecos. En 1961 murió Mohamed V y le sucedió en el trono su hijo Hassan II. En enero de 1969, España restituyó a Marruecos el territorio de Ifni, y entre 1976 y 1979, Marruecos se anexionó la totalidad del Sahara Occidental (anteriormente conocido como Sahara español). Hassan II murió en 1999 y le sucedió su hijo Mohamed VI, regente actual del Reino de Marruecos.