Raúl Jara llegó al Mundial de Motociclismo en el año 2001. Había sido Subcampeón de España en el equipo que Alberto Puig formó junto a Dani Pedrosa y Joan Olivé, a raíz de la Copa Movistar Activa, y aterrizaba en el Campeonato del Mundo como una de las jóvenes promesas de nuestro país. Sin embargo, las cosas se torcieron aquella pretemporada, en la que se rompió dos vértebras en una fuerte caída en Jerez, lo que le hizo empezar mal el año. Al año siguiente saltó a 250cc, y las dos siguientes temporadas probó mejor fortuna en el Campeonato de España, donde se proclamó Subcampeón en la categoría Supersport.
En 2005, con 24 años y a punto de cumplir los 25, dio un giro a su carrera y aceptó la oferta de Alberto Puig de ponerse al frente de la MotoGP Academy. No dejó de entrenar y montar en moto, su pasión, pero pasó además a dirigir a las futuras estrellas en su camino por hacer realidad sus sueños, como en el caso de un joven Bradley Smith, con quien al año siguiente dio el salto al Mundial. Desde entonces, Raúl Jara ha compaginado su trabajo en la MotoGP Academy con el cargo de Director Deportivo que ocupa ahora en el seno del equipo Repsol KTM.
¿Es difícil con veinte y pocos años, plantearse dejar de ser piloto para embarcarse en un proyecto como la MotoGP Academy?
“Sí, aunque yo tenía bastante claro que no quería estar con treinta, treinta y cinco años, corriendo en el Campeonato de España, y aunque hay gente que lo hace y le va muy bien, no veía claro qué hacer después. Así que cuando Alberto en 2003 me ofreció por primera vez la oportunidad de llevar la Copa Movistar 600 que hicieron, me costó decirle que no. Ya tenía un contrato firmado y él no quería forzarme con su oferta, pero sabía que era una buena oportunidad para mí. Así que cuando al año siguiente acabé ese contrato, lo tuve claro y fui a hablar con él. No he dejado de ir en moto, ya que este trabajo no significa un cambio de mundo radical, y yo ahora entreno con Dani [Pedrosa] o con “Tito” [Esteve Rabat]. Además, he podido correr algunas carreras como las 24 horas de Montmeló los dos últimos años, o alguna carrerita de motocross con motos pequeñas de 100cc. que monta Lucas Oliver en el Bultaco Camp, y que siempre son divertidas. Además, alguna carrera en bici, alguna pedalada cerca de casa…”
Llegaste al Mundial de la mano de Alberto Puig, y ahora estás metido en el proyecto que arrancó entonces contigo, con Dani Pedrosa y otros pilotos que siguen en el Mundial. ¿Cómo ha sido este cambio y cómo ha influido Alberto Puig en tu carrera?
“En el ’99 conocí a Alberto en la Copa. Empezamos a tener una relación normal, como la tenían los demás pilotos, y cuando al año siguiente, en el Campeonato de España, montó el equipo con sólo tres pilotos, ya tuvimos una relación más personal. Siempre se ha preocupado por mí, buscándome primero la moto de Cechinello, después la de 250cc, y nunca me ha dejado tirado. No es que fuera mi manager, pero siempre me ha ayudado desinteresadamente como ha ayudado a tanta otra gente, como Stoner, Elías o Julián Simón. Además, compartiendo habitación con Dani salió una amistad que ha hecho que siempre hayamos estado cerca, y ha sido habitual quedar en Barcelona para vernos, entrenar, hacer la pretemporada con ellos o lo que surja. Manteniendo este contacto fue cuando me dijo que necesitaba alguien que supiera ir en moto, que sepa lo que tienen que hacer los chicos y que se interesase en el tema. Y desde ahí hasta ahora.”
¿Cuáles son tus funciones y responsabilidades como Director Deportivo del Team Repsol KTM?
