Marc Márquez

Dicen que todos los caminos llevan a Roma, pero en el caso de algunos, cuando en los genes va impresa la pasión por las motos, todos los caminos llevan al Mundial de Motociclismo. Marc Márquez saltó por primera vez al ruedo del Continental Circus con 15 años recién cumplidos, todo un reto, se mire por donde se mire. Sin embargo, parece que no podía ser de otra forma cuando su padre era uno de los miles de apasionados que, año tras año, viajaba en moto hasta el Gran Premio de Jerez. No es de extrañar que a los cuatro años Marc le pidiese una moto a los Reyes Magos y el deseo le fuese concedido.

En febrero de 1993, Checoslovaquia desaparecía tras 74 años de historia y hacía nueve meses que el Futbol Club Barcelona había conquistado su primera Copa de Europa en Wembley. El día 17 de ese mes nacía en Lleida un futuro campeón. El joven Marc ha vivido siempre en Cervera, una pequeña población cercana a la capital ilerdense, en la que vive con sus padres y su hermano Álex, tres años menor, que ha seguido sus pasos y también sabe lo que es proclamarse Campeón del Mundo, después de lograr el título de Moto3 en 2014.

Con cuatro años, Marc Márquez pidió una moto a los Reyes Magos, y con dos ruedecitas para no perder el equilibrio, empezó a hacer sus primeros pinitos. Iba con su padre a una explanada cercana a su casa, a un polígono o incluso al campo de un amigo, y aquello precedió sus primeras carreras al cumplir cinco años, cuando participó en el “Enduro per nens”, en la categoría de iniciación. Él hubiese preferido practicar motocross, una competición más divertida, en la que todos los pilotos toman la salida al mismo tiempo y donde podía medirse de tú a tú con otros niños, sin tener que mirar una tabla de tiempos al concluir la prueba. Sin embargo, en ese momento no existía categoría para su edad en el motocross.

Al año siguiente, en 1999, su padre le compró una KTM 50 de segunda mano, con la que siguió disfrutando del enduro, y además se estrenó en motocross. En 2000, aunque continuó compitiendo en enduro, consiguió ser subcampeón de Cataluña de motocross, y un año más tarde, subir el escalón que le faltaba y proclamarse Campeón de Cataluña en la categoría de iniciación. Siguió practicando enduro, disciplina en el que terminó cuarto, ese año con una Kawasaki 65, ya con marchas.

De la tierra al asfalto

Sin embargo, ese año su vida daría un importante giro. La Federación Catalana de Motociclismo lanzó la Copa Conti, una prueba de promoción de velocidad en la que iban incluidas la moto, el casco, el mono, los guantes, las botas y la licencia. Sus buenas maneras en las carreras más rápidas de motocross le impulsaron a probar suerte en el asfalto de los circuitos de karting, aunque los inicios fueron un poco desalentadores. Marc, acostumbrado a estar delante en motocross, no tenía muy claro eso de no ganar carreras. Sin embargo, a media temporada comenzó a sentirse más cómodo y decidió repetir al año siguiente.

Fue entonces cuando entró en Procurve, un equipo de Mataró con el que acabó tercero de la Copa Conti. Siguió practicando motocross, pero decidió centrarse en las competiciones de velocidad, y con ese mismo equipo dio al año siguiente el salto a los circuitos grandes, dentro del marco del Open RACC 50, un campeonato catalán de seis carreras disputadas en Montmeló (2), Calafat (3) y Can Padró (1). Se suponía que ese primer año debía ser de adaptación y aprendizaje, pero Marc se proclamó campeón con una autoridad aplastante, llegando a cruzar la meta con 20 segundos de ventaja sobre sus rivales en alguna de las carreras.

Vistos los excelentes resultados cosechados en 2003, al año siguiente Márquez anticipó el salto al octavo de litro a lomos de una Honda 125 GP. Pasó a formar parte del equipo RACC Impala, junto a Pol Espargaró, dos años mayor que él, y tras las seis carreras disputadas en Montmeló (2), Valencia (2) y Albacete (2), se proclamó subcampeón, por detrás de su compañero de equipo.

Un año más tarde, el equipo se reestructuró, pasó a llamarse RACC CajaMadrid y entraron a formar parte de él mecánicos de Monlau. Fue un año importante para él, ya que conoció a Emilio Alzamora, Campeón del Mundo de 125cc en 1999. Durante esa temporada se proclamó Campeón de Cataluña de 125cc, además de adjudicarse el Campeonato de Cataluña de Supermotard en la categoría de 85cc, una especialidad que se tomó como  entrenamiento. Al año siguiente repitió título en el Campeonato de Cataluña, al tiempo que se estrenaba en el Campeonato de España de Velocidad (CEV), consiguiendo la octava posición final.

