La experiencia es un grado, y el veterano piloto Repsol Gabriele Tarquini ha sabido sacar el máximo provecho esta temporada a su SEAT León TDI WTCC, sumando tres victorias y puntuando en prácticamente todas las carreras del año, lo que le ha permitido proclamarse Campeón del Mundo de Turismos 2009. De regreso ya a su Giulianova natal, y después de celebrarlo con los suyos, Tarquini analiza más pausadamente la temporada y el hito conquistado.
¿Cuáles han sido tus primeras sensaciones tras proclamarte Campeón del Mundo?
“¡Fueron fantásticas! Ha sido una temporada muy larga, muy dura, en la que hemos vivido una lucha muy intensa. Llegamos a la última carrera con mucha presión, y saberte al final campeón, conseguir el título de Campeón del Mundo, es una sensación muy buena, que te permite olvidar todo lo malo y disfrutar mucho del trabajo realizado.”
Lo has conseguido después de un duro fin de semana, que no empezó demasiado bien. ¿Qué se te pasó por la cabeza, el viernes, después del accidente?
“Fueron unos momentos muy malos, porque era un fin de semana muy importante, y el sábado no tuve uno, sino dos accidentes. En el primero dañé un poco el coche, pero en el segundo, que fue muy fuerte, el SEAT León quedó destrozado. No sólo el mío; también el coche de Yvan (Muller) estaba hecho pedazos y él, en el hospital. Al vernos los dos en el hospital pensé que había perdido una gran oportunidad de la peor forma, dándoselo en bandeja a Augusto (Farfus).”
Con 47 años, después de pasar por la Fórmula 1, y diferentes campeonatos nacionales de turismos, ¿te esperabas proclamarte Campeón del Mundo?
“La verdad es que el año pasado estuve muy cerca de conseguirlo, y hace tres años también, así que el objetivo para esta temporada sí que era conseguir el Campeonato. En un equipo tan potente, con cinco pilotos tan buenos, la competencia interna también era muy fuerte, pero el objetivo estaba claro.”
La temporada empezó bien, con un podio y una victoria en Brasil, y siempre te has mantenido muy regular. ¿Cuándo pensaste realmente que podías ser Campeón?
“Eso nunca lo piensas hasta el último segundo, porque en un campeonato tan competido como éste, en el que el reglamento hace que exista mucha rivalidad, todo puede cambiar muy rápidamente. Y más con una última carrera como la de Macao, en la que cualquier error se paga muy caro, donde salirse 5 centímetros en una curva significa tener un accidente. Ya había acabado en el hospital en años anteriores, y nunca había sumado muchos puntos, así que sabía que no se puede cantar victoria antes de tiempo.”
Ha sido una temporada complicada y extraña, por los cambios de reglamento. ¿Eso añade más valor a la victoria final?
“Los cambios son un sistema para incrementar el espectáculo en el campeonato e igualar a los participantes, haciendo imposible tener un campeón antes de la última carrera. Siempre es difícil gestionar un campeonato tan abierto, con coches de características tan diferentes, así que el sistema que han hecho creo que es bueno. Nosotros hemos sido fuertes, consistentes, durante toda la temporada, y eso es lo que al final nos ha permitido ganar.”
El año pasado estuviste a punto de conseguir el campeonato, pero se escapó. Esta vez Yvan Muller y tú habéis intercambiado las posiciones. ¿Qué ha cambiado esta temporada?
“Seguramente mi forma de afrontar el campeonato. Aprendí mucho de la temporada pasada, en la que hice un arranque muy bueno, sumando muchos puntos y adquiriendo mucha ventaja a mitad del Mundial, pero entonces, a partir de Portugal, sumé muchos ceros seguidos, y al final me quedé a un paso. Esta temporada he puntuado en 22 carreras de 24, y eso ha sido la diferencia. He sido mucho más consistente.”
¿Cómo describirías el SEAT León TDI WTCC con el que has competido?
“Es un coche muy agresivo, con mucha aceleración, mucha velocidad. Tanto par perjudica a los neumáticos, que se gastan antes, pero hacen que sea un coche salvaje, que, si eres capaz de dominarlo, te permite disfrutar muchísimo.”
Es un campeonato muy igualado, incluso con diferentes lastres en función de los resultados, para equiparar a los participantes, ¿qué es lo que al final permite marcar la diferencia?
“La regularidad. Como he dicho antes, del año pasado a éste he conseguido puntuar en muchas más carreras, y eso es lo que te permite tener opciones a la victoria final. Quizás deportivamente no es justo perjudicar a unos u otros, pero para el espectáculo es bueno. Es importante ganar carreras, pero sobre todo saber terminar en el podio, o cerca, en todas las carreras, para sumar puntos que al final son los que cuentan.”
¿Cuál ha sido el mejor momento de la temporada?
“La carrera de Imola. Llegué allí con mucha presión, de los medios de comunicación, de saber que estarían allí los aficionados, los amigos, la familia. Además, allí es donde el año pasado empecé a tener muy mala suerte. Este año conseguí la pole position y sumar muchos puntos, y eso, junto a Yvan Muller, nos permitió coger una buena ventaja con respecto a los rivales,
¿Y un momento para olvidar?
“Japón. Llegué allí con una pequeña diferencia respecto a Yvan, y más grande respecto a Augusto Farfus. Conseguí hacer unos entrenamientos fantásticos y marcar la pole position, pero el domingo las condiciones cambiaron completamente, y se puso a llover muchísimo. Cometí dos errores que costaron puntos, pero al mismo tiempo me dio todavía más motivación para la última carrera.”
¿Qué recibimiento has tenido en tu casa?
“Soy de una ciudad pequeña y llevo muchos años compitiendo, así que nos conocemos todos, y ellos son mis mayores fans. Cuando llegué de Macao, había una fiesta montada en la plaza principal, y todo el día disfrutamos con la familia, los amigos, y toda la gente que desde hace mucho tiempo me anima. Ha sido muy bonito y emotivo.”
Eres consciente de que has batido un récord del mismísimo Fangio? ¿Qué sensación te produce ello?
“Las estadísticas así lo dicen, pero son cosas muy difíciles de comparar. Fangio es una leyenda del automovilismo, y estoy muy orgulloso de que me comparen con él, pero es algo muy distinto. En Italia también han dado mucha importancia al título por ser el del primer piloto italiano en muchos años, y eso es algo que me hace muy feliz.”
Y mirando al futuro, ¿estás dispuesto a batir el récord de Gabriele Tarquini en 2010?
“Está claro que me gustaría; mi deseo es seguir en 2010 con SEAT y luchar nuevamente por el título, pero en estos momentos no tengo nada confirmado. Ha sido una gran experiencia, así que ahora mismo lo que quiero es disfrutar de lo que he conseguido, y luego ya veremos. Lo que sí tengo claro es que ahora no pienso en retirarme. No ha llegado mi hora, y de momento lo que quiero es celebrar esta victoria. Después, ya veremos qué ocurre.”