Los dos equipos del Repsol Classic Team, que durante toda la semana pasada tomaron parte en el Tour Auto de Francia, consiguieron completar la prueba, aunque retrasados a causa de pequeñas averías en los contadores kilométricos. Aunque no afectaron a las mecánicas, los dos vehículos, un Ferrari 275 GTB y un Jaguar E-Type, se vieron poco a poco penalizados por unas roturas que les llevaron a terminar en posiciones intermedias.
Los dos equipos, formados por De Miguel-Basagoiti (Ferrari 275) y Ortega-Alcón (Jaguar E), fueron dos de los tres únicos coches españoles que acudieron a la salida de la prueba gala, la más importante y dura carrera automovilística de clásicos de Europa. Arrancó en los jardines de las Tuilerías de París, y contó con cinco días de competición, con pruebas cronometradas tanto en la montaña como en los circuitos.
Tras marcar el segundo mejor tiempo en la primera especial, la rotura del cable del reloj de velocidad en el Ferrari 275 fue retrasando poco a poco a De Miguel hasta los puestos intermedios de la clasificación. Por su parte, Ortega penalizó en un control horario por una avería eléctrica, lo que le privó de poder clasificarse entre los puestos de cabeza.
El Tour Auto reunió en esta ocasión cerca de 250 automóviles de colección, entre los que se pudieron ver las marcas más importantes del mundo. Cerca de una treintena de Ferrari acudieron a la cita, así como una amplísima representación de Alfa Romeo de diferentes modelos y potencias, y varias unidades de otras marcas de prestigio, como Jaguar, Aston Martin, Ford GT 40, Porsche, Lancia, etc. La prueba visitó además otros países como Luxemburgo y Bélgica, y una de las carreras se disputó en el circuito de Fórmula 1 de Spa-Francorchamps.
