Terminar hoy octavo ha sido un golpe de suerte gracias a las caídas que ha habido delante. No he pilotado bien hoy; bueno, las últimas cinco vueltas sí porque ahí he sido capaz de adelantar unos cuantos pilotos y marcar mi vuelta rápida personal en el último giro, aunque esto último nunca es una buena señal con los neumáticos ya gastados. He arrancado mal y en la primera vuelta me he salido de pista, perdiendo tres o cuatro posiciones. La carrera ha sido mejor que la de la República Checa, pero aún así no es suficiente. Debo cambiar algo porque esta situación en la salida se está repitiendo con demasiada frecuencia. Veremos qué pasa en Portugal.