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Dakar 2003

Entrevista con Joan Roma.
‘Seguro que muy pronto estoy pensando en la próxima temporada, en el enduro, en los raids& Y dentro de nada estaré otra vez aquí, en el Dakar’.

 

Está tendido en una camilla y con el suero cogido al antebrazo izquierdo en el hospital de campaña de Sarir, a punto de ser trasladado al hospital de El Cairo, donde le realizarán una resonancia magnética. Después, en la madrugada del domingo al lunes tiene una reserva en el vuelo de Iberia que parte de El Cairo a la 1:15 y llega a las 4:00 a Barcelona. Sin embargo, la organización estaba intentando conseguir adelantar la reserva a un vuelo anterior. No habrá confirmación hasta esta noche. Roma está muy mejorado con respecto a ayer, se incorpora en la camilla para comer y mueve con agilidad la mano vendada, donde se produjo una fractura en la cabeza del cúbito.

 

¿Cómo se encuentra?
‘Con muchas ganas de irme a casa, porque esto de aquí es un rollo. Quiero irme a algún sitio donde no escuche oír hablar del Dakar por unos días. Sobre todo hoy, después de ver lo que ha pasado a Meoni y lo que podía haber hecho. Hemos estado fastidiados en pistas lentas, cuidando la moto y el neumático, y justo cuando llegamos al sitio donde podía haberlo hecho muy bien, pues estoy así… Quiero irme a casa.’

 

Y, físicamente, ¿qué le duele?
‘Estoy mucho mejor que ayer, porque lo que me dolía de verdad y me tenía muy preocupado era la espalda. Pero hoy me ha salido el golpe de la caída: me duelen los brazos, el cuello, la espalda& Es normal, pero esto ya no me preocupa, es lo que pasa tras caerte en moto.’

 

¿Qué cambiaría de lo que ha hecho en este Dakar?
‘(Risas) La curva esa, la maldita curva donde me caí. Ahora la haría de otra forma. No, no haría nada distinto, porque creo que estaba haciendo una buena carrera y lo que está sucediendo lo demuestra: la estrategia es ir con el grupo de delante, donde yo estaba e ir día a día. Lo estaba haciendo todo muy bien, cuidando el mousse para que no se rompiera, vigilando la moto… pero son cosas que pasan: en una pista de piedras te comes una y, aunque 99 veces de cada 100 no hubiera pasado nada, pues nos ha tocado la que sí que pasa. Pillé esa piedra y aquí estoy. Tal vez fue un fallo o no, no lo sé, pero el terreno es así y pasó. Pero no cambiaría nada, me lo estaba pasando bien con la moto. Lo que sí cambiaría son los motores de Isidre (Esteve), que no se hubieran roto, porque es una faena para él.’

 

¿No se desmoraliza pelear cada año por la victoria y que en el último momento siempre pase algo?
‘Sí, sí, la verdad es que es muy difícil recuperarse. Cuando estaba en el suelo después de la caída y me estaban cuidando los médicos, pensaba si realmente merecía la pena. Porque cuando se rompe la moto, pues mala suerte. Pero cuando te das una así de fuerte… Es otra historia. La ventaja que tenemos es que enseguida olvidamos las cosas malas y seguro que muy pronto estoy pensando en la próxima temporada, en el enduro, en los raids… Y dentro de nada estaré otra vez aquí, en el Dakar. Lo que pasa es que cada año te vas consumiendo un poco y es duro porque esta carrera es muy difícil prepararla. Son muchos meses, mucho trabajo, mucha historia y luego que pase esto es una faena. Pero así es el Dakar.’

 

¿Sabe cuándo podrá volver a montar en moto?
‘No, no me han dicho nada. Me tienen que hacer unas pruebas y además tampoco me han dicho nada del brazo. No sé si es serio o una fractura pequeña. Pero no me preocupa porque puedo mover perfectamente la mano. Tengo hasta fuerza y todo. Yo creo que muy pronto podré volver a montar. Y, si no, descansaré, porque llevo un año muy a tope, porque tampoco hay prisa.’

 

¿Cuáles son sus planes para este año?
‘Voy a hacer la Copa del Mundo de raids, porque la bicilíndrica ya puntúa. Además, haré el Campeonato de España de Enduro, algunas pruebas del Mundial y, bueno, ya no da tiempo de hacer mucho más.’

 

¿Qué consejos puede darle a Marc Coma para lo que le queda de rally?
‘Tiene que ir muy lento, porque cada día pasan cosas. Ahora está el décimo y puede ir a más. Si termina estará más arriba. El problema de esta carrera es que si termina entre los cinco primeros, el año que viene le exigirán algo mejor y se pondrá mucha presión encima. Ese es el problema. Lo bueno es que el primer año, o el segundo, hacer el decimoquinto. Ser decimoquinto está bien. Pero con lo que está pasando en la carrera, que nos estamos marchando la gente rápida, puede que Marc haga entre los cinco primeros si no le pasa nada. Mire a Brucy, que va cuarto, ¡y es un mochilero! Esto es bueno, está muy bien, pero para el año siguiente ponerse el listón tan alto es duro. Si este año acaba entre los cinco primeros y el año que viene no, dirán que es un fracaso. Vivimos en un país que ir para atrás es imposible. Y eso sería una presión añadida, porque está claro que Marc aún no tiene ritmo, no sabe navegar ni sabe nada, porque está aprendiendo. Está haciendo una muy buena carrera, está haciendo lo que tiene que hacer, pero aún no está preparado porque no sabe leer el road-book, ni se maneja con el GPS. Está aprendiendo y el año que viene aún le queda. No me gustaría que le pasara lo que a mí, que el primer año, sin saber nada, me puse líder. Y desde el año siguiente ya salí con la presión de estar delante cuando no tenía apenas experiencia para una carrera tan difícil como ésta..’

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