“Ha ido cambiando. Al principio me dedicaba más en el trabajo con los chicos en la MotoGP Academy, enseñándoles cómo tenían que ir en moto, saliendo a veces a pista con ellos para que comprendan más rápido las trazadas. Estaba más centrado en que mejoraran. Ahora, aunque sigo yendo a la pista a ver a “Tito” y Marc [Márquez], mi trabajo es más organizar un poco el entrenamiento con los mecánicos, ver qué hacer y qué no, si llueve o no llueve. Todo ello tanto en 125cc como en 250cc. Procuro tener claro qué queremos probar, hablar con el piloto y hacer de alguna manera de puente entre piloto y mecánicos, ya que a veces no se explican bien, o ves cosas en la pista que luego les ayuda. Hago más este trabajo que corregir puntos de trazada o de frenada, etc. Es un trabajo más organizativo a nivel del box y de plantear el entrenamiento.”
¿Es fácil trabajar con jóvenes pilotos?
“Sí. Cuanto más jóvenes –sin pasarse, ya que si son demasiado jóvenes se despistan- más atención prestan. Está claro que este mundo les encanta, así que cuando les estás hablando y saben que quien les habla sabe lo que dice, te prestan mucha atención y luego te sorprendes de la velocidad a la que son capaces de aplicar lo que les acabas de decir. A veces es difícil lo que les pides, pero en la siguiente curva lo prueban.”
No hace tanto, tú participabas en el Mundial. ¿El hecho de haber sido piloto hace tan poco, te ha sido una ayuda en tu trabajo?
“Sí. De hecho, estos dos últimos años he corrido las 24 horas de Montmeló y he vuelto a tener sensaciones de piloto que me han permitido entender muchas cosas que les pasaban a los chicos, y pude ver muchas otras en las que les puedo apretar más. Me ha ido bien mantenerme activo con alguna carrera, porque así puedo ver cosas que no son tan difíciles de hacer, ya que yo las estaba haciendo; o al revés, cosas que parecen relativamente fáciles y realmente no lo son. La verdad es que seguir manteniendo el contacto con la moto me ayuda. Además, me siento obligado a aplicarme en este tipo de carreras, para que luego los chicos no piensen que no tengo ni idea, si no que los consejos que les doy son realmente válidos. Luego los resultados me salen o no, pero los tiempos están ahí y a veces se sorprenden. Cuando cojo yo la moto de 125cc. para enseñarles un poco la trazada, al principio les cuesta seguirme, y eso también les mantiene más despiertos. En el Mundial no entreno con ellos, pero desde fuera puedes ver muchas cosas, o hay veces que corren donde yo ya he estado.”
A menudo te vemos salir del box para seguir desde el pie de la pista las evoluciones de tus pilotos. ¿En qué te fijas que no se pueda apreciar desde la televisión o en las pantallas de tiempos?
“Depende. En el último caso de Brno, dado que ya habíamos estado entrenando, te centras en cosas diferentes. Tanto “Tito” como Marc ya se sabían el circuito, así que te puedes centrar más en buscar formas para que mejoren, ya sea entrando, saliendo o en el paso por curva. En cambio, hay pistas que en el caso de Marc son nuevas y tienes que fijarte en buscar referencias y ayudas para que su aprendizaje sea más rápido. Muchas veces después viene y me cuenta que en tal o cual curva se ha acordado de poner la rodilla en tal piano, o de frenar a partir de tal marca en el asfalto. Nos fijamos en buscar la manera de acelerar estos pasos de aprender el circuito, para que pueda centrarse en aprovechar más el entrenamiento en algo más que memorizar una pista.”
¿Cuáles son los mayores retos o dificultades con las que te encuentras en tu trabajo?
“Cuando un piloto no tiene confianza. Por lo que sea: él mismo, porque la moto no le va bien, por ambas cosas, cualquier cosa. Es algo que a veces sucede, y cuando un piloto no tiene confianza es muy difícil ir en moto, ya que digas lo que digas, le cuesta mucho mejorar. Al principio un piloto te hace mucho caso, intenta probar lo que le dices, pero si ve que no mejora, entonces son los momentos más difíciles. Y por descontado, las lesiones. Cuando un piloto se cae y tienes que ir a la otra punta del circuito, y se ha hecho daño, se pasa mal. En estos momentos piensas lo desagradable que es este trabajo, ya que estamos ayudando al niño para que corra y lo haga mejor, y ha salido volando por los aires. Realmente no es tu culpa, pero no dejas de sentirte responsable de lo que les pase en la pista.”
