Pilotos Repsol. Jordi Durán
Palmarés deportivo, biografía y entrevista
Nacionalidad: Española
Fecha de nacimiento: 2 de diciembre de 1979
Lugar de nacimiento: Oliana, Lleida
Palmarés deportivo
1997: Campeón de España y Cataluña de Enduro Júnior 125 ccMedalla de Plata ISDECampeón Júnior en el Enduro de las Autonomías
1998: 7º Campeonato del Mundo de Enduro Júnior 125cc4º Campeonato de España de Enduro 125cc / 13º absoluto
1999: Campeón de España y Cataluña de Enduro Sénior 4T 500cc / 8º absoluto8º Campeonato del Mundo de Enduro Júnior 125ccMedalla de Oro ISDESubcampeón Enduro de las Autonomías
2000: Medalla de Oro ISDE (Campeón por equipos Júnior)8º Campeonato del Mundo de Enduro Sénior 500cc 4T5º Campeonato de España de Enduro 500cc 4T Campeón Enduro de las Autonomías
2001: Medalla de Oro ISDE / 3º absoluto7º Campeonato del Mundo de Enduro 500cc 4T3º Campeonato de España de Enduro 500cc 4T / 8º absoluto2º Categoría 4T Enduro Indoor Barcelona
2002: 6º Campeonato del Mundo de Enduro 500cc 4T3º Campeonato de España de Enduro 500cc 4T / 8º absoluto
2003: 5º Campeonato del Mundo de Enduro 450cc 4T 4º Campeonato de España de Enduro 450cc 4T / 6º absoluto4º clasificado ISDE
2004: 3º Campeonato de España de Enduro 500cc 4T / 9º absoluto
2005: Abandono en su primera participación en el Barcelona-Dakar6º en el Rally de Los Faraones de Egipto5º en el UAE Desert Challenge de Dubai
Nacido en Oliana hace 25 años, Jordi Durán comenzó en el mundo de las motos gracias a su hermano mayor, piloto de moto de montaña. Su primera moto se la regaló su padre, un gran aficionado, a los 14 años. Se trataba de una Puch Cóndor que exprimió hasta la extenuación junto a su hermano, con el que salía todos los domingos a pasear por la montaña. Disfrutaba de cada uno de los momentos que pasaba subido en la moto, así que en 1993 se decidió a participar en una carrera de enduro infantil, que tuvo lugar en su pueblo. La ganó y fue entonces cuando, contando con el apoyo de la familia, decidió dedicarse más en serio. Estuvo tomando parte en numerosas pruebas provinciales de Lleida, hasta que en 1997 dio el salto al Campeonato de Cataluña y de España en categoría Júnior 125cc. Fue campeón en su primera participación, dejando boquiabiertos a propios y a extraños, que vieron en él a una firme promesa del enduro. Ese mismo año ganó la medalla de plata en los ISDE y fue Campeón Júnior en el Enduro de las Autonomías. Todos esos logros le valieron para entrar en el Equipo Nacional y dar el salto al año siguiente al Campeonato del Mundo, donde fue séptimo.
En 1999 revalidó los títulos de Campeón de España y Cataluña, esta vez en categoría Sénior, fue medalla de oro en los ISDE, subcampeón de enduro de las autonomías y octavo en el Campeonato del Mundo. En 2000 siguió participando en todas las competiciones, donde su mejor resultado fue el Campeonato de Enduro de las Autonomías. Al año siguiente siguió mejorando posiciones en los campeonatos en los que participó, a los que añadió la segunda posición en el Enduro Indoor de Barcelona. A finales de 2002 se fracturó un dedo de la mano, lo que le impidió volver a participar en la prueba indoor, y en una de las últimas pruebas del Campeonato del Mundo, donde terminó sexto en la clasificación general. Su mejor resultado en el Mundial lo lograría al año siguiente, con un quinto puesto. Jordi Durán ya estaba preparado para retos mayores y en 2004 dio el salto a los Raids. Su primera prueba fue el Rally de los Faraones de Egipto, y lo afrontó con gran ilusión. Se trataba de algo muy distinto a lo que había hecho hasta el momento, pero la prueba estuvo tristemente marcada por el fallecimiento de Richard Sainct y el consiguiente abandono de todos los pilotos KTM en señal de duelo. Precisamente fue el debutante Jordi Durán el primero en encontrar a Sainct accidentado, una experiencia que le ha quedado grabada en la retina de por vida. Descubrió entonces el lado más amargo de los raids, pero en lugar de atemorizarle, la experiencia le dio fuerzas para seguir adelante y disfrutar aún más si cabe de su profesión.
