Marruecos:
Marruecos está ubicado en la punta más occidental de Africa del Norte, limita al este con Argelia, con Mauritania al sur y sureste, con el océano Atlántico por el oeste y con el Mar Mediterráneo por el norte. Marruecos está a sólo 14 Km. de distancia de España, cruzando el estrecho de Gibraltar. La cordillera del Atlas atraviesa el país por la mitad, atravesando las llanuras fértiles y las playas de la costa Atlántica. La cordillera del Atlas Medio, llega a alcanzar los 3.000 metros y está cubierta de bosques de pino, roble y cedro, pastizales y pequeños lagos. Las Montañas del Rif se extienden a lo largo de la costa norte. Las ciudades de Ceuta (Sebta) y Melilla, en la costa norte, están bajo administración española.
Con una superficie de 710.850 Km²., una población de 28,000,000 habitantes, y su enorme diversidad geográfica, el clima es muy variado, templado la mayor parte del año. En la costa, la brisa del mar impide los calores estivales. En invierno la temperatura no baja de los 10º y las heladas se desconocen. En el interior el clima es continental, donde los veranos pueden ser muy calurosos.. Marruecos cuenta con 60.000 Km. de red de carreteras.
Marruecos se rige por una Monarquía constitucional (desde 1956). Marruecos consiguió la independencia de Francia en 1956. El jefe del estado es el Rey Mohammed VI (desde 1999). El jefe del gobierno es Abderrahmane Youssoufi (desde 1998).
El idioma oficial es el árabe, pero una minoría importante de la población habla beréber. Por su pasado colonial muchos marroquíes hablan francés, y español. La religión es mayoritariamente musulmana, con minorías judías y cristianas.
La primera presencia documentada a lo largo de la historia demuestra la presencia de comunidades beréberes que ya poblaban esta región hace más de 3.000 años. Durante siglos, los beréberes se mantuvieron impenetrables a la dominación e influencia de otros pueblos expansionistas que se fueron asentando en sus costas, fenicios y romanos.
En el siglo III se produce otra revolución cultural importante que marcara el futuro de otros muchos pueblos cercanos: la llegada del cristianismo. Pero según parece, de nuevo la población autóctona bereber se mantuvo en gran medida fiel a sus creencias y cultura tradicionales. Sólo a partir del siglo VII de los primeros emigrantes árabes comenzará a cambiar esta impermeabilidad cultural y , poco a poco el Islam irá siendo la guía cultural de esas poblaciones a lo largo de los siglos siguientes, y hasta nuestros días. Al mismo tiempo que portadores de la nueva cultura, los emigrantes y conquistadores árabes se harían con el control político relegando a la población autóctona a posiciones socialmente menos relevantes.
Marruecos fue una de la últimas zonas de África en atraer el interés de los países europeos que, durante el siglo XIX, pugnaban por hacerse con el mayor espacio africano posible. No será hasta principios del siglo XX cuando franceses y españoles se repartan Marruecos.
Anteriormente dividido entre colonias francesas y españolas, Marruecos llegó a ser independiente en 1956, aunque España continuó reteniendo los enclaves de Ceuta y Melilla en el norte, que permanece como una manzana de la discordia entre los dos de países. El primer jefe del nuevo estado fue el Sultán Mohammad V, que cambiaría su título por el de Rey de Marruecos.
Mauritania:
La República Islámica de Mauritania está situada en la región del Sahel, entre Senegal y el oeste del Sahara. Baña sus costas el Océano Atlántico Norte. Limita además con Algeria y Malí. Su capital es Nouakchott y su superficie total es de 1,030,700 km². Algunos recursos naturales son el mineral del hierro, el yeso, el cobre, el fosfato, los diamantes, el oro, el petróleo y la pesca. Los idiomas oficiales del país son árabe y francés (oficiales); los moros hablan el hassanya, dialecto árabe. En el sur se hablan el fulani (de los pulaar) y el sarakole (de los soninké).
Las dos terceras partes del país, al norte, integran el desierto del Sahara. Por lo tanto, se caracterizan por un clima extremadamente seco y un relieve abrupto, con mesetas rocosas y amplias extensiones de dunas. Hacia el sur, el desierto va dando paso a la sabana del Sahel, con alguna lluvia y vegetación. La porción suroccidental, que riega el río Senegal, recibe algo más de lluvia. Allí se concentran la población en localidades como Atar, Chinguetti, Tidjikja, Walata o Nema y las actividades productivas, salvo los pastores nómadas, dispersos en todo el territorio.
Sólo las tres cuartas parte de los mauritanos son propiamente «moros», descendientes de los creadores del Imperio Almorávida en la Edad Media. Producto del mestizaje de árabes, bereberes y otros pueblos, moros era el nombre genérico de los pastores nómadas del noroeste de Africa. El 25% restante está formado por pueblos africanos residentes en el sur, de los cuales los más importantes son los pulaar (llamados «toucouleur» por los franceses) y los soninké; también hay minorías uolof y bambara.
Mali:
Malí se encuentra localizado en un territorio al que los árabes denominaban Sahel, que significa orilla, debido a su situación en la frontera sur del Sáhara. País integrado en los Imperios Medievales africanos, Malí limita al noroeste con Argelia, al noroeste con Mauritania, al oeste con Senegal, al sur con Guinea, Costa de Marfil y Burkina Fasso, y al este con Níger. Su superficie se extiende sobre unos 1.240.710 kilómetros cuadrados, y por sus tierras fluyen las aguas de los ríos Senegal y Níger. El país se divide claramente en dos zonas bien diferenciadas: la parte suroccidental, con las cuencas del Alto Senegal y Níger, cuyas aguas han permitido el desarrollo de la agricultura, y la parte al norte de la gran curva del río Níger, donde el Sahel va dejando paso al desierto del Sáhara.
