El campeón de la edición 2004 del Dakar en motos, afronta con tranquilidad la fase final de su preparación para correr en coches en 2005.
Sin apenas descanso, Nani Roma continúa con su preparación de cara al gran reto que tiene ante sí, la participación en la vigésimo sexta edición del Dakar a los mandos de un Mitsubishi Montero MPR11. Tras llegar a lo más alto en motos en la pasada edición, emprende este año una nueva aventura para la cual se siente preparado y entusiasmado, ya que formará parte del mejor equipo, el Mitsubishi Motors Repsol, un auténtico Dream Team sobre cuatro ruedas.
Tras su destacable actuación en la Qatar Baja 2004 a finales de noviembre, en la que fue su primera participación en un raid en coche y donde terminó segundo, Roma afronta la fase final de su adaptación al Mitsubishi MPR11 que pilotará en el rally más famoso y exigente del mundo, a apenas un mes vista para tomar la salida en Barcelona. Una salida que tendrá una buena dosis de emotividad para el piloto de Repsol ya que allí espera poder devolver a la afición parte del cariño que ha recibido en todo este tiempo. En su casa de Folgueroles, compartimos una jornada de entrenamientos con Nani mientras jugaba con su último juguete, un pequeño Kart Cross muy nervioso y divertido.
– ¿Cómo ha sido tu pretemporada?
«Empezamos en septiembre en Marruecos, una primera toma de contacto donde hicimos pocos kilómetros. Luego hicimos más kilómetros en Dubai; tras la carrera nos quedamos dos días a entrenar, así que en total completamos unos 700-800 por pistas, desierto, dunas… Y después Qatar. Allí corrí con un coche de hace tres años, con el que disputó el Dakar 2004 Andrea Mayer. Cubrimos unos 1.000 kilómetros de especial y sobretodo me sirvió para empezar a trabajar con mi copiloto Henri Magne y ver cómo me adaptaba al hecho de tener a alguien al lado leyéndome el road book y la navegación. Lo mejor de Qatar, más que el resultado, fue que existió una evolución manifiesta y eso es lo importante. Puedo decir que todo salió estupendamente.»
– Dar el salto a los coches es un gran paso, ¿cuándo tomaste la decisión?
«De hecho, antes de tomar la salida del Dakar del año pasado en Clermont Ferrand, ya pensé que si ganaba en motos, me gustaría correr en coches. No es fácil encontrar un coche puntero, oficial, para estar delante y lo que tenía claro es que si pasaba a los coches quería hacerlo con un coche competitivo. Nada más terminar el Dakar y en el mismo hotel tuvimos los primeros contactos con Mitsubishi; luego Nissan me dio la oportunidad de probar su coche. A finales de junio vi que realmente era capaz de hacerlo bien y empezamos a trabajar a fondo para encontrar un buen volante. Finalmente aquí estoy. Tengo la suerte de tener un patrocinador como Repsol apoyándome y de que Mitsubishi haya visto que soy capaz de llevar un coche como éste y me haya dado esta gran oportunidad.»
– ¿Porqué ese cambio?
«Básicamente por cambiar. Hasta ahora siempre había corrido con la misma moto, la misma gente, el mismo equipo… Necesitaba una motivación y tras ganar el Dakar el año pasado en motos, ya no podía aspirar a nada más. También es verdad que si no hubiera podido disponer de un coche oficial no hubiera dado el salto. Por lo tanto cambié cuando vi que estaría en un gran equipo donde tendría la posibilidad de aprender y, quién sabe si en un futuro no muy lejano, de ganar.»
– ¿Qué te dice la gente por la calle?
«Hay gente que no le ha gustado nada que dejara las motos y me pasara a los coches. En el fondo también les entiendo. Las críticas siempre son positivas porque ves que la gente te sigue; les puede gustar más o menos, pero ves que se interesan por lo que haces. Otros me dicen que, como el año pasado ya gané en motos, este año también me toca ganar.»
– ¿Y que les respondes?
«Que eso ahora es un poco prematuro, que tenemos que esperar un tiempo. El objetivo de este año básicamente es aprender, acumular kilómetros y terminar la carrera, luego ya vendrán los días en que salga a ganar el Dakar. Este año todo es nuevo para mí, aún me queda mucho por aprender. La suerte que tengo es que tanto Repsol como Mitsubishi me están apoyando mucho; lo que quieren es que aprenda y termine. Cuando te sacas esa presión de encima, evolucionar es mucho más sencillo. Si además compartes equipo con gente que ha ganado varios Dakar y llevas un copiloto con 23 ediciones a sus espaldas… El hecho de que Repsol y Mitsubishi hayan apostado por un proyecto como éste me hace salir mucho más tranquilo y por lo tanto mejorar mucho más deprisa. Ahora tengo unos compañeros que espero estén luchando por la victoria y yo pueda contribuir a ello desde atrás, aprendiendo y terminando cada etapa.»
– Así que el objetivo número uno no es la victoria…
«No, el de los coches es un mundo tan diferente, tengo tantas cosas por aprender… La gente puede pensar que ganas en motos y lo dejas y ya puedes ganar en coches, pero no es así. Peterhansel ganó seis Dakar en motos y cuando se pasó a los coches tardó seis años en ganarlo, por lo tanto se demuestra que es otro mundo. La conducción es totalmente diferente. Llevas un vehículo de 2.500 Kg. que tiene grandes inercias en las curvas, el coche evidentemente es más ancho que la moto, así que las pistas se estrechan, la dirección y la forma de tomar las curvas también es diferente. También llevas un copiloto, una persona que te hace la navegación, cuando estaba acostumbrado a hacerlo yo mismo, a ir a mi aire.»
