En su cuarta participación, este sencillo y extrovertido piloto de enduro está viviendo en estos momentos la realización de un sueño, aunque reconoce que quedan otros muchos objetivos por conseguir.
Marc Coma ya está en Dakar, acaba de cumplir con uno de sus sueños y tras subir hoy al podio segundo clasificado- en el Barcelona-Dakar 2005, ahora llega el momento de hacer una pausa en el camino y reflexionar sobre lo sucedido. En una habitación del Hotel Le Meridien, un escenario mítico de las llegadas del legendario Dakar, Marc nos cuenta algunos secretos de su especial relación con esta carrera.
– Desde pequeño siempre habías soñado con vivir un momento parecido. ¿Qué se siente ahora, tras haber disfrutado de tu primer podio en el Dakar?
‘Recuerdo perfectamente cuando era pequeño que coleccionaba unos cromos con imágenes del Dakar; aquello era un sueño y una cosa muy lejana, porque sólo era un crío. Y ahora todo eso ha quedado lejos, atrás, y me encuentro aquí y veo que formo parte de todo esto. Eso al final lo que me demuestra es que en la vida, si uno se propone algo y se sacrifica por ello, al final puede conseguirlo. Tal vez no todo el mundo pueda llegar, pero con esfuerzo y trabajo tienes posibilidades de conseguirlo.’
– ¿Cuándo comenzaste a darte cuenta de que tu sueño podía convertirse en realidad?
‘Desde pequeño este mundo me atraía mucho, así que fui siguiendo un poco el curso normal que todos los pilotos completan para llegar aquí: comencé corriendo en enduro y poco a poco intenté encontrar la manera para poder llegar a Africa. Siempre le estaré muy agradecido a Carlos Sotelo; él fue quien me trajo aquí por primera vez y confió en mí. Así fui recorriendo pasos, algunas veces hacia delante, algún paso hacia atrás, y finalmente consigues estar donde siempre has deseado. Es difícil progresar en este mundo, pero poco a poco lo hemos ido consiguiendo.’
– Supongo que durante el rallie apenas tendrás ocasiones de ver imágenes de la carrera, ya no sólo imágenes tuyas, sino también de compañeros tuyos, de sus caras de cansancio y sufrimiento, de los coches volando por las pistas africanas, del polvo, las dunas… Cuando regresas a tu casa y tienes la oportunidad de ver esas imágenes, ¿en qué piensa Marc Coma?
‘Cuando ves todas esas imágenes en la televisión, lo primero que piensas es que no estás viendo la misma carrera; es todo tan diferente de lo que tu crees haber vivido… Tu estás concentrado en tu carrera, y ni te ves la cara en un espejo ni tienes muchas veces tiempo y disposición a fijarte en ciertos detalles. Así que al final lo que piensas es que vaya pasada de carrera; su dureza, la gente luchando y buscando fuerzas de donde apenas queda ya nada, el cansancio, la suciedad… Si te paras a pensarlo, crees estar viendo otra carrera.’
– Para un piloto del Mundial de Motociclismo, por ejemplo, su máxima aspiración es competir en MotoGP y disputar los 16 Grandes Premios. Sin embargo, para un piloto de enduro, todo gira alrededor de 16 días y una única carrera. ¿Qué tiene el Dakar que lo convierte en algo tan especial y único?
‘El Dakar es una única carrera, pero con sus 16 días equivaldría a unos 6 fines de semana de Grandes Premios. Durante todo el año preparamos esta carrera, pero para ello competimos en otras pruebas del Campeonato del Mundo de Raids. Yo muchas veces pienso en los atletas, que tienen unas Olimpiadas cada cuatro años y que durante todo ese tiempo compiten preparándose para competir en ellas. Pues creo que nosotros en eso somos parecidos a ellos, pero afortunadamente el Dakar se corre cada año. El Dakar es la carrera por excelencia de nuestra especialidad; por su encanto, por la repercusión y seguimiento de los medios y del público…’
– El Dakar te ha dejado algunas marcas físicas, como esa pequeña herida en tu cara que te hiciste el año pasado cuando te tuviste que retirar. ¿El Dakar marca también por dentro?
‘Sí, sin duda, esta carrera te marca y te ayuda a valorar cosas de las que muchas veces no somos conscientes. Ahora estoy sentado cómodamente en un sofá, con las manos limpias, sin polvo… Ayer cené sentado, me pude duchar con agua corriente y caliente, pude dormir en una cama… Todo esto no tiene valor alguno para la mayoría de nosotros en nuestra vida habitual, porque ya estamos acostumbrados a todas estas comodidades. Sí, definitivamente esta carrera te cambia y te hace reflexionar sobre muchas cosas.’
– ¿Qué cree haber conseguido hoy Marc Coma en Dakar?
‘Bueno, a nivel personal te diré que he conseguido un sueño, algo con lo que soñé desde pequeño. A nivel deportivo creo que es importante, pero también que hay que seguir trabajando duro para conseguir subir un escalón más en el podio y continuar aprendiendo, porque mi evolución no debe quedarse en este punto. La consecución de este podio no es sólo mérito mío, también hay detrás un grupo de personas sin las cuales de ninguna manera hubiese conseguido este podio. Comenzando por Repsol y mis patrocinadores personales, que me han apoyado todos ellos de manera incondicional, siguiendo por Jordi Arilla y Zenit, propietarios del equipo, KTM, Jordi Arcarons y cómo no, Manel Salinas -mi mecánico- y el resto del equipo, que se han preocupado día a día de que no me faltase nada y todo funcionase perfectamente. Ha sido un trabajo de equipo y el mérito es de todos ellos.’
– Tu eres una persona sencilla, te gusta rodearte con tu gente, estás a gusto en tu pequeño pueblo Aviá-, y no eres muy amigo de la fama y de que perturben tu intimidad. ¿Te has planteado que cuando regreses a tu casa, todo esto puede peligrar porque ahora pasarás a ser una persona mucho más conocida?
‘Bueno, la verdad es que no me había planteado nada de todo esto. Yo estoy muy agradecido a todos los que me han estado siguiendo y animando, pero espero seguir siendo el Marc Coma de Aviá toda la vida y que todo esto no me cambie a mí ni a mi vida, porque soy feliz así, con mi gente y mi familia.’