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Marc Márquez se enfrenta este fin de semana a un Gran Premio muy especial. La prueba en el Circuit de Catalunya cuenta siempre con un extra de motivación para cualquier piloto catalán, y es que correr a pocos kilómetros de tu casa, rodeado del público de tu propio país, entre los cuales se encuentran familiares, amigos, conocidos, y una multitud de aficionados volcada con los pilotos locales, es siempre un aliciente añadido. Como todos, Marc Márquez tiene su historia particular con el trazado de Montmeló, una historia que empezó cuando apenas tenía diez años.
¿Cuál es tu relación con este circuito? ¿Cuándo pusiste un pie en él por primera vez?
“No lo recuerdo demasiado, pero sé que la primera vez que estuve en el Circuit de Catalunya fue para competir en el Open Racc 50. Fue la primera vez que competía en circuitos grandes, y éste fue uno de los primeros en el que corrí, donde además conseguí la victoria. Las primeras sensaciones que tuve con esta pista fueron especiales, porque era un circuito muy ancho, muy largo y parecía que no se acababa nunca. Desde entonces, cuando vas subiendo de categoría, todo se va haciendo cada vez más estrecho”.
¿Impresiona estar en un escenario del Campeonato del Mundo cuando tenías, como en tu caso, diez años y llegas por primera vez a este trazado?
“Sí que impresiona, porque quieras o no, estar en un escenario tan grande, en el que sabes que se corren carreras del Mundial, hace que sea especial. Pero también es cierto que a esa edad no eres tan consciente de lo que te rodea. Vas a una pista, ruedas, vas a pasártelo bien, y te lo tomas como un circuito más”.
¿Cuál es tu mejor recuerdo en el Circuit de Catalunya?
“Mi mejor recuerdo son quizás de las dos visitas que he hecho en el Mundial. El año pasado hice una carrera muy buena, en la que marqué la vuelta rápida de carrera y se me escapó el podio en el último momento. Y hace dos años conseguí terminar por primera vez entre los diez primeros en el Gran Premio de aquí. Son recuerdos bonitos, aunque también hay algunos malos”.
¿Cuáles son?
“Aquí perdí el Campeonato de Catalunya en la última carrera. Me toqué con un piloto y me caí. Son cosas que pasan en las carreras, y dio la circunstancia de que sucedió aquí”.
Éste es un circuito que siempre se encuentra en la videoconsola. ¿Quién tiene el récord en casa, tu hermano Álex o tú?
“Cada fin de semana va cambiando, porque nos picamos y siempre vamos mejorando uno y otro. Va a días y siempre hay mejores o peores, pero normalmente me gana él. Aunque de la videoconsola a la realidad el circuito cambia mucho, si te caes en el juego no hay peligro, y aquí es todo muy diferente. En el sillón de casa siempre puedes arriesgar un poco más, que no va a pasar nada”.
¿Correr en un Gran Premio en el que sabes que tendrás cerca a familiares, amigos, compañeros de clase y aficionados, tan cerca apoyándote, supone una presión añadida o te da un empuje extra en el momento de salir a la pista?
“Es cierto que existe esa presión por querer hacerlo bien delante de los amigos, los familiares, y delante de tanta gente que confía en ti y siempre te ha apoyado, pero siempre intentas transformarlo en motivación para mejorar y conseguir ese empujón extra. Yo me lo intento tomar como un gran premio cualquiera, para que el exceso de motivación no me juegue una mala pasada”.