En el año 2007 repitió en el CEV, esta vez con KTM, pero las numerosas caídas no le permitieron pasar de la novena posición final. Márquez, con su 1,50 cm de estatura y sus 43 kg de peso, debía llevar un lastre de casi 20 kg en la moto que le perjudicaba notablemente en los cambios de dirección, ya que las inercias de la montura lo arrastraban fuera de la pista. Aún así, consiguió ganar una de las siete carreras del campeonato, en concreto la disputada en el circuito de Jerez.

Debut en el Mundial

Al final de la temporada 2007, poco antes de la última carrera en Valencia, acudió con Emilio Alzamora al circuito Ricardo Tormo de Cheste con  motivo del Gran Premio de la Comunitat Valenciana. Envuelto en el ambiente mundialista, Márquez pensaba que iba allí para aprender y prepararse para la última cita del CEV. Sin embargo, Alzamora le tenía guardada una sorpresa: el año siguiente él formaría parte de toda la gran familia del Mundial de Motociclismo. Entre sorprendido y exultante, Marc aceptó el reto y en  2008 se embarcó en una nueva odisea, en la que aprender y seguir creciendo como piloto.

Su estreno en el Mundial de Motociclismo fue con los colores del Repsol KTM Team, en el Gran Premio de Portugal, celebrado en Estoril. Durante la pretemporada, una inoportuna caída en Jerez se saldó con una fractura en el brazo derecho que le impidió tomar la salida en las dos primeras carreras, pero a mediados de abril pudo finalmente debutar. Márquez ya dejó destellos de su talento en esa primera carrera, pero fue en su segunda salida, en China, donde sumó sus primeros puntos y dejó claro el tremendo potencial que atesoraba.

En las siguientes carreras volvió a dejarse ver con mayor o menor fortuna entre los puestos delanteros, pero fue en su sexta carrera, en el Gran Premio de Inglaterra, donde consiguió marcar un auténtico hito en la historia del motociclismo. Márquez cruzó la meta en tercera posición, convirtiéndose en el segundo piloto más joven de todos los tiempos en subirse a un podio mundialista y en el español más joven en lograrlo.

A lomos de una KTM, el piloto Repsol fue alternando grandes actuaciones, como en San Marino e Indianápolis, con algún traspiés, como el que en el Gran Premio de Malasia dio por concluida su temporada antes de tiempo. En los entrenamientos, Marc fue arrollado por un rival, con tan mala fortuna que su pierna quedó atrapada entre la rueda y el basculante, rompiéndose el cartílago de crecimiento de la tibia. Aún así, el balance de la temporada fue espléndido, firmando la decimotercera posición final, incluso habiéndose perdido cuatro carreras por lesión.

Segundo año en el Mundial

De nuevo con los colores de Repsol, Marc repitió en su segunda temporada mundialista los destellos que doce meses antes deslumbraron a propios y extraños, batiendo nuevos récords de precocidad: en el Gran Premio de Francia, el piloto Repsol se convirtió en el segundo piloto más joven de la historia del Campeonato del Mundo en conseguir una pole position. Luciendo nuevamente el número 93 en su carenado, cifra que ilustra el año en el que nació, disputó la temporada en el equipo de fábrica de KTM, luchando semana tras semana por subir al podio. Lo logró en la tercera cita del año, en Jerez, y aunque en numerosas ocasiones se le vio en el grupo delantero, la mala fortuna y las caídas se aliaron para que no lo repitiese en el resto de la temporada.

Desde el arranque del Mundial, Márquez asomó en el grupo delantero y en el Gran Premio de Catar se dio una situación que se repitió en más ocasiones durante el año: una caída cuando estaba en disposición de luchar por una plaza de podio. En Francia, Alemania, Inglaterra, Portugal y Valencia, Márquez se quedó con la miel en los labios después de soberbias actuaciones que daban fe de su talento.

Pese a todas las vicisitudes, Márquez cumplió con su objetivo: terminar cada Gran Premio entre los cinco primeros en casi todas las carreras. En muchas ocasiones, quedó patente que estaba a un nivel superior al que su propia moto –una KTM, marca que precisamente anunció a final de temporada su retirada del Mundial– le permitía competir. Considerado una de las jóvenes joyas del motociclismo español, no le faltaron ofertas para 2010, temporada que el piloto Repsol afrontó con el equipo Ajo Motorsport al manillar de una Derbi.

Campeón del Mundo

Era su tercer año en el Continental Circus y el primero disponiendo de las mismas armas que el resto de sus rivales. Con una moto idéntica a la de los demás candidatos al triunfo en cada carrera, la temporada vio la eclosión de Marc Márquez, que no desaprovechó la ocasión de seguir marcando hitos en su corta pero ya destacada carrera como piloto. Desde la pretemporada, el piloto Repsol rodó a ritmo de récord, evidenciando una gran adaptación a su nueva moto y equipo.

Una vez en la primera carrera, Márquez dejó entrever sus aspiraciones adjudicándose la pole y terminando en el podio, aunque terminando con la sensación de poder haberlo hecho mejor. Sin embargo, pronto se encontró la primera piedra en su camino: después de una nueva pole en el segundo Gran Premio de la temporada, disputado en Jerez, en carrera la mala suerte se cebó con él. No se había completado ni la primera vuelta cuando se le rompió el tubo de escape, con el infortunio añadido de desprenderse sobre la rueda trasera en una de las rápidas curvas del circuito andaluz. Marc salió despedido y se dislocó el hombro derecho.