¿Cómo se sale de uno de estos baches de confianza?
“Hay que ser un poco psicólogo. Cuando sales a la pista a mirar como van, se ve que no tienen la confianza suficiente en la moto al tirarla en las curvas, que hacen los movimientos muy lentamente, o al hacer los cambios de dirección, o cuando aguantan el freno. Desde fuera se ve que su confianza con la moto, por lo que sea, no es la que tiene que ser. Entonces, para no dar rodeos, se lo dices directamente. Eso, hablar de eso, alivia un poco al piloto, ya que no es fácil decir estas cosas. A partir de ese punto tienes que ser un poco psicólogo y saber qué puede ser útil decir, qué necesitan escuchar. A mí me ha pasado. Desafortunadamente mi carrera en el Mundial no fue muy buena y he pasado por momentos de estos. Sé que por mucho que te digan, y aunque todos te intentan ayudar, al final es uno mismo el que tiene que salir de esa situación…”
¿Cómo es un día de entrenamientos y un día de carreras para Raúl Jara?
“Son diferentes. Los días de entrenamientos son días de mucho trabajo, ya que hay que probar cosas tanto en la moto como el propio piloto. En el caso de 250cc. es un poco diferente, ya que Julián tiene más experiencia y conoce los circuitos. Como todo el mundo, tiene que mejorar algunas cosas, pero sobre todo se dedica a probar diferentes puestas a punto de la moto, que es más compleja que una 125cc. En cambio, con “Tito” y Marc, en los libres probamos cosas para mejorar el vuelta a vuelta. Muchas veces, si en esta categoría vas en grupo es fácil seguir el ritmo, pero cuando te quedas sólo aparecen las dificultades. Así que los viernes y sábado trabajamos preparando la carrera, buscando un buen ritmo más que una buena posición en parrilla. El domingo es totalmente diferente, ya que todo depende totalmente de ellos. Mi trabajo se centra en que hagan un buen warm-up y que estén animados. Quizás en la parrilla les dices lo que crees que necesitan escuchar, pero todo depende de ellos.”
Fuera de los circuitos, ¿cuál es el trabajo que desarrollas con vuestros pilotos?
“Con Tito, que vive cerca, entrenamos bastante juntos. Vamos en bici, en moto, lo que sea. Con Marc mantengo el contacto, pero como vive en Cervera es más difícil, aunque a veces sí que quedamos para entrenar. Realmente no mucho más. En Barcelona trabajo más con el equipo, preparando la siguiente carrera, organizando si tenemos que probar algo, analizamos la carrera anterior, qué se puede mejorar, qué ha ido bien, etc, para llegar a la siguiente con todo listo.”
¿Hay conocimientos que puedas adquirir de Dani Pedrosa y luego aplicar a estos tres jóvenes pilotos?
“Sí, porque con Dani siempre se aprende. Tanto cuando va bien, como cuando va mal. Además, él mismo me comenta cosas que puede haber visto en la tele y que cree que pueden mejorar, cualquier detalle. En sus momentos malos aprendes cómo superar esta situación complicada, y sirve como ejemplo. Es capaz de hacer un viernes y sábado malos, y después dar el do de pecho el domingo. Muchas veces lo pongo como ejemplo, ya que al final, él no deja de ser un chico que empezó como nosotros y ha sido capaz de llegar donde está. Es una buena forma de motivarlos.”
Gracias al equipo de 125 y 250cc, Repsol se ha convertido en el único patrocinador con equipos en las tres categorías. ¿Crees que el Repsol KTM Team es buena escuela para el que se ha convertido en el objetivo de todo piloto, que es llegar a MotoGP?
