Tras cinco días de competición, la Fundación Dakar Solidario se acerca a su objetivo de distribución de medicamentos y material sanitario a distintos hospitales mauritanos.
El pasado 27 de diciembre tuvo lugar en Madrid la salida simbólica de los participantes españoles en el rally Lisboa Dakar 2006. Entre los vehículos que tomaron la salida ese día se encontraban dos camiones un tanto especiales que, a pesar de sus distintos objetivos, apoyan una causa común: el Dakar Solidario. El camión de competición número 515, con Juvanteny, Criado y Román, luchará de nuevo por ser el mejor en su categoría, mientras que el de asistencia y con dorsal 814, con el español David Bosser, el francés Philippe Jacquot y el belga Jose Muge a los mandos, ha sido alquilado por la Fundación Dakar Solidario para transporte y coordinación de las acciones que esta institución llevará a cabo en esta edición del Dakar. Bajo la atenta mirada del Doctor Xavier Mir, artífice de la misión solidaria e integrado en el coche de asistencia del Repsol KTM Team número 693, todos arrancaron dirección Lisboa, punto oficial de salida de la 28º edición del Rally Dakar. Cargados con medicamentos y material sanitario de toda índole que incluía gasas, vendas y hasta incluso incubadoras, aparatos de anestesia, un ecógrafo y un quad, los miembros de la Fundación Dakar Solidario llegaron sin novedad al parque cerrado de Lisboa al día siguiente, donde pasaron sin problemas las correspondientes verificaciones técnicas y administrativas. Finalmente el día 31 arrancó el rally, y con él los primeros pasos por recorrer del largo camino que debe afrontar el Dakar Solidario hacia su destino y objetivo, que no es otro que el de acercar medicamentos y material médico a varios hospitales de Mauritania, acción que a sin duda contribuirá a paliar parte de sus carencias médicas más básicas.
Durante esa primera etapa y poniendo de manifiesto desde el inicio la dureza de este rally, las cajas almacenadas en el camión de competición se movieron. Afortunadamente, como en ese camión tan sólo viajan los medicamentos y los materiales resistentes, no hubo que lamentar más daños que los producidos en las espaldas y los brazos de aquellos que colaboraron a fijar de nuevo toda la mercancía y asegurarla convenientemente para las etapas venideras. El material más frágil, como los aparatos, incubadoras y el quad, viajan a bordo del camión de asistencia, que recorre pistas algo menos erosionadas y agrestes.
Lisboa, Portimao, Málaga, el embarque hacia Nador, Er Rachidia, Ouarzazate, Tan Tan… han sido las ciudades que han visto pasar la caravana del Dakar y también a los componentes del Dakar Solidario. Hoy descansan en Tan Tan, Marruecos, donde el Dr. Mir tiene previsto realizar una visita de contacto con el Hospital Hassan II para estudiar las necesidades de cara al año que viene. Mañana pondrán rumbo a Zouerat, ya en tierras Mauritanas y será allí, en esa República Islámica, donde la Fundación Dakar Solidario llevará a cabo gran parte de su misión. El día siete de enero visitarán el hospital General de Atar, otro pequeño Hospital regentado por monjas españolas, y el Hospital de Chingetti, donde entregarán el material transportado en las bodegas de los camiones. Este último hospital ya recibió el año pasado la visita del Dr. Mir, que junto a la Doctora española Beatriz Relinque hizo que la solidaridad del Dakar alcanzara a los más necesitados.
Aprovechando la jornada de descanso del rally en Nouackchott, el ocho de enero llegarán 14 toneladas más de medicamentos y material sanitario procedentes de Marsella en avión. Un cargamento que será distribuido desde el Hospital Nacional de la capital mauritana mediante el camión de asistencia y la atenta supervisón del Doctor Mir y la Fundación Dakar Solidario. Pero para eso todavía faltan unos días y antes, la humanitaria caravana del Dakar Solidario deberá enfrentarse a las numerosas trampas y retos que presentan el día a día de Africa y del Dakar 2006.