Como todos vosotros pudisteis ver la carrera de Misano, y las malas noticias hay que dejarlas atrás, voy a explicaros lo que sucedió el pasado viernes, durante la primera sesión de entrenamientos, porque fue realmente increíble.
La previsión meteorológica para ese día hablaba de algún que otro chaparrón previsto para la tarde. Pero ya en la primera salida de los entrenamientos de 125cc nos encontramos con la lluvia. Al salir los de MotoGP, la cosa pintaba mejor. Caía agua con menos fuerza y daba la sensación de que ahí iba a quedar todo. Pero nuestra sorpresa fue que, después de haber hecho el mantenimiento de las motos y con un cuarto de hora para ir a comer, se puso a llover otra vez con fuerza. Volvimos al box y nos encontramos con un panorama tremendo. El agua estaba empezando a cubrir la moqueta. Decidimos abrir las puertas para despejar. Pero al abrir descubrimos que las puertas estaban haciendo de presa. Así que no fue una buena idea. Entró mucha más agua, inundando todo el box. El pit lane era como un río. Todos nos quitamos el calzado, nos metimos dentro de esa piscina a recoger todo lo que corría peligro de estropearse y después esperamos con resignación a que la lluvia parara. Cuando escampó, conseguimos secar todo el box. Tuvimos que hacer barreras con la moqueta mojada, como si fueran sacos de arena, pero conseguimos secarlo todo, limpiar bien y dejarlo todo apunto otra vez. Por suerte no volvió a llover más.