Esforzándose al máximo en su recuperación, subió de nuevo al podio en la siguiente prueba, en Francia, antes de conseguir dos semanas después la primera victoria de su carrera deportiva, en el Circuito de Mugello. Un triunfo que sacó a relucir el talento del piloto Repsol, que se adjudicó consecutivamente las cuatro siguientes carreras, logrando además otras tantas pole positions y batiendo récords de precocidad logrados años atrás por un joven Valentino Rossi.

La pausa veraniega interrumpió el estado de gracia de Márquez, que en los primeros entrenamientos del Gran Premio de la República Checa sufrió una caída en la que se dislocó el hombro izquierdo. Aún así, logró disputar la carrera, y pese a montar un neumático equivocado que se degradó completamente, terminó en séptima posición. Aplicándose nuevamente en su recuperación física, el piloto de Cervera (Lleida) exhibió dos semanas más tarde el nivel del que hizo gala antes del verano. Sin embargo, un error en el bacheado Circuito de Indianápolis le llevó al suelo cuando dominaba con autoridad la carrera. Aún así pudo terminar décimo –pese a ser penalizado con 20 segundos–, y mantenerse en cabeza en el Mundial.

Un liderato que, si bien consolidó con una nueva victoria en la siguiente prueba disputada en San Marino, perdió dos semanas después en el Gran Premio de Aragón, cuando en la primera curva fue arrollado por otro piloto, firmando su segundo cero de la temporada. Encaró entonces la gira asiática con determinación y con el objetivo personal de regresar a España como líder de la categoría. Y así fue, ya que Márquez dominó con una contundente autoridad tanto en Japón, como en Malasia y Australia, anotándose en las tres pruebas tanto el mejor tiempo en entrenamientos como la victoria. Sin duda, éste fue un paso importante en su lucha hacia el título, realizando un triplete sencillamente perfecto, sin cometer un solo error.

Entonces llegó el Gran Premio de Portugal, donde Marc Márquez maravilló al mundo del deporte con una actuación digna de una película de Hollywood. Con la carrera interrumpida por la lluvia, el piloto Repsol se cayó en la nueva vuelta de formación de parrilla, a menos de diez minutos del inicio de la carrera, reparando su moto in extremis en la entrada de su box con la ayuda de todos sus mecánicos e incluso los de otros pilotos. Salió desde la última posición de la parrilla, pasó cuarto en el primer giro tras realizar una primera vuelta soberbia y finalmente conquistó una épica victoria justo por delante de Nico Terol. Pol Espargaró, décimo, quedaba ya descartado de la lucha final por la victoria, un duelo por el título que se decidiría en Valencia e iba a ser únicamente cosa de dos: Marc Márquez y Nico Terol.

El piloto Repsol llegaba a la última cita de la temporada con una ventaja de 17 puntos en la general, pero muy consciente de que el Mundial no se había terminado y que hasta la bandera de cuadros había que mantener la concentración. En un fin de semana perfecto y sin cometer el más mínimo error, Márquez sumaba una nueva pole a su impresionante temporada, igualando como piloto con más poles en un campeonato a una leyenda viva del Motociclismo: el también piloto Repsol, Mick Doohan. En carrera corrió con la madurez que le había caracterizado durante toda la temporada, aunque por una vez evitando entrar en la lucha por la victoria. Su cuarta posición final le permitía entrar en meta celebrando su título, y proclamarse a sus 17 años, con 10 victorias y 12 poles, Campeón del Mundo de 2010 de 125cc.

Subcampeón del Mundo de Moto2 en su primer año

Habiendo logrado el título, el paso natural del joven piloto Repsol fue cambiar en 2011 de categoría y seguir así su imparable progresión. Enrolado en un equipo creado alrededor suyo, Márquez contó con técnicos de sobrada experiencia para saltar a la cilindrada intermedia. Tomar las medidas a la categoría le costó cuatro carreras al piloto Repsol. Y es que las caídas en las tres primeras pruebas fueron las mejores lecciones para el alumno Márquez en el nuevo curso, el de Moto2. A partir del Gran Premio de Francia, el debutante protagonizó una remontada que sería muy recordada.

Tras sumar tres ceros consecutivos, una victoria en Le Mans y un segundo puesto en Montmeló, el joven piloto de Cervera sufrió otra caída cuando ocupaba los primeros puestos del Gran Premio de Gran Bretaña. Éste fue el último toque de atención de la categoría antes de realizar una remontada histórica. Una serie de tres victorias consecutivas —Assen, Italia y Alemania—, un segundo puesto —Brno—, tres victorias consecutivas más —Indianápolis, San Marino y Aragón— y un nuevo segundo puesto —Motegi—, le sirvieron al piloto Repsol para mostrar su talento y maravillar al mundo del motociclismo.