“Seguro. Contar con un gran patrocinador desde que empiezas en 125cc. y que te siga apoyando hasta llegar a la categoría reina, es el sueño de cualquier piloto. Así que tener la oportunidad de hacer el camino casi sin moverte en el equipo, es mucho más fácil para el piloto, que tiene mucha más confianza por contar con un gran patrocinador como Repsol y con una estructura que te apoya. Creo que eso es algo que otros patrocinadores grandes podrían hacer, ya que ayudarían a muchos equipos y pilotos.”
Este año el equipo ha cambiado de marca. ¿Cómo ha sido el paso a KTM?
“El año pasado pensábamos que era mejor cambiar, y realmente el paso a KTM ha sido positivo en muchos aspectos, pero como siempre, hay que seguir mejorando. Aprilia ha hecho un gran salto tanto en 125cc. como en 250cc, y KTM, al ser una fábrica más pequeña que este año trabaja con bastantes más equipos que en el pasado, está saliendo adelante, aunque no al mismo ritmo. Se van probando nuevos chasis y mejoras para los motores; estoy seguro de que se va a ir mejorando.”
Hagamos un repaso de los tres pilotos del equipo. ¿Cómo ves la temporada que está haciendo Julito Simón?
“Un poco irregular. Teníamos unos objetivos a principio de temporada que eran más altos. Tanto él como el resto del equipo pensábamos que con esta moto y su propia experiencia del año pasado, podría estar ahí para luchar entre los tres o cinco primeros en cada carrera. Por circunstancias, en algunos casos caídas, roturas y demás, hasta este momento no ha habido ninguna carrera perfecta. Cuando ha ido rápido, ha salido mal, o viceversa. En Sachsenring pareció que encontró un buen camino, hizo unos entrenamientos muy buenos, y con la carrera en agua estuvo ahí hasta el final. Esperemos que a partir de ahora sea la línea que lleve.”
¿Y la de Esteve Rabat?
“A él le ha costado un poco más adaptarse a la moto. Tenía muy buenas sensaciones con la Honda y aunque esta moto corre más, al principio de año tuvimos bastantes problemas de chasis. No sólo nosotros, sino todos los equipos de KTM. Desde que nos dieron el nuevo chasis en Francia, recobró confianza en la moto y ha vuelto hacer cosas buenas. Además, se ve muy perjudicado por su tamaño, no tanto por su peso sino por su volumen. Si a eso le sumas que quizás su moto no es la más rápida de la parrilla, al final lo acaba acusando. Él trabaja mucho, seguramente esa es su mejor virtud, aunque a veces incluso le da demasiadas vueltas a las cosas y debería tratar de relajarse más. Siempre está pensando en las motos, tanto dentro como fuera del circuito. Cuando come, cuando está de vacaciones, siempre. Es así de obsesivo, lo que es bueno y a la vez su punto débil, ya que no se puede conseguir la perfección y el control de todo.”
¿Y Marc Márquez?
“Hasta ahora, se lleva un sobresaliente. Sus resultados en parte están sorprendiendo a todos, aunque en el fondo ya lo esperábamos, porque cuando hace dos años le vimos en el Campeonato de España, con Alberto (Puig) comentamos lo bien que iba. Estamos convencidos de que llegará muy arriba, ya que con lo pequeño que era -lo sigue siendo, pero hace dos años era aún más exagerado-, ya iba muy bien, por el sitio. Al principio de este año tuvo mala suerte con la caída de Jerez, que le estropeó todo el inicio de temporada. Pero a partir de ahí, cada carrera es un nuevo paso adelante. Siempre que llegamos a un circuito nuevo piensas que puede llegar una carrera en la que lo haga mal. Pero hasta el momento, tanto en agua, que siempre había odiado, como en seco, se está defendiendo y cada vez lo hace mejor. No se le puede pedir más. Sabe que no le exigimos un resultado y que lo que queremos es ir mejorando paulatinamente. Si un día no va perfecto, sabe que tiene la siguiente ocasión para mejorar.”