– Pero tendrás alguna ventaja…
Claro que sí. Sabes cuál es la mejor trayectoria en las curvas, conocer los agujeros, los baches… Pero lo más importante es el hecho de conocerme el terreno, de conocer África. Durante los últimos nueve años de mi vida he estado corriendo por África y conozco bastante lo que me puede venir en cada momento. Hay muchos ejemplos, desde conocer el color de la arena hasta saber de qué me está hablando mi copiloto con la navegación. Conocer las pistas, interpretar la vegetación de cada lugar; en función del color de la vegetación podemos saber si ha llovido o si hace días que no lo hace. Si ha llovido los agujeros son diferentes que en caso de sequía… Todas esas pequeñas cosas, que yo inconscientemente ya pienso, hacen que evolucione más relajado, sin tanta tensión. La experiencia te ayuda mucho, pero las diferencias son grandes.»
– Este año tienes nuevos compañeros de equipo, ¿cómo es vuestra relación? ¿Qué te aportan?
«La relación con mis nuevos compañeros es excelente. Con Peterhansel siempre hemos tenido muy buena relación. Es de aquellos pilotos que, además de ser bueno, no le molesta enseñar las cosas. Cuando se pasó a los coches ya nos entendíamos y me ayudaba, ahora también. Tanto él como Masuoka me dan bastantes consejos acerca de cómo debo hacer las cosas, por dónde pasar las dunas… Además, yo también les observo mucho, veo como conducen y eso me ayuda a aprender un poco más deprisa.»
– Una de las novedades más importantes para ti es la de llevar copiloto ¿Cómo te has adaptado a esta nueva situación?
«Henri Magne es extraordinario. Lleva 23 Dakar, lo que le ha dado mucha experiencia, además sabe mucho de navegación, del ritmo adecuado para cada momento de la etapa… Para mí es una ayuda más que un problema. Confío ciegamente en él, ya que si no sería imposible, y además me está enseñando mucho. Hablamos mucho y le pido que me diga todo aquello que no hago bien.
Continuamente me corrige, me aconseja pequeñas cosas que me ayudan mucho y me permiten evolucionar más deprisa. Evidentemente es él quien lleva el road book y por lo tanto el que dirige, pero siempre me permite dar mi opinión.Al principio creí que me costaría más entenderme, pero he visto que no. Es una persona muy agradable y tenemos muy buen feeling, cosa que es muy importante ya que vamos a pasar muchas horas juntos.»
– ¿Cómo ves a tus ex compañeros de motos?
«Será un año complicado para ellos ya que hay mucha navegación y pocos puntos GPS, pero también veo que tanto Marc como Isidre han hecho un buen año. Isidre ha ganado dos carreras y Marc ha sido muy regular. Ahora tenemos que ver cómo les va el Dakar, ya que siempre es diferente al resto de carreras del Mundial. Creo que el rival a batir será Meoni. Le veo muy fuerte y además tiene mucha experiencia, lo que de cara a la navegación es una ventaja, pero creo que Isidre y Marc estarán delante luchando por ganar.»
– ¿Qué es lo que se te hace más extraño?
«Todo se me hace raro. Vestirme con el mono, no ponerme las botas, tener a alguien al lado diciéndome lo que tengo que hacer… se te hace raro pero es apasionante. Aprender me gusta y ahora estoy aprendiendo mucho. Es raro pero emocionante.»
– En lo que respecta a preparación física, ¿cómo has enfocado el trabajo?
«Junto a mi preparador físico Jaume Palau, con el que llevo muchos años trabajando, hemos establecido una pauta de trabajo ligeramente diferente a la que llevábamos hasta ahora. Jaume ha trabajado también con pilotos de rallies, por lo que conoce bien el mundo de las cuatro ruedas. Hemos adaptado un poco mi preparación, ya que para pilotar el coche no es necesaria tanta forma física como la que requiere una moto, pero básicamente he seguido la misma línea que estos últimos años. Una de las novedades que hemos introducido es el Kart-Cross.»
– ¿Qué te aporta el Kart Cross?
«Me sirve para entrenar, hacer mangas largas, coger sensaciones, derrapar, aprender a frenar con el pie izquierdo… No es lo mismo que un coche de 2.500 Kg., pero puedes extrapolar la información. Además, también me divierto. Creo que al final todo es positivo, cualquier cosa que hagas para entrenar, mientras se parezca un poco, sirve.»
– ¿Qué le dirías a la gente que sigue el Dakar?
«Que este año va a haber un gran espectáculo y que, además, sale desde Barcelona. Hay un récord de inscripción con más de 700 vehículos en el parque cerrado. La previa en Castelldefels seguro que va a ser increíble, y la salida desde Barcelona un espectáculo muy emocionante. Luego vendrá Granada y por fin ¡África! Yo recomendaría a la gente que se acerque a ver el espectáculo, ya que seguro que les va a encantar.»
– ¿Cuáles son tus planes a partir de ahora?
«Ahora me voy a hacer unos diez días de entrenamientos con el equipo a la Bretaña francesa. Después iré cuatro días a probar el coche definitivo con el que voy a correr el Dakar y ya estaremos sobre el 21 de diciembre. Navidades con la familia y después, salida desde Barcelona dirección a Dakar.»