Cuando llegamos el miércoles por la mañana al circuito y vimos la cantidad de cajas de madera que nos esperaban, nos dimos cuenta que tendríamos un largo fin de semana. Y además, dos días de pruebas después de la carrera. Todo ello para poder encontrar el camino, para poder luchar de tú a tú contra Ducati y Bridgestone.
Después de tres semanas de descanso, era un poco precipitado empezar a mezclar chasis, basculantes, motores… y todo esto con los neumáticos con tan sólo cuatro entrenamientos previos a la carrera. Por eso empleamos los dos días de entrenamientos en encontrar una puesta punto adecuada a los neumáticos elegidos por Michelin.Al final conseguimos la tercera posición de parrilla, y la sensación de una leve mejora respecto a la carrera de Laguna Seca. Y, en la carrera, sólo conseguimos el cuarto puesto, debido al problema de siempre. Sin embargo, el resultado no ha sido tan malo, ya que continuamos terceros y más cerca del segundo en la clasificación general.
Nada más terminar la carrera, empezamos a preparar las motos para el lunes y el martes, con todo el nuevo material. Realizamos diferentes ajustes de chasis y motor. Con la mejor combinación, realizamos un largo test de neumáticos para encontrar los mejores compuestos para las carreras que quedan.
Seguramente ahora, tanto los ingenieros de Honda como los de Michelin estarán analizando toda la información obtenida para poder desarrollar nuevos componentes. El objetivo es poder afrontar el próximo Gran Premio, en Misano, con las máximas garantías. Desde aquí, os quisiera pedir que mandarais un saludo a Cedric Laprael, miembro del equipo, que está convaleciente de un grave accidente de paracaidismo.
