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El piloto Repsol analiza el que considera uno de los circuitos más bellos y difíciles del Mundial de Motociclismo
Conocido por sus curvas rápidas, muchas de ellas enlazadas, el circuito de Mugello acogerá este fin de semana el Gran Premio de Italia. El Repsol Honda Team al completo asistirá a esta nueva cita del Mundial pero uno de sus integrantes, Andrea Dovizioso, vivirá esta prueba con sensaciones especiales. El italiano podrá pilotar de nuevo la RC212V en su tierra, arropado por los tifosi que animan incansablemente a sus pilotos desde las verdes laderas que rodean al circuito de la Toscana.
El de Mugello es un trazado muy técnico que según Andrea Dovizioso se caracteriza principalmente por su rapidez, la amplitud de su asfalto —14 metros— y sus famosas eses, parejas de curvas seguidas que se afrontan conjuntamente, con un rápido cambio de dirección intermedio que enlaza un giro a la derecha seguido de uno a la izquierda —o viceversa—. En particular, este circuito es el escenario de algunas de las curvas más difíciles y bonitas del campeonato, como Arrabiata 2, que según el piloto Repsol hacen del trazado italiano una pista única. A todo ello se debe sumar una recta de 1.141 metros, la más larga del campeonato, en la que los pilotos alcanzan velocidades de más de 330 km/h.
El próximo fin de semana, Andrea Dovizioso volverá a un circuito de grato recuerdo desde que lo visita vistiendo los colores de Repsol. En 2009, el italiano finalizó la carrera cuarto a sólo 53 milésimas de un podio que, al año siguiente, ya no se le resistiría tras acabar la prueba en tercera posición a pesar de partir desde el octavo lugar de la parrilla de salida. En el curso actual, el piloto Repsol aterriza en plena forma en el Gran Premio de su país, después de haber conseguido tres podios en las cuatro últimas carreras y afianzarse en la tercera plaza del campeonato.