Hasta 82 puntos recortó en once carreras el piloto de Cervera al líder del campeonato, Stefan Bradl, para situarse al frente de la clasificación. Si esta remontada pasó a la historia, también lo hizo la que firmó en el Gran Premio de Australia. Tras ser penalizado en los entrenamientos libres, Marc Márquez salió desde la 38ª posición en la parrilla de salida. Aquel domingo de carrera, Phillip Island vio cómo un joven de 18 años volaba sobre el asfalto aussie y finalizaba en el podio después de adelantar a 35 rivales.

Estas siete victorias, tres segundas posiciones y un tercer puesto, le valieron a Márquez para proclamarse Rookie del Año 2011. Sólo una caída en los entrenamientos libres del Gran Premio de Malasia —penúltima prueba del Campeonato— impidió que el piloto Repsol pudiera disputar las dos últimas pruebas del calendario y se tuviera que conformar con el subcampeonato del Mundial de Moto2 en su primer año.

Campeón del Mundo de Moto2

Marc Márquez afrontó su segundo año en la categoría intermedia con las máximas aspiraciones posibles. Acompañado por la misma estructura del año anterior, el piloto Repsol luchó por repetir desde el primer Gran Premio la brillante temporada realizada en 2011, en una cilindrada que se había convertido en la más competida del Mundial. Una auténtica selva en la que hizo gala de todo su talento y en la que se erigió Campeón en la penúltima cita de la temporada.

El arranque del año no fue fácil para Márquez, tras perderse prácticamente toda la pretemporada mientras se recuperaba de la lesión sufrida en los entrenamientos libres del Gran Premio de Malasia de 2011, y que le impidió participar en las dos últimas citas del calendario, despidiéndose de sus opciones al título. Marc llegó al Gran Premio de Catar, primera prueba de 2012, habiendo acumulado muy pocos kilómetros sobre su Moto2 y pese a todo, partió como uno de los favoritos para llevarse el título de la categoría.

No defraudó. El piloto Repsol se sobrepuso a todo y a todos y consiguió la victoria en el trazado catarí, demostrando que estaba completamente recuperado. Le siguió un segundo puesto en Jerez y otro triunfo en Portugal. En la cuarta prueba, disputada en el circuito de Le Mans, el de Cervera se hizo con la pole, pero en carrera sufrió una caída bajo el intenso aguacero que bañaba la pista francesa. Un traspié que vino seguido de 9 podios en 12 carreras. Ocho victorias —Catar, Portugal, Holanda, Alemania, Indianápolis, República Checa, San Marino y Japón—, dos segundos puestos —Jerez y Aragón— y tres terceros —Cataluña, Gran Bretaña y Australia—, que le señalaban un año más como máximo candidato al título.

Con todo a su favor, la lluvia le volvió a jugar una mala pasada en el Gran Premio de Malasia. A tres vueltas del final de carrera y cuando era virtualmente Campeón, el piloto Repsol se fue al suelo. Afortunadamente, la gran ventaja acumulada en las pruebas precedentes le permitió apenas una semana más tarde conquistar tan ansiado título.

El Campeón del Mundo de Moto2 de 2012 firmó unas cifras extraordinarias tras un año redondo: se convirtió en el piloto menor de 20 años con más victorias en su palmarés, 25, subió al podio en 13 ocasiones de 16 posibles esta temporada y batió el récord de puntos obtenidos en Moto2 al sumar 299 —a falta de disputarse un Gran Premio—. Con el título ya bajo el brazo, Marc Márquez pudo disfrutar sin presión de la última prueba del calendario y se despidió de la categoría por todo lo alto ante su público, con la mirada puesta en MotoGP.

 Ganador del título de MotoGP en su año de debut

Marc Márquez se unió en 2013 a las filas del laureado equipo Repsol Honda con la intención de aprender y adaptarse a la categoría reina, pero apenas llegó, empezó a batir récords carrera tras carrera. Con un total de 334 puntos en su casillero el de Cervera se proclamó el piloto más joven en ganar un título de MotoGP. Con unas cifras increíbles, Márquez hizo historia, una vez más, en el Mundial del Motociclismo.

Su debut fue brillante; bajo los focos del circuito de Losail, Márquez consiguió su primer podio. Con el tercer puesto conseguido, el joven piloto Repsol se convirtió en el piloto más joven en finalizar en las posiciones de honor de la era MotoGP –20 años y 49 días–. La victoria y el liderato de la general no tardaron en llegar. Tras partir desde la pole position, el del equipo Repsol Honda se alzó con la victoria en el trazado de Austin, escenario de la segunda cita del calendario. Con 20 años y 63 días, Márquez se apuntó el récord de ser el piloto más joven en ganar una carrera de la máxima categoría.

