Juan Martínez lleva desde 1994 en el paddock del Mundial de Motociclismo y actualmente ejerce como comentarista técnico en televisión.
Una de las voces expertas que actualmente aporta su análisis a las retransmisiones del Mundial de MotoGP es la de Juan Martínez. Este barcelonés (nacido en 1973 en Mollet del Vallés, a menos de 10 km. del Circuit de Barcelona – Catalunya) debutó en el Campeonato del Mundo de Motociclismo en 1994 como técnico de suspensiones y trabajó en el equipo Repsol Honda con campeones como Doohan, Crivillé o Rossi. Posteriormente fue jefe técnico de pilotos como Gibernau o Hayden, además de involucrarse en el proyecto del equipo Repsol Honda de 125 c. c. y 250 c. c. junto a Alberto Puig, asesorando a los jóvenes Rabat, Smith, Simón, etc. Después de siete carreras, éste es su análisis del campeonato 2019.
El Repsol Honda cumple esta temporada 25 años. ¿Cómo ves al equipo y el liderazgo de Marc Márquez?
“El equipo Repsol Honda siempre ha sido una de las referencias del paddock, independientemente de que quizás algunos años los resultados no hayan acompañado. Estamos asistiendo a una época en la que hay un liderazgo absoluto de Marc Márquez y eso hace muy difícil a cualquier compañero poder rendir y dejar de medirse constantemente con él. Estamos delante de un fenómeno que tardaremos mucho tiempo en volver a ver”.
En el equipo, trabajaste entre otros con Doohan, Crivillé, Okada, Rossi… ¿Cuál es el recuerdo más especial de tus años en el Repsol Honda?
“Elegir un momento en concreto es muy difícil. Te diría que tuve un largo momento, que fue desde el primer día en el que me dieron la oportunidad de trabajar dentro del equipo en 1997, al día que me marché y pasé a hacer de jefe técnico en 2003. Fue una época de crecimiento personal absoluto. Fui el primer técnico no japonés que Showa ponía dentro del equipo oficial de Honda, que era la referencia, y el reto era brutal. Mick tenía un carácter fuerte en determinadas situaciones; hubo momentos complicados que pudimos gestionar bien y salir reforzados. Los momentos más especiales quizás fueron los más tensos que sufrí, porque me hicieron crecer más”.
Pasado un tercio de la temporada 2019, ¿Qué opinas de lo visto en estas siete carreras?
“En estas siete carreras hemos asistido al paseo triunfal de Marc, que es capaz de controlar y demostrar que aunque cometa errores, no se equivoca del mismo modo dos veces. Esa es la diferencia entre un superclase como él y el resto. Los que tenían que ser sus rivales están dudando un poquito y es verdad que hasta la última carrera, parecía que la clasificación estaba más ajustada, porque un cero por su parte dio la posibilidad a Dovizioso de estar muy enganchado. Hay circuitos, cuando los neumáticos delanteros no son suficientemente duros, en los que Marc sufre más y las carreras son más abiertas, como podría ser en Mugello. Pero a día de hoy, no veo a nadie que realmente tenga todo para discutir esa supremacía”.
Después de un invierno recuperándose del hombro, ¿esperabas un Marc Márquez tan consistente?
“Creo que Marc ha pasado por momentos complicados en su carrera y el hecho de que cuando era más joven tardase más en crecer, fue un hándicap importante que le ayudó a trabajar mucho, no rendirse, y eso hace que en momentos complicados salga airoso. La llegada de Jorge le ha supuesto un revulsivo, obligándole a no bajar la guardia, que es lo más importante en un deportista de élite para no caer en la autosatisfacción. Este año veo un Marc más sólido que nunca, porque todo lo que hace, lo hace desde el conocimiento y el mensaje para sus rivales es devastador”.
“Pronto vamos a ver a Jorge disputando alguna carrera”
A Jorge Lorenzo le está costando adaptarse, pero cada carrera parece estar más cerca. ¿Cómo ves su evolución?
“A Jorge le está sucediendo lo que nos pasa a todas las personas a medida que nos vamos haciendo más mayores: los cambios nos cuestan más de digerir. Tenemos que emplear más la experiencia para intentar que ese cambio, ese nuevo reto, no sea traumático. Creo que nadie puede poner en tela de juicio la grandeza de Jorge. Creo que es uno de los mejores pilotos que han pasado por el campeonato, por lo menos desde los años que yo lo sigo. En Barcelona ya dio una señal de mejoría a nivel de velocidad. Es verdad que el reto es muy difícil, porque la categoría cada vez es más reñida y a día de hoy prácticamente todas las motos tienen un nivel excepcional, que hace que cuando no logras dar tu cien por cien, te veas relegado”.
¿Qué opinas de un piloto que ha ganado cinco Mundiales y se enfrenta por segunda vez al reto de un cambio de fábrica?
“Jorge ha demostrado que siempre ha salido de situaciones complicadas. Es verdad de que siendo más mayor, le pueden pasar más cosas por la cabeza y desde Aragón del año pasado no ha tenido suerte con las lesiones, lo que no ha facilitado tener una situación de tranquilidad que favoreciese su adaptación. Pero no tengo duda de que al final, si no cede en su empeño y el equipo Repsol Honda le pone a su disposición las herramientas necesarias, pronto vamos a ver a Jorge disputando alguna carrera”.
Honda ha dado un paso adelante en cuanto a potencia, aunque hemos visto a Ducati, Suzuki y Yamaha haciendo podios y ‘poles’. ¿Estamos en el Mundial más igualado de los últimos tiempos?
“En estos momentos creo que el campeonato goza de una salud importante a nivel técnico, donde prácticamente todas las monturas de las que disponen los pilotos están a un gran nivel. Eso hace que todo esté muy reñido y apenas pequeños detalles deciden dónde estás. No creo que pase solo en MotoGP, sino que Dorna ha hecho un grandísimo trabajo y el estudio a nivel técnico se ha hecho de un modo excelente, permitiendo ver carreras muy competidas y con distintos pilotos que están en disposición de hacerlo muy bien”.
Ahora viene Holanda, donde hace un año vivimos una carrera muy ajustada. ¿Qué podemos esperar en Assen?
“En función de las condiciones meteorológicas que nos encontremos, la carrera puede ser más o menos ajustada. En Assen hay un par de curvas que son importantes. La 10 y la 11 son de los pocos sitios en los que tienes que gestionar el neumático, porque es donde más patina. En el resto del circuito, prácticamente todas las curvas tienen algo de peralte y eso hace que el agarre sea bueno, permitiendo que los pilotos se sientan seguros y que el resultado final sea muy igualado. Lo que cambia realmente es cuando la meteorología no es la idónea y no hay temperatura en el asfalto. Tienes curvas como la 6 y 7, o la 13 y 14, donde necesitas confianza para hacerlas con velocidad. Allí quien lo logra es quien se acaba llevando el gato al agua”.