El Gran Premio de España se ha saldado con un inesperado final para Marc Márquez, que debido a un problema mecánico no ha podido completar la primera vuelta. El piloto Repsol partía desde el primer lugar de la parrilla tras su impecable actuación durante los entrenamientos, y pese a una discreta salida, se mantenía en el grupo delantero, en la cuarta posición. Sin embargo, dos curvas antes de completar la primera vuelta, la rotura del tubo de escape ha terminado con el piloto Repsol por los suelos.
En la curva “Ferrari” –una rápida de derechas- se ha desprendido repentinamente el silenciador de su Derbi, con la mala fortuna de ir a parar a la rueda trasera. Se trata de un problema que la marca italiana detectó en invierno tras cambiar de suministrador, y que anteriormente otros equipos ya habían sufrido. Márquez ha salido despedido por los aires, sufriendo en la caída una luxación en el hombro derecho y una abrasión en el costado izquierdo a la altura de la cadera. Al piloto Repsol se le ha practicado una reducción de la lesión en el mismo hospital del circuito y en breve regresará a Barcelona, para ponerse allí nuevamente en mano de los médicos.
Emilio Alzamora
“Ha sido una lástima, porque Marc [Márquez] había hecho unos buenos entrenamientos y esta caída no ha sido por su culpa. El escape se ha roto por la parte que conecta con el silencioso durante la primera vuelta, se ha colado debajo de la rueda de su moto y la caída ha sido dura. Marc tiene una luxación del hombro derecho –que ya le ha sido reducida-, y una abrasión en el costado izquierdo, a la altura de la cadera. Ahora, intentaremos marchar rápido a casa, para que los médicos le miren allí más detenidamente, lo antes posible. En condiciones normales, debería estar listo para Francia, pero prefiero esperar a que le vean los médicos en Barcelona para poder concretar algo.