El Dakar 2010 vuelve por segunda ocasión a Argentina y Chile, y Marc Coma, vencedor de la pasada edición, es uno de los principales candidatos a la victoria de la categoría de motos. Con el número 1 en el frontal de su KTM 690 Rally, el piloto Repsol afronta esta edición con la ambición y la cautela que siempre han caracterizado al piloto de 33 años, aunque con el firme objetivo de luchar por el que sería su tercer trofeo en la prueba más dura del planeta.
Tras una temporada marcada por la incertidumbre generada por un cambio de reglamento, que limita el cubicaje de las motos a 450cc, y la posible retirada de la fábrica KTM de la competición, Coma participará finalmente de nuevo al manillar de una KTM 690 Rally, aunque con la potencia limitada. El piloto Repsol ha vivido este 2009 las dos caras opuestas de la vida del motociclista, con las victorias en el Abu Dhabi Desert Challenge y la segunda posición del Rally de Túnez; pero también con la lesión sufrida en el Rally de Cerdeña cuando lideraba la carrera. Después de una dura recuperación, Coma ya vuelve a estar en plena forma, como muestra la victoria obtenida a finales de octubre en el Rally de Marruecos.
El piloto Repsol ya está en Buenos Aires, para pasar en los próximos días las verificaciones previas a la carrera. Contará nuevamente con Jordi Viladoms como escudero, y un nuevo integrante en el equipo, el holandés Henk Kniuman, además del liderazgo estratégico de Jordi Arcarons, manager deportivo del equipo. El viernes 1 de enero se dará el banderazo de salida en la capital Buenos Aires, con un enlace hasta la ciudad de Colón, y será el sábado 2 cuando realmente empiece la acción, con la primera especial del Dakar 2010.
Ya es tu octavo Dakar, una prueba que has ganado dos veces, ¿nervios ante un reto como el de esta carrera?
“Los días previos a la carrera siempre son momentos en los que sientes un cosquilleo en el estómago, y te pasas el día pensando en qué se te puedes estar olvidando, y en tenerlo todo a punto. Es un ritual en el que los nervios siempre están presentes.”
Ha sido un año complicado, principalmente por la lesión de Cerdeña, ¿en qué estado de forma llegas?
“Siempre es mal momento para lesionarse, pero de todo el calendario, junio es un mes bastante tranquilo, así que la recuperación no nos ha perjudicado en la preparación de la carrera. Llegamos bien de forma, incluso estos días hemos estado haciendo pruebas de fuerza y resistencia, y estamos en parámetros parecidos o mejores que los del año pasado.”
También ha sido un año marcado por el cambio de reglamento y las dudas que generó la posible retirada de KTM de la prueba. ¿Ha condicionado esto tu calendario de entrenamientos?
“Hemos intentado que no fuera así. Siendo sinceros, sí que ha habido momentos complicados, con muchos interrogantes, pero por suerte estamos rodeados de gente muy efectiva que ha podido tirar adelante el proyecto. KTM también es una marca con mucha tradición en la carrera, con gente muy apasionada, y esto ha permitido salir adelante con un proyecto de garantías.”
¿Qué te parece la solución de correr con una brida que limite la potencia en las motos de gran cilindrada?
“Creo que es la prueba de que fue una decisión precipitada por parte de la organización. En un primer momento, quedábamos excluidos de la carrera al tener una moto de mayor cilindrada de los 450cc que preveía el reglamento. Ahora se han quedado a mitad de camino, buscando una limitación para nuestra moto. No es una solución, pero sí que nos permite participar y tener una moto competitiva.”
¿Cómo se plantea la batalla entre estas motos y las 450cc?
“En estos momentos es la incógnita que hay, ver qué diferencia habrá entre las 450cc y nuestra moto. En un primer momento, estábamos un poco preocupados, porque con la brida, nuestra moto rendía mal, pero después de trabajar muy duro, hemos conseguido una buena moto y respecto a eso ahora estoy más que tranquilo.”
¿Se acabarán los problemas de neumáticos?
