Los pilotos Repsol de la cilindrada pequeña terminan en cuarta y novena plaza, respectivamente, en el debut del Circuito Termas de Río Hondo en el Mundial.
Por primera vez en 15 años, el Campeonato del Mundo de Motociclismo regresa a Argentina, con el Circuito Termas de Río Hondo estrenándose en el calendario. Álex Márquez y Álex Rins han inaugurado la pista con el primero de ellos firmando el cuarto mejor tiempo y su compañero el noveno en una jornada dominada por Jack Miller.
En la primera toma de contacto, el objetivo ha sido memorizar las curvas, encontrar la trazada ideal en la pista argentina y realizar los primeros ajustes en el desarrollo de sus Honda. Para ello, Álex Márquez ha completado 18 giros en la primera sesión –sexto– y otros tantos en la segunda, mejorando casi 2 segundos sus tiempos y parando el crono en un tiempo definitivo de 1 minuto, 51 segundos y 234 milésimas, que le ha colocado cuarto.
Más dificultades ha tenido su compañero Álex Rins, que después de 19 vueltas, ha terminado vigésimo segundo la primera sesión. Sin embargo, ha mejorado más de 3 segundos en la segunda tanda y ha terminado el día noveno, con un registro de 1 minuto, 51 segundos y 550 milésimas.
Los Álex dispondrán mañana de una última sesión libre, antes de enfrentarse al cronómetro en la sesión oficial que decidirá la parrilla de salida de la carrera del domingo.
Álex Rins >> Audio >> Audio CAT
9º, 1:51.550 segundos, 37 vueltas, 178 km
«La verdad es que en la primera salida me ha costado adaptarme, quizás estaba un poco relajado y por eso he terminado en una posición retrasada. En la segunda sesión he salido más decidido, ya he rodado buscando más el límite y no ha ido mal del todo. Además, hemos hecho un gran salto en cuanto a la puesta a punto respecto al primer libre, porque siempre es difícil encontrar a la primera los mejores reglajes para la moto. Creo que mañana podremos dar un paso adelante respecto a hoy y nos puede ir mucho mejor».
Álex Márquez >> Audio>> Audio CAT
4º, 1:51.234 segundos, 36 vueltas, 173 km
«Como es normal y como ya se vio el año pasado en Austin, el primer día en un circuito nuevo –como este de Río Hondo– siempre patina mucho y a todos los pilotos nos cuesta un poco más de lo habitual, pero con las sesiones se va a ir limpiando y habrá más goma en el asfalto, lo que hará mejorar el agarre. Vuelta a vuelta hemos ido encontrando las trazadas, mejorando la moto y especialmente puliendo mi pilotaje, que era lo que más necesitaba respecto a la primera sesión. Mañana tengo que seguir afinando en algunos sectores, especialmente en el tercero y cuarto, que son los que me cuestan un poco. Intentaremos dar ese pasito que nos falta para lograr estar en primera o segunda fila en el entrenamiento cronometrado».