Los pilotos Repsol de visita en la plataforma petrolifera Casablanca.
Alex Barros, Nicky Hayden y Rubén Xaus vuelan en helicóptero hasta las instalaciones de Repsol YPF a 45 kilómetros de la costa de Tarragona.
En la mañana de hoy, y con motivo de los actos previos al Gran Premio de Cataluña, los pilotos Repsol en el Mundial de MotoGP, Alex Barros, Nicky Hayden y Rubén Xaus, han visitado la plataforma petrolífera que la compañía española tiene frente a las costas de Tarragona. Un helicoptero les ha trasladado hasta la espectacular plataforma Casablanca junto a un grupo reducido de periodistas.
Luis Gómez, máximo responsable del complejo de exploración, ha sido su guía en un extenso recorrido por las instalaciones. A lo largo de dos horas, Barros, Hayden y Xaus han pasado por todas las zonas y han podido saludar a los trabajadores del complejo. Ninguno de ellos había visitado con anterioridad una plataforma petrolifera situada en alta mar y todos se han mostrado visiblemente entusiasmados por esta oportunidad. Rubén Xaus ha sido quien de forma más clara ha expresado el sentir de los pilotos: ‘Hasta ahora – explicaba Xaus – había visto plataformas petroliferas por televisión, pero nunca había visitado una. Me ha parecido realmente impresionante. Ver aparecer esta estructura gigantesca en mitad del mar es algo fuera de lo normal. Nunca habría imaginado que frente a las costas de Tarragona se levantaba una instalación tan grande. Ha sido una oportunidad fantástica y nos ha gustado mucho’.
Tras la visita, el helicoptero ha devuelto a los tres pilotos al Circuit de Cataluña donde mañana empiezan los primeros entrenamientos oficiales de la quinta prueba de la temporada.Casablanca es el mayor yacimiento petrolífero descubierto hasta el momento en España. Situado en el Mediterráneo, a unos 45 kilómetros de la costa y a una profundidad media de 2.600 metros bajo el nivel del mar, fue descubierto en 1975. Desde entonces se han realizado un total de 18 pozos y se han producido más de 145 millones de barriles de petróleo, con una producción media de 45.000 barriles al día. La plataforma fija Casablanca se instaló durante el verano de 1981 y se eleva hasta una vertiginosa altura de 78 metros sobre el mar. La colosal estructura de acero soportada por ocho patas de 1,65 metros de diámetro, mide más de 170 metros y pesa unas 8.000 toneladas. Además de la plataforma, el complejo Casablanca está integrado por otras instalaciones como los pozos submarinos y el oleoducto. Este último, que consiste en una tubería de acero de 12 pulgadas de diámetro revestida de hormigón y enterrada en el fondo del mar, se tendió en verano de 1980 y conecta la plataforma fija con la terminal costera de carga de Repsol Petróleo en la Pineda antes del trasvase del petróleo a la refinería de Tarragona.La seguridad, elemento fundamentalLa seguridad y el respeto al Medio Ambiente han sido, y son dos factores fundamentales en el diseño, la construcción y la operación de las instalaciones de explotación de Casablanca. Dentro del ámbito de la seguridad, destaca que el diseño, la construcción y la operación de la plataforma cumplen las especificaciones de la industria petrolera del Mar del Norte, la más exigente del mundo. Las instalaciones están equipadas con sistemas automáticos de detección de fugas e incendios que además de alertar, pueden actuar automáticamente el sistema de parada de emergencia, provocando el cierre completo de todos los pozos. Cuatro botes salvavidas de caso integral y cuatro botes auto-hinchables con una capacidad total de 208 plazas, 6 veces más que el número de personas normalmente a bordo, junto a un entrenamiento continuado del personal y el cumplimiento riguroso de los programas de inspección completan el capítulo de seguridad.
En relación con el medio ambiente, las instalaciones de Casablanca se pueden clasificar entre las actividades industriales de más bajo impacto ecológico. El agua producida con el petróleo y separada en la planta de tratamiento de la plataforma, en parte se reinyecta de nuevo al yacimiento y el resto se vierte al mar asegurando que su contenido en hidrocarburos no supera la cifra de 15 partes por millón. El gas separado se consume para generar la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de la instalación, y todas las basuras y residuos industriales se transportan a tierra para su posterior tratamiento posterior en centros homologados. Existen además acuerdos de colaboración con la refinería de Tarragona de Repsol petróleo y otras industrias químicas de la zona, así como procedimientos de coordinación con las autoridades marítimas, que garantizan la respuesta más rápida y eficaz posible contra eventuales derrames de petróleo, que, afortunadamente, no se han producido en la ya larga historia de Casablanca.
