Al eliminar la FISA el Campeonato Mundial de Sport, Jesús Pareja se quedó sin volante, aunque contactó con un equipo francés, Larbre Competition, para correr algunas carreras con su Porsche Carrera 3.8 RSR en categoría GT. Hacía falta un patrocinador para que el patrón de ese equipo, Jack Leconte, le hiciera un sitio en el coche, y nuevamente Repsol, junto a la revista Motor 16, acudió en su ayuda para permitirle participar en las 24 Horas de Le Mans y de Spa.
En Le Mans, Pareja compartió el Porsche con Leconte y con el también francés De Thoisy. La carrera que llevaron a cabo fue perfecta. Siempre estuvieron entre los primeros de la categoría GT, detrás del Porsche GT1 oficial y de los Jaguar XJ 220, para finalizar en una brillantísima tercera posición final de la categoría que, más tarde, fue la segunda al ser descalificado el Jaguar que, sobre la pista, había resultado ganador.
Tras esa experiencia, Leconte le propuso participar en las 24 Horas de Spa con Dominique Dupuy y Joel Gouhier como compañeros de equipo. La actuación de Pareja no pasó inadvertida, pues no sólo se mantuvo en todo momento entre los mejores, sino que durante la noche fue el mejor piloto de todo el plantel. Su último relevo fue fantástico, y todos los especialistas en el circuito le calificaron como «el rey de la noche». Sin embargo, su actuación no sirvió para nada. Dejó el coche en tercera posición para que lo cogiera Gouhier. Nada más salir cedió la transmisión del coche y el francés se quedó parado en la pista. La prueba se suspendió durante la madrugada al fallecer el rey Balduino.