Después de unas más que merecidas vacaciones, Nicky conseguía volver a subir al podio, aunque lejos de Stoner, que parece que esté en otro Mundial.
El miércoles, llegando al circuito, se notaba que tanto Honda como Michelin no habían tenido vacaciones. En el box había una evolución del chasis y del motor de la moto de Nicky, y nuevos neumáticos para probar, así que se preveía un fin de semana sin descanso. Después de los primeros entrenamientos del viernes, con unos tiempos más que aceptables, Nicky se sentía más a gusto con el material nuevo. Una vez decidida la puesta a punto de la moto, tocaba decidir los neumáticos.
La sorpresa llegaba el sábado por la tarde: después de haber trabajado y dado por ‘bueno’ el ritmo que teníamos para carrera, Nicky consiguió su mejor clasificación de parrilla en lo que llevamos de año. Se colocaba en segunda posición, confirmando aún más que se sentía a gusto con el nuevo material que había traído tanto Honda como Michelin. El domingo, con una decente salida, se encontraba en el grupo de cabeza sin tener que malgastar fuerzas ni castigar la máquina para llegar a final de carrera, con opciones de luchar por el tan cotizado podio. Aunque no lo parecía por los pocos adelantamientos que hubo, Nicky se bajó de la moto comentando lo difícil que había sido para él intentar seguir el ritmo de los chicos de Bridgestone y terminar tercero. Pero él sabe que nadie ha dicho que la categoría de MotoGP fuera fácil.
Después de un descansito para disfrutar el buen sabor de boca que nos dejó el fin de semana, nos pusimos en marcha otra vez. Teníamos dos días de pruebas en los que no se podía perder ni un minuto, y Nicky sabe que trabajando duro las cosas mejoran. Porque, aunque el Mundial esta muy lejos, aún quedan carreras y después de los dos días que hemos estado probando, cada día vemos más cerca el poder ganar carreras.