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Toni Bou y Gabriel Marcelli ya han podido entrenar con el biocombustible de competición diseñado y producido en el Repsol Technology Lab.
Toni Bou y Gabriel Marcelli trabajan con los investigadores del centro de innovación de Repsol para producir nuevos combustibles renovables con el objetivo de reducir las emisiones, que proceden de residuos orgánicos y que emiten hasta un 90 % menos de emisiones netas de CO2 que los combustibles convencionales. Las impresiones de los pilotos del equipo Repsol Honda de Trial son clave para el desarrollo de este carburante, diseñado para mantener las mismas prestaciones del combustible tradicional y reducir las emisiones netas de CO2 de manera significativa.
Bou y Marcelli han trasladado a Repsol que el rendimiento de la moto ha sido idéntico que, con el combustible convencional, lo que supone una buena base para seguir avanzando en las próximas pruebas con el objetivo de que el binomio motor-carburante funcione a pleno rendimiento.
Repsol tiene una clara apuesta por los combustibles renovables y su aplicación como solución a la descarbonización de la movilidad y, en especial, de la competición. En 2022, ha suministrado este biocombustible a la F4 francesa y también a Isidre Esteve, que participará en el Dakar con un combustible fabricado con un 75% de materias primas de origen sostenible. Marc Márquez, por su parte, hizo también una prueba en el Jarama hace unas semanas, con un buen resultado también. La vinculación de Repsol con el mundo de la competición de motor supera ya los 50 años, años en los que la compañía ha desarrollado sus productos con el objetivo de obtener las mejores prestaciones para los productos que llegan a sus clientes. Repsol apuesta por la sostenibilidad y eficiencia energética, pensando en el futuro para desarrollar un mejor carburante. La competición sigue sirviendo a Repsol como banco de pruebas para el desarrollo de sus productos presentes y futuros, con el fin de que éstos se encuentren en sus estaciones de servicio a disposición de sus clientes.
Camino a la descarbonización
Repsol lleva muchos años trabajando en el desarrollo de los biocombustibles con la intención de que sean una alternativa real que complemente a otras vías de descarbonización de la movilidad, como pueden ser la electrificación o el hidrógeno renovable para reducir las emisiones del transporte en los próximos años.
Durante el primer semestre de 2023, Repsol pondrá en marcha la primera planta de biocombustibles avanzados de España, en Cartagena, que producirá 250.000 toneladas de combustibles renovables a partir de residuos. Por otro lado, la compañía multienergética también avanza en su planta de combustibles sintéticos de Bilbao, que iniciará la producción en fase demostrativa en 2024. Estas plantas juegan un papel protagonista en el objetivo de Repsol por alcanzar la capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas de combustibles renovables en 2025 y más de 2 millones en 2030, liderando así este mercado en la Península Ibérica y avanzar decididamente hacia las cero emisiones netas en 2050.
TONI BOU:
«Ha sido un test muy positivo; seguro que Repsol podrá sacar información valiosa para dar un paso más en el desarrollo del biocombustible. Lo más importante es que no hemos notado la diferencia entre este carburante y el habitual y hemos podido entrenar en condiciones normales.”.
GABRIEL MARCELLI:
“El rendimiento de este nuevo biocombustible es como el carburante normal. Estamos deseando realizar más tests de este tipo para poder facilitar a Repsol más información y que, poco a poco, podamos ir usándolo en más entrenamientos y competiciones. La idea ya no es solo igualar el rendimiento del combustible normal, sino mejorarlo”.