El Continental Circus aterrizó en España, Márquez no bajó el nivel en la pista jerezana; tercer podio consecutivo que le mantenía al frente de la clasificación general. En Francia se enfrentó a su primera carrera con lluvia sobre la MotoGP, partiendo por segunda vez desde la pole, Marc perdió algunas posiciones y tuvo que recurrir a una de sus características remontadas para escalar hasta la tercera plaza y firmar su cuarto podio consecutivo.

La racha se rompió en Italia, difícil fin de semana donde sufrió una aparatosa caída en los segundos entrenamientos libres que le provocó una abrasión en la barbilla y una fisura en el húmero del brazo derecho. Pese a ello, Márquez disputó la carrera pero no pudo terminarla al irse al suelo yendo segundo cuando restaban 3 vueltas para el final. Se reencontró con el podio en Cataluña –tercero– y segundo en Holanda pese a correr con dos pequeñas fracturas en el pie y mano derecha tras una caída en los últimos entrenamientos libres.

Le siguieron cuatro victorias consecutivas; fin de semana perfecto en Alemania, donde Márquez se hizo con la pole position, la vuelta rápida y el triunfo. Resultados que le colocan de nuevo como líder de la categoría, puesto que ya no dejará en lo que resta del campeonato. Un adelanto de infarto a Rossi en el mítico Sacacorchos de Laguna Seca le otorgó el primer puesto, circuito en el que Marc batió dos récords más: primer novato en vencer en el trazado norteamericano y piloto más joven en ganar dos pruebas seguidas en la categoría reina. Otro Gran Premio impecable en Indianápolis; la victoria proclamó a Márquez como el conquistador de las Américas 2013, al ganar la tercera y última prueba disputada en los Estados Unidos. Suma y sigue en República Checa, su victoria le valió ser el primer piloto en ganar cinco carreras en la temporada de su debut.

En Silverstone finalizó en una meritoria segunda plaza tras sobreponerse a una luxación de hombro sufrida tras una dura caída en el warm up. Repitió posición en San Marino, donde dominó las cinco sesiones libres y se adjudicó la sexta pole position del año. En el trazado de MotorLand Aragón volvió a ganar saliendo primero de la parrilla, firmando la sexta victoria de la temporada. El paddock cruzó de nuevo medio mundo para dar inicio a la gira transoceánica. Primera parada: Malasia, donde Márquez quedó segundo, ampliando la distancia al frente de la clasificación general.

Le siguió la cita celebrada en uno de los circuitos más populares: Phillip Island. Un problema general de degradación con los neumáticos Bridgestone obligó a Dirección de Carrera a tomar la decisión de reducir la prueba a un total de 19 vueltas, con cambio obligatorio de moto como muy tarde en la décima vuelta. Un error en la planificación del equipo técnico de Márquez hizo que éste entrara en el pit lane para realizar el cambio durante el undécimo giro y eso fue causante de su descalificación. Manteniendo la concentración y dejando atrás lo sucedido en Australia, en el trazado de Motegi sumó otros 20 puntos para acercarse todavía más a su sueño, conquistado en Valencia con 20 años y 266 días gracias a una tercera posición que no olvidará nunca.

Los números de Márquez fueron de vértigo: 16 podios en 18 pruebas, 6 victorias –Austin, Alemania, Laguna Seca, Indianápolis, República Checa y Aragón–, 6 segundas posiciones –Jerez, Holanda, Gran Bretaña, San Marino, Malasia y Japón– y 4 terceros –Catar, Francia, Cataluña y Valencia–. En los únicos Grandes Premios que se quedó fuera de las posiciones de honor fue en Italia, donde no acabó la carrera por una caída y Australia, donde fue descalificado. 9 poles –Austin, Francia, Alemania, Indianápolis, Gran Bretaña, San Marino, Aragón, Malasia y Valencia– y 18 récords que llevan su nombre:

7 de abril. Piloto más joven en subir al podio en la era MotoGP. 20 años y 49 días. (3º en el Gran Premio de Catar). Piloto más joven en marcar la vuelta rápida en carrera en la categoría reina.

20 de abril. Piloto más joven en lograr una pole position en la categoría reina (GP de las Américas). 20 años y 62 días.

21 de abril. Victoria en el GP de las Américas, con 20 años y 63 días. Es el más joven de la historia en ganar en la categoría reina y también el más joven en triunfar en todas las categorías. Además, se convirtió en el más precoz en liderar la clasificación en la clase reina, en conseguir dos podios seguidos en MotoGP y en lograr la pole, la vuelta rápida y la victoria en un mismo Gran Premio.

5 de mayo. Fue segundo en Jerez tras Dani Pedrosa y se convirtió en el más joven en subir tres veces consecutivas al podio en la clase reina: 20 años y 77 días.

22 de julio. Primer novato que ganaba en Laguna Seca y primer debutante que lograba dos triunfos seguidos en máxima categoría: 20 años y 154 días.

18 de agosto. Con su victoria en Indianápolis a los 20 años y 182 días, se convirtió en el piloto más joven en ganar 3 carreras seguidas en la clase reina. Además, fue el primero en triunfar en las tres carreras en EE.UU. (2013 fue el primer año en el que se disputaron tres pruebas en suelo estadounidense).