La población vive mayoritariamente de la agricultura y la ganadería, y un grupo minoritario lo hace de la pesca. Históricamente, Malí pertenecía desde finales del siglo XVI a los territorios del Sultán de Marruecos, pero éste pronto perdió el interés por estas tierras tras la llegada de los europeos, situación que varió notablemente los principales puntos de comercio a los puertos. En 1868 los franceses llegaron y ocuparon Malí, y junto a Senegal, Burkina Fasso y Benín, crearon la colonia denominada Sudán Francés, más tarde conocida como Africa Occidental Francesa. Tras la Segunda Guerra Mundial, surgen con fuerza las ideas independentistas, y en 1960 se consigue la independencia del país, naciendo así la República de Malí.
El idioma oficial de Malí es el francés, aunque también predominan las lenguas de las distintas etnias, sobre todo la bambara. También se habla el árabe y el tuareg. La mayor parte de la población, el 85%, es musulmana. Existe una minoría cristiana. La sociedad de Malí está dividida en castas. Tras los nobles y los herreros están los griots, que son respetados por sus conocimientos en historias y temidos en cierto modo por sus habladurías. Bamako es la capital de Malí, situada a orillas del río Níger, aunque la ciudad más popular fuera de sus fronteras es Tombuctú, también conocida comoPerla del Desierto o La Misteriosa, y que antiguamente fue emplazamiento del pueblo tuareg.
Burkina Fasso:
Su nombre significa la tierra de los hombres íntegros, y probablemente viene dado por el pasado legendario de este país, con sus guerreros que formaron los Reinos Mossi. Estos guerreros se mantuvieron al margen de los Grandes Imperios Sahelianos, defendiendo sus costumbres más ancestrales y preservando su raza auténtica. Aunque Burkina Fasso cuenta con ciudades importantes y desarrolladas como Ouagadougou y Bobo-Dioulasso, es en los pequeños poblados repartidos por su geografía donde se pueden ver todavía modos de vida puramente africanos. Burquina Fasso se extiende sobre una superficie de unos 274.200 kilómetros cuadrados, limita con Malí por el noroeste, con Níger por el noreste, con Benín en el sureste y con Togo, Ghana y Costa de Marfil en la parte meridional.
La extensión de Burkina Fasso constituye una meseta regular con una altitud media que no supera los 400 metros, siendo el punto más alto el pico Nakuru, situado al oeste, con 749 metros. Por su superficie discurren tres cauces fluviales conocidos como los ríos Volta: Blanco, Negro y Rojo. Tres son los paisajes integrados en Burkina Fasso: la selva tropical situada al suroeste, la sabana arbórea, con predominio del baobab, en la franja central, y el paisaje estepario de espinos y mimosas al norte del país. La población se concentra en las zonas centrales y suroccidentales, y está dividida principalmente en Voltaicos, dedicados a la agricultura, los Mandé, dedicados al comercio ambulante, y otros muy diferentes grupos como los tuareg, peul y bella, que viven dedicados a la ganadería y al nomadismo. Burkina Fasso fue colonizada por los franceses a finales del siglo XIX, y en 1919 crearon la colonia del Alto Volta con territorios tomados a Malí y Níger. La independencia llegó a Burkina Fasso el 5 de agosto de 1960, y desde entonces ha vivido momentos de democracia, de absolutismos y golpes militares.
El idioma oficial es el francés, aunque cada etnia tiene su propia lengua. El bambar es el idioma que normalmente se utiliza para el comercio. La población practica mayoritariamente -en un 65%-, los cultos tradicionales fundados en el animismo, totemismo y fetichismo, mientras que tan sólo un 25% es de creencia musulmana y un 8% católica. A pesar de que la ciudad con mejores servicios y mayor comercio del país es Bobo-Dioulasso, la capitalidad del país la ostenta la segunda urbe del país, Ouagadogou, una ciudad de concepción moderna.
Senegal:
Senegal es el país más occidental de Africa. En el pasado se dieron grandes disputas entre las numerosas etnias autóctonas, mucho antes de que llegasen los europeos y se estableciesen en sus costas. Dakar, situada en la costa, es la capital de Senegal, y en estas últimas décadas ha tomado especial protagonismo a nivel internacional como punto final del Rally París Dakar. En esta ciudad rodeada de playas desiertas desemboca el río Gambia. Con una superficie total cercana a los 200.000 kilómetros cuadrados, Senegal limita al norte con Mauritania, al este con Malí, al sur con Guinea y Guinea-Bissau, y al oeste con el Océano Atlántico.
Cuatro son las zonas que marcan la geografía de Senegal: la oeste, cerca de Dakar, es la menos seca y donde se concentra principalmente la población; la costa, de marcado carácter agrícola; el interior, árido y habitado habitualmente por pueblos nómadas, y por último el valle del Senegal, bastante despoblado. Respecto a la población, en Senegal conviven una gran diversidad de etnias, resultado del contacto permanente de estos habitantes con los pueblos islamizados del norte, los negros animistas del sur, y con los europeos llegados durante la colonización.
También podemos encontrar en Senegal minorías libanesas y sirias. La colonización se dio tempranamente en Senegal, ya que en el siglo XV llegaron los portugueses, instalándose en la costa. Los franceses ocuparon la zona en el siglo XVII, y no fue hasta 1960 cuando llegó la independencia a Senegal, que actualmente se rige por un sistema democrático. El francés es el idioma oficial, aunque se hablan también dialectos tribales como el wolof, el mandinga, el peul y el diola. La mayor parte de la población es musulmana sunita, aunque también hay una minoría cristiana y algunos practican distintos cultos locales.