Llegamos a Australia con la moral muy alta después del nivel de puesta a punto de la moto alcanzado en Japón. Podríamos decir que este circuito no se encuentra entre los preferidos por Dani, debido a los malos recuerdos de 125cc. Aunque también es verdad que es el escenario en el que ganó en 250cc.
En esta época del año, la climatología no es la más adecuada para hacer un buen Gran Premio. Se juntaron frío, lluvia y viento, y sumando todo, dio la sensación de estar haciendo durante los entrenamientos una gymkhana: empezábamos en mojado, hacia la mitad, el asfalto ya estaba seco, y al final, de nuevo mojado. Todo ello producía bastante estrés en el box, al tener que cambiar constantemente los reglajes de la moto. Pero al final conseguimos un buen ritmo para la carrera, y además la pole.El domingo por la mañana, al terminar el entrenamiento y probar una salida, Dani se fue al suelo dañando partes de la moto. Esto hizo que para la carrera tuviese que salir con la segunda moto, que casi no había usado durante los entrenamientos.
De los cinco tipos de neumáticos que teníamos para escoger el jueves, y con el sol y las temperaturas más altas del día de la carrera, la elección final no dio el resultado esperado. Mientras el neumático duró, Dani estuvo peleando, pero al final tuvo que conformarse con la cuarta posición. Después de la carrera y sin darnos un respiro, empezamos a hacer las cajas para Malasia, porque dentro de tres días ya estaremos preparando una nueva carrera, que espero que termine mejor que ésta.