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Dakar 2005. El reportaje. La logística marca la diferencia en el Dakar

 

En el rally más duro del mundo, el Mitsubishi Motors Repsol ATS Team se acerca a la perfección del orden a pesar del entorno caótico.

 

Además de grandes pilotos y mecánicas, lo que hace del Mitsubishi Motors Repsol ATS Team el mejor equipo en coches es su extraordinaria organización en cuanto a estructura, componentes, transporte… Una logística que, con precisión suiza, coordina a un equipo fijo de 60 personas, nueve camiones y cinco Mitsubishi Pajero de asistencia,  además de los cinco vehículos de competición, a través de más de 9.000 Km de desiertos, pistas y carreteras. La particularidad de la logística del equipo no son la calidad ni la cantidad de sus medios, sino la metodología de su trabajo. Todo está establecido y calculado, desde la vestimenta de cada uno de los integrantes del equipo hasta la colocación de vehículos, el material y las tiendas de campaña en cada uno de los altos en el camino. David Serieys es el responsable de logística del equipo y el encargado de que todo esté listo y funcione correctamente sobre el terreno.

 

A lo largo del rally africano, el equipo está formado por 60 personas fijas, aunque en etapas como las disputadas en España y la jornada de descanso en Atar se alcanzaron las 71 o 76 personas respectivamente. Este personal lo componen los cinco pilotos y copilotos de competición, el Team Manager del equipo, dos responsables de prensa, un fisioterapeuta, dos cocineros, además de todos los responsables técnicos y mecánicos, y los conductores de los camiones. A la hora de desplazarse, cada uno lo hace en el mismo vehículo durante toda la carrera. El Team Manager y los responsables de prensa lo hacen en avión, mientras que el resto lo hacen por tierra. En cada uno de los Mitsubishi Pajero de asistencia, marcados con su correspondiente dorsal, viajan siempre las mismas cuatro personas que cubren el recorrido determinado para las asistencias. En estos vehículos de asistencia viajan el director técnico, el director deportivo adjunto, el responsable de logística y el fisioterapeuta, además de mecánicos, ingenieros y responsables de transmisión y sistema eléctrico.

 

De los nueve camiones que Mitsubishi desplaza, siete son camiones de servicio y los otros dos son camiones de asistencia en carrera. Son tres las personas que viajan en cada uno de los camiones, identificados además de por el dorsal obligado por la organización, con una letra de uso interno del equipo. Mientras la A y la I se corresponden a los camiones de asistencia, de la B a la H lo son de los de servicio. Estas letras son de gran utilidad a la hora de montar el campamento para saber qué hay dónde. Los camiones de servicio se trasladan de un vivac al siguiente y están encargados de transportar multitud de piezas y recambios, carrocerías, neumáticos, tiendas, comida y hasta una ducha, para que todo esté organizado y listo para la llegada de los competidores y las asistencias. El único que difiere notablemente del resto, ya no por su aspecto si no por su contenido, es el camión E, el de logística. En él viajan, además del conductor, los dos cocineros y transporta los equipajes de prácticamente todo el equipo, una pequeña cocina, víveres y una ducha que se monta en la parte trasera. En realidad no sería necesario el transporte de comida ni cocina al vivac, ya que la organización es la responsable de alimentar a los participantes. Pero desde Mitsubishi se considera importante aportar cierta comodidad al equipo en condiciones tan duras como las que se ven sometidos en el Dakar, y ofrecer a sus miembros la posibilidad de contar con un pequeño catering sin tener que desplazarse hasta las carpas de la organización, es todo un detalle en ese entorno tan incómodo. De las seis toneladas que el equipo mueve sobre el terreno, entre cuatro y cinco se transportan mediante los siete camiones de servicio, mientras que los de asistencia cargan con poco más de una tonelada.

 

Los dos camiones de asistencia transportan lo básico para asistir a cualquiera de los coches de competición en caso de necesidad en carrera. Palas para sacar arena, neumáticos, amortiguadores, pequeños recambios… Estos cubren el recorrido de los coches en carrera, y en caso de no poder continuar uno de ese coche, pueden remolcarlo hasta el campamento, como le sucedió a Andrea Mayer cuando disputaba la décima etapa y llegó gracias a uno de estos camiones al vivac a las 5 de la mañana.

 

De entre todo el material, tal vez lo más voluminoso sean los neumáticos. Para toda la competición, el equipo dispone de 360 neumáticos solamente para los cinco coches de carreras, a los que hay que añadir cinco más para cada uno de los Mitsubishi Pajero de asistencia y cuatro para cada uno de los camiones. En total más de 420 neumáticos. Dos terceras partes se transportaron directamente en los camiones, pero el tercio restante llegó a Atar, Mauritania, en 32 m3 de carga que el equipo alquiló en el avión fletado por la organización para la jornada de descanso. Ese volumen se aprovechó para suplir al equipo de recambios y otras necesidades, pero fundamentalmente se ocupó con neumáticos. Otro apartado importante en la competición es el combustible. Aproximadamente, el equipo requiere de 27.000 litros de fuel para sus coches de carreras y de 100.000 litros de gasoil para abastecer a los camiones y coches de asistencia. Una cantidad que, tanto por volumen como por seguridad, la organización se encarga de transportar. Los equipos tan sólo deben recoger diariamente sus bidones en el avión de reaprovisionamiento.

 

La importancia de la organización
El Mitsubishi Motors Repsol ATS Team dispone de un mapa que determina la forma según la cual deben establecerse en el vivac todos los vehículos y miembros del equipo. A un lado, la zona de reposo con las tiendas de campaña de los integrantes del equipo y dos grandes tiendas comunes. En una, el catering y una mesa para trabajar, mientras que la otro servirá de lugar de descanso y masajes. Junto a ellas se instala el camión de logística y los cinco Mitsubishi Pajero de asistencia. Al otro lado queda la zona de trabajo con los coches de competición. Estos se sitúan, en dos filas, en el centro del área de trabajo y de forma concéntrica se colocan los ocho camiones restantes; los seis de servicio más los dos de asistencia en carrera. La Pick-up de Andrea Mayer frente al camión B, que es el que cuenta con sus piezas, y el Mitsubishi Montero MPR10 de Nani Roma frente al C, por la misma razón. En la segunda fila se trabaja en los Mitsubishi de Masuoka, Alphand y Peterhansel, que cuentan con el camión H para transportar sus recambios específicos. Los camiones D, F y G, que transportan material común para los tres tipos de vehículos, van cerrando la estructura. Finalmente, los camiones de asistencia (A e I) quedarán en el lado del cuadrado de más fácil acceso, ya que son siempre los últimos en llegar y los primeros en salir para la etapa siguiente.

 

De cara a mejorar el confort por un lado, y la operatividad por otro, el equipo alquila servicios locales como habitaciones de hotel o villas para que descansen los pilotos, tiendas, coches para desplazarse fuera del vivac y hasta minibuses. Todo está previsto, incluso se han contratado dos autobuses para, en caso de victoria en el Dakar de alguno de los pilotos del Mitsubishi Motors Repsol ATS Team, trasladar tanto al equipo como a los invitados a la celebración. ¿Terminarán haciendo uso de ellos? En sólo dos días,  esta pregunta tendrá respuesta. 

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