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Reportajes

Con la cabeza bien protegida

Lejos quedan los tiempos en los que los pilotos de motos iban poco más protegidos que un ciclista: apenas un traje de piel sin protecciones, botas, guantes y frágiles cascos que hicieron de esos pioneros verdaderos gladiadores, marcados físicamente por el recuerdo de batallas pasadas. A día de hoy, la equipación de los pilotos ha evolucionado paralela a la tecnológica de motores, neumáticos, lubricantes o incluso en el diseño de los propios circuitos, y el uniforme de trabajo de los pilotos del siglo XXI poco recuerda al que se usó antaño. Desde entonces, uno de los elementos que más ha evolucionado es el casco. Todo el mundo tiene bien claro que la seguridad es lo primero, y buena prueba de ello es el nivel de atención que se dedica a este elemento tan importante.

“Después de cada sesión lo entregamos al servicio técnico para una completa revisión”, comenta Dani Pedrosa, ya que hoy en día se les presta mucha atención a estas importantes piezas. Requieren mucho mantenimiento; y, por ello, las principales marcas cuentan en cada circuito con un camión de asistencia. Allí, los responsables de cada marca comprueban que el casco no haya sufrido daños importantes en el caso de que el piloto se hubiera caído, y cuidan el minucioso mantenimiento de las espumas interiores, las entradas de aire y la visera.

Tener una buena visión es vital para estos hombres que circulan a velocidades de vértigo; por ello, el cuidado de la visera es muy minucioso. Los pilotos disponen de tres tipos de viseras, de menos a más oscura, que combinan en función del sol o la nubosidad. Además, las viseras van protegidas por unas finas películas de plástico, de 0,13mm, que se pueden ir retirando en marcha a medida que se llenan de suciedad. Es una forma de proteger la visera y la visión que ofrecen, y que no se estropee por culpa del impacto de los insectos. Estos protectores también se reponen después de cada sesión, de forma que la visión siempre es óptima.

DISEÑO, SEGURIDAD Y CONFORT

Con la aparición de la lluvia, los preparativos de un casco difieren. Normalmente, los pilotos disponen de tres cascos, dos con especificaciones para seco y uno para lluvia. El de lluvia va equipado con una visera totalmente transparente y con elementos específicos para evitar la formación de vaho y la entrada de agua. Además, los pilotos utilizan una mascarilla con la que al respirar todo el aire expirado sale hacia abajo y evita la formación del molesto y peligroso vaho, que puede provocar que la visera se entele.

Pero las marcas no sólo se preocupan de la visión de la visera y la seguridad, sino que también tienen muy en cuenta el confort. Como destaca Julián Simón, “es importante que el casco aísle correctamente del ruido, y evidentemente que tenga buena calidad y sea seguro”. Algo evidente, pero igualmente importante, es que “tiene que ser cómodo cuando pilotas, sin que apriete demasiado o toque detrás de la nuca cuando te encoges en la recta”, comenta Esteve Rabat. Por ello, debe ser poco voluminoso, ya que también es importante que al esconderse tras el carenado no toque con el depósito, ni sobresalga demasiado por encima de la cúpula.

Desde los inicios del Mundial, los pilotos han aprovechado el casco como elemento para ser identificados fácilmente. Dani Pedrosa ha pasado a lucir este año un nuevo diseño rojo, blanco y azul, mientras que Nicky Hayden ha decidido “actualizarlo un poco, aunque sin grandes cambios. Preparo algún detalle nuevo para ocasiones especiales, como en los Grandes Premios de mi país”.

Esteve Rabat prefiere algo más sencillo, con sus colores preferidos: rojo, azul y amarillo. Julián Simón cambió el año pasado toda la decoración, y desde entonces le acompaña su mascota en cada sesión, mientras que Marc Márquez lleva el diseño más agresivo que le propuso uno de sus patrocinadores, ya que le gustó más que llevar uno más sencillo.

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