25 de agosto. Su victoria en Brno le convirtió en el más joven en ganar cuatro carreras consecutivas en la clase reina y el piloto con más victorias en su primera temporada.

31 de agosto. Su quinta pole le permitió batir también el número de poles para un novato.

1 de septiembre. Con su segundo puesto en Silverstone, Marc Márquez batió el número de podios logrados por un debutante –en poder de Rossi desde 2000– y, con 233 puntos, el récord de puntuación de un novato en su primera temporada, que tenía hasta entonces Pedrosa, con 215.

10 de noviembre. Campeón del Mundo más joven de la historia con 20 años y 266 días. Campeón más joven de la historia en lograr el título en las tres categorías. El campeón más joven en lograr el título en su primer año.

Bicampeón de MotoGP

Después de erigirse como el Campeón del Mundo de MotoGP más precoz de la historia en 2013, el piloto del equipo Repsol Honda inició su segunda temporada en MotoGP de manera brillante. Márquez se impuso en las 10 primeras citas, de todas las formas posibles: tras un bonito duelo con Rossi en Catar, escapándose en Austin, remontando tras una mala salida en Argentina, superando la oposición de Rossi y Lorenzo en los primeros giros de Jerez, remontando desde la décima posición en Le Mans, jugándose la victoria con Jorge Lorenzo hasta la última curva en Mugello, tras un fantástico final junto a Dani Pedrosa en Montmeló, nadando en Assen, partiendo desde el pit lane en Alemania y cerrando la décima en Indianápolis.

Tras cosechar los 250 puntos disputados, la racha triunfal de Márquez se truncó en Brno. El piloto del equipo Repsol Honda cruzó la meta en cuarta posición en una prueba en la que su compañero de equipo, Dani Pedrosa, se llevó el triunfo. Pero en la siguiente carrera, Márquez se resarció con una elegante e incontestable victoria en Silverstone, además de adjudicarse su novena pole position de la temporada.

Dejando atrás las dos caídas en Misano y MotorLand ‒sólo pudo sumar cuatro puntos entre las dos carreras‒, Marc Márquez revalidó el título de Campeón del Mundo de MotoGP en Japón. En casa de Honda, el piloto Repsol se aseguró su segundo entorchado en MotoGP, un hito que le convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar dos Mundiales consecutivos de la categoría reina. Añadidos a los logrados en 125cc en 2010 y en Moto2 en 2012, Márquez sumó su cuarto Campeonato del Mundo con apenas 21 años.

Una temporada agridulce

El piloto de Cervera empezó el campeonato con un positivo quinto puesto en Catar, remontando tras un error en la salida que le dejó en última posición. En la segunda cita, en Austin, hizo valer su condición de favorito para lograr un nuevo triunfo en la pista tejana. En Argentina, una caída en la última vuelta cuando luchaba por la victoria supuso su primer cero de la temporada.

Tampoco tuvo fortuna fuera de las pistas, donde una caída mientras entrenaba practicando dirt track, le hizo pasar por quirófano antes del Gran Premio de España. A pesar de ello, logró un trabajado segundo puesto. Cuarto en Le Mans, dos caídas consecutivas en Mugello y Cataluña frenaron nuevamente su progresión. En los cuatro Grandes Premios posteriores, sumó dos victorias en Sachsenring e Indianápolis y dos segundos puestos en Assen y Brno que hicieron renacer sus posibilidades de revalidar el título. Pero en Gran Bretaña, una nueva caída, esta vez bajo la lluvia, le alejó nuevamente del liderato del Mundial.

Volvió a ganar en el trazado italiano de Misano, pero se anotó otro cero en el Gran Premio de Aragón, tras una caída en la segunda vuelta. Cuarto bajo la lluvia en Japón, Márquez logró una espectacular victoria en Phillip Island, antes de cerrar la gira transoceánica con una nueva caída tras una polémica acción de Valentino Rossi en el Gran Premio de Malasia. En la última cita de la temporada, de nuevo en España, el del equipo Repsol Honda se despidió con un segundo puesto, acabando en tercera plaza de la clasificación general.

El título de la madurez

Después de un 2015 en el que los errores lastraron su resultado final, la regularidad ha sido la gran baza de Marc Márquez en 2016. Los cambios en MotoGP al adoptar la centralita única y el cambio de proveedor de neumáticos, provocaron muchos errores en la parrilla de MotoGP, de la que Márquez se ha erigido como el piloto más fiable, salvando las situaciones más complicadas y aprovechando cada oportunidad para lograr más triunfos que nadie.

El piloto del equipo Repsol Honda empezó el año con un podio en Catar, al que seguirían dos victorias consecutivas en Argentina y Austin. A este positivo arranque, aún habría que sumar otro podio en Jerez, antes de un complicado paso por Le Mans donde, pese a sufrir una caída, finalizó 13º y sumó valiosos puntos. En Mugello volvió a luchar por la victoria, terminando 2º, misma posición que en Catalunya, dónde logró un liderato que ya no ha cedido. Hizo una demostración de sangre fría y talento para obtener una nueva segunda posición bajo el diluvio de Holanda, antes de afianzar su condición de líder con una victoria en Sachsenring, la séptima seguida en territorio alemán.