El año 2005 no podía comenzar mejor para Jordi Durán: participaba por primera vez en el Dakar y lo hacía integrado en una de las mejores estructuras, el KTM Júnior Team. Sin duda una gran oportunidad de aprender junto a los más experimentados pilotos y en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, las cosas se torcieron durante la quinta etapa del rally africano -Agadir Smara-, todavía en territorio marroquí, cuando sufrió un pavoroso accidente con el resultado de múltiples fracturas. Con pronóstico grave, enseguida fue trasladado a Barcelona, donde fue intervenido con éxito, durante más de doce horas, de sus fracturas de pelvis, sacro, fémur izquierdo, codo, escafoides y carpo. Con la primera sensación de haber defraudado a quienes le habían apoyado en semejante proyecto, Jordi llegó a plantearse incluso abandonar. El accidente había hecho mella tanto física como psicológicamente en un joven de tan sólo veinticinco años, pero con la inestimable ayuda de los médicos, su equipo y su familia, Jordi salió adelante. La recuperación fue lenta y, tras mes y medio en el hospital, llegó la fase más dura de la recuperación, durante la cual su objetivo fue volver a subir a la moto cuanto antes. No fue hasta el mes de julio cuando el médico consideró que el momento había llegado, aunque el reencuentro no fue como Jordi había imaginado. La severidad de sus lesiones y la inactividad habían pasado factura en el cuerpo del joven de Oliana, que fue consciente que el camino hacia su completo reestablecimiento no había hecho más que comenzar.
Después de nueve meses sin competir tras el grave accidente que sufrió en el Dakar y que le obligó a pasar por el quirófano en tres ocasiones, Jordi Durán regresó a la acción en el Rally de los Faraones de Egipto, donde sorprendió con una gran actuación. El objetivo era claro: adaptarse de nuevo a su montura, ir cogiendo el ritmo a la competición y entrenar la navegación. Además, Durán realizó una perfecta labor de equipo en la última etapa, al ceder la batería de su KTM a su compañero Giovanni Sala, que a su vez había permutado previamente con Marc Coma. Sin prácticamente cometer errores, el joven piloto de Oliana se vio recompensado con la victoria en la cuarta etapa y la sexta posición final en el Rally de Egipto. Después llegó el último desafío, el UAE Desert Challenge, donde siguió con su progresión y trabajo de equipo, al contribuir en gran medida a la victoria de Marc Coma en el Campeonato del Mundo. En la primera etapa de Dubai, Coma sufrió problemas nuevamente con su batería y Durán cumplió con su función al ayudarle, hasta en dos ocasiones, a alcanzar la meta de la etapa, para así poder reparar la avería y proseguir el rally. Durán terminó quinto, pero lo mejor no fue el resultado en la clasificación, si no la seguridad y la confianza de encontrarse en la línea adecuada.
Jordi Durán afrontará de nuevo en 2006 la aventura del Dakar. Más maduro y experimentado, este joven alegre y trabajador tratará de espantar los demonios que le han perseguido hasta ahora.
En el aspecto personal, Jordi Durán por nada del mundo cambiaría vivir en su pueblo de Lérida, donde siempre regresa tras sus viajes por el mundo. No en vano, es allí donde disfruta de su familia, su novia y sus amigos de siempre, junto a los que lleva una vida normal. Como cualquier otro joven de su edad, le gusta salir, ir al cine y divertirse. Le encantan los coches y otros artilugios teledirigidos, así como la intriga de una buena película o de los libros. De no haber triunfado en las motos, a Jordi Durán le hubiera encantado pilotar otro tipo de aparatos; aviones o helicópteros. Su ilusión: subir en un caza algún día.
La entrevista
¿Qué significa para ti el Dakar?
‘Era mi sueño desde pequeño. Siempre ha sido una carrera que he tenido muy en cuenta, en la que tenía muchas ganas de participar, competir y llegar. Lo sigue siendo, pero después del accidente del año pasado, todavía le tengo más respeto.’
A falta de poco más de un mes, ¿qué sensaciones tienes antes de comenzar?
‘La verdad es que no son tan buenas como las del año pasado. Aunque estoy prácticamente recuperado, después de la caída que sufrí, aún no estoy físicamente al 100%. Ahora afronto el Dakar con otra filosofía. El objetivo es llegar a Dakar sin tener en cuenta el resultado.’
¿Cómo afrontas este Dakar tras el grave accidente del año pasado?
‘El accidente me ha hecho afrontar la carrera de otra manera, psicológicamente hablando. Me ha hecho ver que debo tomármelo con más tranquilidad, que la carrera no se gana en un día, que son dos semanas y el objetivo es llegar a Dakar. Ahora me marco el objetivo día a día, etapa tras etapa, e intentar llegar.’
Este año la exigencia será mayor, ¿te sientes presionado?
‘El equipo no me presiona para nada, pero mi ilusión es llegar a la meta del Lago Rosa, para darles la satisfacción y la recompensa que se merecen, y que ellos me han dado a mí hasta ahora. Como he dicho, voy muy tranquilo y dispuesto a hacer un buen trabajo.’
¿Qué hace del Dakar una prueba tan especial?
‘Es la carrera más dura del mundo, pero todo el mundo cuando pisa el desierto queda atrapado. El terreno, el paisaje, las dunas, la navegación… es una gran aventura. El hecho de ir sólo y luchar contra ti mismo y contra el desierto imprime un carácter especial a la carrera. Descubres dónde están realmente tus límites y debes tomar decisiones importantes tú sólo, sin depender de nadie. Esto te hace crecer como persona y como piloto.’
¿Cómo es la relación con tus compañeros?
‘Con el tiempo nos hemos compenetrado más, y creo que formamos un equipo muy bueno, tanto los pilotos como los mecánicos, mánagers y todo el mundo. De hecho siempre hemos estado juntos en los raids, y el año pasado ya comencé a disputar alguna prueba del Campeonato del Mundo. Tenemos una relación muy buena.’
¿Qué cualidad tuya destacarías?
‘Mi conducción. Soy un piloto bastante técnico.’