Las expectativas no se cumplieron. Sabíamos que sería una carrera dura. Las altas temperaturas y el nuevo asfalto del circuito sometían a un serio castigo a los neumáticos, una vez más.
En los entrenamientos habíamos probado setings y neumáticos para la carrera y sabíamos que, aunque el ritmo de Nicky al principio no sería muy alto, lo iría mejorando al paso de las vueltas. Veíamos posible así que pudiera llegar al final de la prueba con opciones de luchar por el podio. Centrados más en la puesta a punto de carrera que en la clasificación de parrilla, Nicky también fue capaz de hacer una vuelta buena y colocarse en cuarta posición. Nicky tenía que ganar la carrera otra vez y la gente lo daba por hecho. Pero no sólo no ganó, sino que se tuvo que retirar. Lo hizo después de tratar remontar una carrera donde, en la tercera curva , después de la salida, se tocaba con un Hopkins, cegado por las ganas de hacerlo bien delante de los suyos.
Nicky aguantó la embestida, pero la moto sufrió pequeños daños que le impedían rodar al alto ritmo que se impuso en la carrera. Lo probó, una vuelta detrás de otra, peleando con pilotos a los que en circunstancias normales pasaría sin ningún problema. Lo probó incluso cuando luchaba sólo por conseguir un punto. Lo probó hasta que la moto se fue viniendo abajo por culpa de la colisión, con el manillar doblado, sin cúpula y el freno delantero dañado. Pero la cosa se volvió peligrosa y decidió, muy a pesar suyo, retirarse delante de su afición. Una vez en el box, a falta de unas vueltas, el consuelo que le quedaba a Nicky era ver por los monitores cómo su hermano, RogerLee, terminaba su primera carrera de MotoGP en una magnífica posición y saber que en Brno va a contar con otra oportunidad de demostrar el gran piloto que es. Sin duda, lo volveremos a probar en Brno. Porque las carreras son así, unas veces se gana y otras se pierde.