La segunda mitad de la temporada empezó con una cuarta posición en Austria, nuevo escenario del Mundial, y un nuevo podio en Brno. De nuevo finalizó 4º en Silverstone y Misano, mostrando su capacidad de asegurar puntos cuando no era posible ganar. Una madurez que no le impidió ofrecer su mejor versión en Aragón y Motegi, donde dos victorias le han permitido alcanzar su tercer título de MotoGP tras cuatro temporadas en la categoría reina, quinto de su carrera, con todavía tres citas por celebrarse. Unas cifras que le reafirman una vez más como la estrella más joven del firmamento de leyendas de este deporte.

La determinación de revalidar el título

Marc Márquez empezaba su quinta temporada en MotoGP como vigente Campeón del Mundo, tras un trabajado 2016 en el que un cambio de mentalidad respecto a sus tres primeras temporadas en la categoría reina le permitió recuperar el título. Una actitud que tuvo que mantener al inicio de 2017 al terminar fuera del podio en Catar y sufrir una caída en Argentina.

La dinámica se encauzaría en uno de sus circuitos talismán, en Las Américas, para sumar su quinta victoria en cinco años. Sin embargo, en el aterrizaje del Mundial a Europa y tras el  podio logrado en Jerez, sufrió una caída en Francia y terminó sexto en Italia. La siguiente cita, el Gran Premio de Catalunya, y especialmente el entrenamiento posterior la carrera supusieron un punto de inflexión para la temporada de Márquez. Al podio logrado en Barcelona le siguió otro en Holanda, antes de lograr por octavo año seguido un triunfo en Alemania, que le permitió situarse primero del Mundial justo al llegar a su ecuador.

Tras una nueva victoria en la República Checa, Márquez sumó su quinto podio consecutivo en una emocionante carrera Austria. Sin embargo, un problema mecánico en Gran Bretaña le impidió terminar la prueba y le haría perder el liderato del Mundial. Este contrapié no cortó su progresión y dos nuevas primeras posiciones seguidas en Misano y MotorLand Aragón le devolvieron a la primera plaza de la clasificación general.

En la gira transoceánica, Márquez dio el último paso hacia su cuarto título de MotoGP en cinco temporadas. Un podio en Japón, una vibrante victoria en Australia y la cuarta posición lograda en Malasia le permitiron llegar a la última cita del año con todo de cara para revalidar el título en Valencia. Ocasión que no desaprovechó para coronarse Campeón del Mundo por sexta ocasión en su carrera y reafirmarse a sus 24 años como la estrella más joven del firmamento de leyendas de este deporte.

Siete veces campeón del Mundo

El inicio del Mundial 2018 fue una reedición de los momentos más vibrantes vividos la temporada anterior: un ajustado duelo entre Marc Márquez y Andrea Dovizioso hasta la última curva del Gran Premio de Catar. La carrera se decantó a favor del italiano, pero el regusto para el piloto del Repsol Honda fue dulce, al cruzar la meta a apenas unas milésimas del vencedor, en uno de los circuitos del calendario del equipo Repsol Honda marcados para sufrir.

Tras la caótica carrera de Argentina condicionada por la lluvia, Márquez se resarció con tres victorias consecutivas. A su sexto triunfo en seis años en el Gran Premio de las Américas, le siguieron dos importantes victorias en Jerez y Le Mans, pistas en las que no partía como favorito y donde supo sacar provecho de las dificultades de sus rivales para situarse líder del Mundial.

Una caída en el Gran Premio de Italia interrumpió la racha del piloto de Cervera que, desde esa cita, no ha hecho más que ampliar su ventaja al frente de la clasificación general. Al podio logrado en Barcelona le siguieron una espectacular victoria en Assen y, por noveno año consecutivo, el triunfo en Sachsenring.

Tras el verano, Márquez volvió a verse las caras con las Ducati de Dovizioso y esta vez también de Lorenzo, en las carreras de la República Checa, Austria y San Marino. Demostrando que cada temporada es un piloto más maduro, pero sin renunciar a la competitividad que le caracteriza, sumó tres valiosos podios antes de hacerse con una nueva victoria en Aragón, el fin de semana en el que le dedicaron una curva en su honor.

Un nuevo triunfo en el estreno de Tailandia en el Mundial de MotoGP, le ha permitido llegar con opciones matemáticas de proclamarse Campeón del Mundo de MotoGP en Japón. El piloto del equipo Repsol Honda no ha desaprovechado su primera “bola de partido” y en el trazado nipón, Márquez se ha alzado con su séptima corona mundialista, la quinta en la categoría reina.

