Nani Roma
Fecha de nacimiento: 17/02/1972
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Trayectoria Deportiva
1991 |
Subcampeón de España de Enduro Junior 125 cc |
1992 |
5º en el Cto. Europa de Enduro Senior 125 cc |
1993 |
4º en el Cto. de España de Enduro Senior |
1994 |
4º Cto. de España Enduro Senior |
1995 |
2º Cto. de España de Enduro 4T |
1996 |
1ª Participación Rally Dakar-Dakar (2 victorias etapa) |
1997 |
Campeón de España de Enduro |
1998 |
Participación París-Granada-Dakar (1º Clasif mitad del Rally) |
1999 |
2º Raid de Egipto |
2000 |
Ganador de 4 etapas en el Dakar |
2001 |
2º Baja España Aragón |
2002 |
1º Baja España Aragón |
2003 |
2º Baja España Aragón |
2004 |
2º Rally de Cerdeña |
2005 |
1º absoluto en la Baja España Aragón |
2006 |
3º absoluto en el Lisboa Dakar (Mitsubishi Montero Evolution) |
2007 |
3º Rally Dakar |
2008 |
2º Baja España Aragón |
2009 |
10º Rally Dakar |
2010 |
Ganador de una etapa en el Dakar |
2011 |
Rally Dakar (retirado) |
Biografía
1991-2003
La pasión por la competición y una voluntad prácticamente indestructible marcan el carácter de un piloto singular. Joan Roma, Nani para los amigos, nació en Vic el 17 de febrero de 1972 y tras un fugaz paso por los campos de fútbol, este deporte perdió a un contundente portero cuando en su vida se cruzaron las motos. Se apuntó a su primera carrera falsificando la licencia de un amigo, pecado muy común entre los grandes campeones. La ganó y desde entonces no ha dejado de atesorar un impresionante palmarés al que sólo le faltaba la joya de la corona, el Dakar, que finalmente consiguió en la edición 2004.
En el corazón de muchos aficionados, Roma ha relevado a otro ilustre, Jordi Arcarons, y no se entiende un Dakar sin su presencia. Con el paso de los años, la fogosidad va dando paso a la experiencia, y tras participar en siete ediciones del Dakar en la categoría de motos y cinco en la de coches, el piloto de Folgueroles vuelve escrupulosamente a la carrera que le ha forjado como deportista y ha marcado su vida.
Casado, con dos hijas y un hijo, Nani Roma consiguió su primer éxito en competición en el Campeonato de España de Enduro Júnior de 125cc. en 1991. Desde sus comienzos en competición, su agresividad y su físico no pasaron desapercibidos para nadie, y desde ese momento comenzó a coleccionar posiciones de honor en trofeos de Enduro y también en participaciones en los Seis Días. Desde la primera medalla lograda en 1993 hasta el primer título, el Europeo senior, Roma comenzó a consagrarse como uno de los pilotos más destacados de la especialidad y, en pleno auge de las competiciones africanas, era un hecho cierto que llegaría muy pronto a los raids.
Eso sucedió en 1996. Participó en su primer Dakar y a pesar de su desconocimiento de una carrera tan peculiar, consiguió dos victorias de etapa, toda una hazaña teniendo en cuenta a los pilotos con los que se enfrentaba. Se dio a conocer en los raids africanos de una forma ciertamente espectacular, tras lograr posiciones muy brillantes en los campeonatos nacionales y mundiales de Enduro.
La suerte estaba echada y a partir de ese momento, Roma no dejó de participar en pruebas de enduro de alto nivel, aunque su trayectoria deportiva quedó marcada por los raids africanos. Repitió una actuación destacada en el año ´98 cuando era el primer clasificado a mitad de rally, pero no consiguió terminar. No dejó, sin embargo, de lograr extraordinarios resultados, como una medalla de oro en los Seis Días de Enduro o segundas posiciones en los Raids de Egipto y Dubai, además de victorias en la Baja de España e Italia.
El año 2000 fue el de su consagración internacional. Terminó el Dakar en la decimoséptima posición, muy lejos de la cabeza, pero lo hizo como verdadero vencedor moral, extremo que llegó a reconocer públicamente uno de sus mayores admiradores, Hubert Auriol, Director de la carrera. Nani había ganado cuatro etapas de la carrera, era sólido líder y tenía la victoria en sus manos. Sin embargo, rompió el motor de su motocicleta a dos jornadas del final, tras haber atravesado todo el continente africano. Fue una decepción muy cruel y ese triunfo podría haber dado un vuelco a su carrera deportiva.
A partir de ese momento la trayectoria del piloto Repsol se centró de forma clara en las pruebas más importantes de la temporada de raids, las carreras más selectas del campeonato de enduro y, por supuesto, el Dakar, que se había convertido en el gran objetivo de su carrera deportiva. Se le resistía, eso es cierto, una y otra vez, pero ya se había consagrado como uno de los pilotos más destacados del panorama del off-road internacional.
Había tomado con toda justicia el relevo de Arcarons y a su estilo agresivo, unía una personalidad desbordante y poco habitual en un piloto de raids. Roma se había convertido en un piloto muy querido, siempre accesible y dispuesto a compartir su experiencia con sus colegas de profesión, hombres como Isidre Esteve y el joven Marc Coma, que con el tiempo iban a convertirse en compañeros inseparables de pelea para conseguir la primera gran victoria en África.
El triunfo se le resistía desde la gran decepción del año 2000, cuando Nani pasó una noche entera en el desierto esperando al camión de asistencia. El objetivo era llegar como fuese a Dakar, lo que no pudo ser en 2001, 2002 ni 2003. Diversas caídas y accidentes privaron al piloto Repsol de lograr el gran objetivo, desgracias deportivas que a causa de la televisión se han vivido casi en directo en todo el mundo, dando a su carrera deportiva una dimensión ciertamente épica. Su lucha contra el desierto la han sufrido en carne propia miles y miles de aficionados.
El no haber podido ganar el Dakar, sin embargo, no supuso un borrón en una carrera deportiva realmente brillante, a la que fue sumando victorias como la del Rally de Túnez de 2002 y la Baja Aragón, junto a esporádicas participaciones en algunas de las pruebas más destacadas del Campeonato de España de Enduro. También se quedó a un paso de la victoria en 2003. Fabrizio Meoni era su rival, pero una caída del español con fractura incluida, le llevó al hospital.
Nada grave, pero se quedó nuevamente fuera de la competición. Desde entonces, Roma se preparó a fondo para recuperarse y es justo reconocer que los éxitos llegaron después uno tras otro. Segunda plaza en la Baja Aragón, tercer puesto en la Copa FIM de Rallyes TT, tercera posición en el Rally de Túnez, tercera posición en el Rally de Marruecos y victorias en Cerdeña y Egipto.
Con ese historial y estas credenciales, el piloto Repsol era uno de los grandes e indiscutibles favoritos a la victoria en la 26ª edición del Dakar. Se había preparado con más intensidad que nunca y llegaba en un perfecto estado de forma. Además, disponía de una moto que conocía a la perfección y de dos extraordinarios compañeros de equipo como Esteve y Coma. Llegaba a la carrera con suficientes garantías, pero aún quedaba lo más complicado: disputar la prueba y vencer a la suerte que tantas veces le había dado la espalda. Y lo consiguió.