“Está claro que el neumático forma parte de un conjunto de claves para conseguir la victoria en el Dakar, y juega un papel fundamental. El año pasado, tuvimos la oportunidad de ganar con Pirelli, y este año hemos decidido seguir con este material que nos dio la victoria, esperando seguir la misma suerte.”
Ante una carrera de esta envergadura, con cinco especiales por encima de los 400 kilómetros, incluso una que llega a los 600 kilómetros, ¿cómo puede afectar llevar las motos limitadas?
“Creo que la longitud va afectar poco, porque el rendimiento de la moto es el mismo tanto en una especial de 400 como de 600 kilómetros. Seguro que a nivel de fiabilidad no perdemos efectividad, pero somos conscientes de que sufriremos con el lastre, la pérdida de potencia que tenemos, y nos hemos preparado para ello, afrontándolo de la mejor manera posible.”
Reduciendo la potencia, ¿las velocidades medias se reducen?
“Se va a reducir la velocidad punta en algún punto, pero siendo franco, creo que en la primera parte del gas, las primeras revoluciones el motor está rindiendo prácticamente al mismo nivel que teníamos anteriormente. Creo que va a influenciar poco.”
Sin embargo, llevar un motor limitado restará efectividad a la moto, debido a su mayor peso. ¿Puede ser un handicap importante?
“Sí, es un compromiso con el que tenemos que jugar, porque la moto ha perdido potencia y sigue teniendo el mismo peso, así que en teoría vamos a perder algo de efectividad. Pero como decía, creo que la moto tiene potencial de sobra para afrontar la carrera con garantías.”
¿Ganará importancia la navegación?
“En general, creo que no. La navegación seguirá teniendo su papel, pero dentro de la carrera a la que estamos acostumbrados.”
¿Han cambiado los candidatos a la victoria?
“Creo que al final serán los mismos nombres de siempre. Sí que hay ciertas incógnitas, como por ejemplo saber el potencial de motos como las Aprilia o Sherco, motos muy jóvenes y nuevas que seguro que en un futuro pueden ser motos ganadoras, pero que en este momento desconocemos su fiabilidad. Sabemos el potencial de la Yamaha de David Fretigne, de Cyril Despres con su KTM, y al final serán los mismos nombres de siempre los que suenen.”
¿Y ha cambiado tu objetivo?
“No ha cambiado para nada. Tenemos que ser conscientes de que ganar un Dakar es siempre muy difícil, es una empresa complicada en la que intervienen muchos factores. Se tienen que conjuntar todos para poderlo lograr, y nosotros tenemos que estar tranquilos para hacer nuestra propia carrera.”
¿Obligará a cambiar la estrategia que habéis llevado en los años anteriores?
“No realmente. Saldremos como siempre a luchar cada kilómetro, intentando poner a todos los demás las cosas al máximo de difíciles, y en cada momento dar el máximo de nosotros mismos. El día que vamos a correr o reservar, eso es algo más interno.”
¿Qué te parece el recorrido previsto para este año?
“Creo que el recorrido ha mejorado con respecto a la edición anterior, con más kilómetros en Atacama, más etapas en desierto abierto, con más dunas y más fuera pista. Todo esto es sinónimo de dureza y dificultad, y creo que nos va bien. Creo que es un recorrido muy completo, con todo tipo de terrenos y especialmente muchos kilómetros de desierto. Luego, vamos a sufrir como todos, y lo vamos a pasar mal, pero el hecho de que vuelva a haber dureza, creo que nos beneficia.”
¿Puedes detallarnos, a nivel humano, cómo será la estructura del equipo este año?
“La estructura del equipo continúa siendo de tres pilotos. Volveré a correr con Jordi Viladoms, y ha habido el cambio de Henk Kniuman, un piloto holandés que trae solidez y experiencia al equipo. En cuanto a la parte técnica, es prácticamente la misma, cada piloto con su mecánico, sus respectivos técnicos, y la figura de Jordi Arcarons, como manager deportivo. Creo que es una estructura con garantías.”