El Mundial más completo

2019 empezó de forma totalmente atípica para el piloto del equipo Repsol Honda. Marc Márquez dedicó el invierno a la completa recuperación de su hombro izquierdo, debido a la intervención a la que tuvo que someterse en diciembre para solucionar una lesión recurrente que le impidió tocar cualquier moto durante dos largos meses. Pero cuando empezó el Mundial y sin estar completamente recuperado, hizo exactamente lo mismo que un año antes: jugarse la victoria en Catar hasta la última curva.

A pesar de acabar en segunda posición, el de Cervera dejó claro que tras su lesión estaba de nuevo en condiciones de aspirar al título, algo que quedó patente en la siguiente cita, el Gran Premio de Argentina, donde consiguió su triunfo más holgado del año. Sin embargo, en las Américas, su dominio de los últimos años se vio truncado por una inesperada caída. Cuando contaba con cuatro segundos de diferencia respecto al segundo clasificado, el que había sido hasta entonces el único vencedor en Austin durante seis años seguidos cometió un error y tuvo que marcharse de Austin con un cero en su casillero.

Después de esa cita, la regularidad del piloto del Repsol Honda en la parte alta de la clasifiación fue una constante. Márquez se mantuvo fuerte y paciente, siendo el más completo circuito tras circuito para enlazar victorias en Jerez, Le Mans, Catalunya, Alemania, San Marino y Aragón, con segundas posiciones en Italia, Holanda, Austria y Gran Bretaña.

El piloto del equipo Repsol Honda llegó a Tailandia con 98 puntos de ventaja sobre el segundo, el italiano Andrea Dovizioso, necesitando sumar únicamente dos puntos más que el italiano en alguna de las cinco carreras restantes para adjudicarse el título. Algo que certificó en su primera oportunidad, proclamándose por octava ocasión Campeón del Mundo de Motociclismo, sumando su sexta corona en la categoría reina.

Una temporada en blanco

Tal y como sucedió un año antes, Marc Márquez aprovechó el parón invernal para pasar nuevamente por el quirófano y tratarse de la misma lesión recurrente, esta vez en el hombro derecho. De nuevo, una larga recuperación marcó su pretemporada y ofreció algunas dudas acerca de su estado cuando empezase el campeonato.

Sin embargo, la aparición del COVID-19 a mediados de marzo paralizó cualquier actividad a nivel planetario. La organización del Mundial elaboró un nuevo calendario y el inicio de la competición se fijó para el mes de julio, en el Circuito de Jerez – Ángel Nieto. Plenamente recuperado, Marc Márquez afrontó la carrera entre los favoritos, aunque, tras un error en los primeros giros e inmerso en una remontada espectacular, sufrió una caída cuando ya era segundo y se fracturó el húmero del brazo derecho.

Al cabo de dos días fue intervenido para fijar la fractura con una placa y recibió el visto bueno de los médicos para volver a competir esa misma semana, en la segunda cita del Mundial. El sábado volvió a subir a la moto y tras completar dos sesiones de entrenamientos, junto al equipo decidió no continuar y centrarse en la recuperación de la lesión.

Un mes más tarde y viendo que el progreso no era el adecuado, los médicos detectaron que la placa de titanio se había dañado por acumulación de estrés. Márquez tuvo que ser intervenido por segunda vez, posponiendo de nuevo su reaparición en el Mundial de MotoGP, que concluyó sin haber podido completar ninguna carrera.

Una tercera operación fue necesaria en diciembre debido al estancamiento en la consolidación de su fractura, cerrando un 2020 en blanco debido a la lesión sufrida en la primera cita del certamen.

El regreso tras la lesión

La temporada 2021 de Marc Márquez inició condicionada por la lesión que le tuvo sin competir toda la campaña anterior. El piloto de Cervera dedicó los primeros meses del año a la recuperación y rehabilitación de su brazo derecho, perdiéndose la pretemporada y las dos primeras citas del 2021. Con el paso de las semanas, fue mejorando progresivamente, lo que le permitió volver a montar en moto, volver a entrenar y volver a los circuitos.

Tras recibir el alta médica, en la tercera cita del año, el Gran Premio de Portugal, Márquez volvió a competir finalizando en séptima plaza. La primera parte de la temporada se centró en la adaptación a la moto nueva, sin dejar atrás los problemas físicos, centrándose además en recuperar el ritmo de la competición.

Sin embargo, no tardó en dar señales del talento que lleva dentro y en el Gran Premio de Alemania, feudo en el que lleva imbatido desde 2010, Márquez volvió a subir a lo más alto del podio, 581 días después de su última victoria en 2019. Tras ello, consiguió un segundo puesto en Aragón y dos victorias más en el Gran Premio de las Américas y en la Emilia- Romagna, siendo el tercer piloto con más victorias de la temporada.

En el tramo final del Mundial, una caída mientras entrenaba le provocó un nuevo episodio de diplopía que le impidió participar en los dos últimos Grandes Premios, poniendo así fin a la temporada 2021, donde terminó en el séptimo puesto del campeonato.